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24 julio, 2006

SÁQUENSE LAS ANTEOJERAS - SAINT GERMAIN - Julio 24

“SÁQUENSE LAS ANTEOJERAS” -  SAINT GERMAIN
Alexiis – Julio 24, 2006, 5,15 a.m.
 
            Amados Maestros, buen día, son las 5,15 de la madrugada y los saludo, pero me pregunto, si hasta hace relativamente poco tiempo atrás a mi me alcanzaba perfectamente si dormía tres o cuatro horas por noche ¿porqué es ahora que necesito más?, ¿porqué me cuesta tanto decidir levantarme? Sí, al final lo hago porque bajo ningún punto de vista quiero perderme el contacto con ustedes, pero ¿qué es lo que pasa?, ¿es lo que tanto leemos que el cuerpo necesita mayor cantidad de descanso, es eso lo que pasa?
 
            Supongo que sí, porque no me siento enferma, no siento nada, al contrario, sé que mi energía va cambiando, que va aumentando, pero será por el frío, por el hecho de tener que vestirme, prender la estufa y todo, para estar aquí y charlar con ustedes. No lo sé, pero igualmente espero que haya alguien que quiera venir y hablar conmigo. Estoy totalmente dispuesta con el corazón abierto, y espero.
 
            Sé que el nombre del Maestro Saint Germain ha dado vuelta en mi cabeza esta mañana. ¿Eres tú Maestro?
 
            Como energía eres desconocida, todavía no he tenido el gran placer de recibirte, aunque otra vez he hablado contigo pero no sé cuando ( canalizado por Mirta, la terapeuta), y he hablado y mencionado - ¿cuándo fue eso? – te expliqué que sentía el contacto mayor cuando supe tu nombre angélico – Zebael – sí, ya hemos hablado pero no identifico tu energía todavía. Por favor date a conocer:
 
            Sí Alexiis, en esa oportunidad yo te he comentado que desde mucho tiempo estoy trabajando contigo, es decir Anita, para inducir el despertar hacia lo que es la espiritualidad. No hemos trabajado así a este nivel de intercambio como lo tienes con Yeshua y con Tobías, eso es cierto, pero yo sé que va a llegar y lo más importante es que estás. Así que te voy a transmitir lo que tiene que ser transmitido y dado a conocer:
 
            Pausa – ábrete, ábrete que otra vez no te estás dejando fluir... No te preocupes, sé que estos son los comienzos, que todo esto está sucediendo para ti en una forma tan rápida, de un día  a otro, ayer te apareció Kryon, hoy te aparezco yo. No importa, son experiencias por las que tienes que pasar.
 
            Poco a poco, de una forma u otra, todos los que hemos trabajado contigo y que vamos a trabajar contigo, vamos a aparecer. Aunque al principio te cueste percibir y conectar, será un poco más lento el mensaje, ya vendrá la fluidez.
 
            Ayer, que nunca tuviste contacto con Kryon la fluidez fue tan, como vos decís, fuerte que no te salió la grabación. Yo sé que mi energía no es así, con mi energía ya hace mucho tiempo has tomado contacto. Has tomado contacto con mis enseñanzas cuando comenzaste la metafísica, te entusiasmaste con las lecturas, especialmente de los libros en los que yo hablaba directamente de las vivencias de otro ser humano que estaba empezando o avanzando en el camino de luz al cual yo instruí. (La Mágica Presencia por Godfré Ray King, 1935 y Misterios Develados, por Godfré Ray King)
Ahí me sentiste mucho más cerca que en otras lecturas mías, como el famoso Libro de Oro como ustedes lo llaman, con el que nunca te hallaste bien.
 
            Yo sé que eres un alma independiente, un alma que no se siente bien repitiendo como un loro las palabras dichas por otro. Hace tiempo atrás ya Yeshua te dijo que no era necesario que repitas la Gran Invocación, que no es necesario, que hables con tus palabras y eso lo he visto contigo cuando durante la enseñanza las frases establecidas no iban con vos. Ese es tu ser independiente, esa es tu propia maestría que has adquirido durante tanto tiempo, no eres una alumna común, no eres lo que dicen un chela.
 
            Eres una maestra que no es que necesite aprender sino que necesita recordar. Necesitas recordar todas las vivencias que has tenido, tanto a nivel humano como a nivel antiguo, incluso con los delfines y las ballenas. Piensa un poco más en Auralias, la estás dejando bastante de lado, la pobre está triste. Sé que te estamos sobrecargando con nuestras exigencias, no es una exigencia, es una sugerencia, simplemente envíale tu amor, como te pide que envíes tu amor que es tan grande y que abarca tanto, a todos los seres, a toda la humanidad, a todo el planeta.
 
            Sé que lo estás haciendo, no eres de las que se dedica a una sola cosa y que se enfoca en eso, no, siempre tus invocaciones son para el Todo. Eso es porque perteneces, eres una parte de Todo Lo Que Es. Sos una parte, una chispa de luz, un ángel humano y mucho más que eso, porque has venido de las altas esferas para estar y vivir la vida humana. Lo has elegido. Te acuerdas de aquel tiempo, a veces creyendo que es una fantasía tuya, pero sin embargo esa vivencia resuena fuertemente en ti.
 
            Pero ahora creo que hemos hablado suficiente de lo que eres vos, tenemos que hablar de lo que hay que transmitir a la humanidad.
 
            En este momento por todo lo que ustedes están pasando a nivel planetario, que es muy fuerte, es muy agotador para todos, incluso para todos los que se llaman los Trabajadores de la Luz. Todo lo que les pido y que les pedimos todos nosotros, es que traten de ver más allá de las simples apariencias.
 
            Yo sé que ustedes no pueden abarcar el gran plan de lo que está sucediendo. Pero no se limiten, no se limiten con una palabra escrita, no se limiten cuando un escrito nuestro de repente no tiene ese tono tan amoroso que siempre tratamos de emplear, que es nuestro, porque nosotros somos manifestaciones de amor. No se limiten a ese, vean más allá. Ustedes tienen la capacidad pero también tienen todavía las ojeras puestas como los caballos para que no miren a un costado. Sáquenlas, sáquenlas, traten de ver qué puede haber detrás de eso, ¿qué es lo que puede significar ello?, ¿qué es lo que la humanidad como un todo tiene que atravesar y aprender?
 
            Ustedes con mucha facilidad juzgan todavía. Pero juzgan y al juzgar le echan la culpa al otro y se olvidan de ustedes mismos. No hay ninguno, absolutamente ninguno que no haya, aunque inconscientemente, dañado a la Madre Tierra.
 
            Ustedes se olvidan que los pensamientos son cosas, ¿cuántas cosas malas piensan ustedes?, cuántas cosas malas a lo largo del día. Ustedes no se dan cuenta que los pensamientos son ondas energéticas. Esas ondas energéticas se juntan en el cosmos y forman lo que se llama egrégores, esos egrégores dañan, dañan a la atmósfera, dañan a todo, dañan a la Madre Tierra.
 
            Esas son las cosas de las que tienen que tomar conciencia. Tienen que tomar conciencia que todo pensamiento que no sea de luz y de amor es dañino. Cada pensamiento, “Ay, mirá lo que este hizo”, no, así no son las cosas, hay que sentir la compasión, hay que sentir el amor. “¿Qué le pasa a este hermano o hermana mía que está haciendo esto?, ¿cómo le puedo ayudar, cómo le puedo brindar mi luz?, ¿cómo lo puedo envolver en mi luz y señalar el sendero del amor y de la compasión?”.
 
            Ese es el despertar que ustedes necesitan. La toma de conciencia de que cada uno forma parte de la humanidad, incluso cuando ustedes protestan contra su propio cuerpo, “Ay, que mal que me veo”, ¿pero no saben que se dañan a si mismos? Y al dañarse a si mismos dañan a todo el universo. Cada daño que se infligen a ustedes mismos repercute en todo el universo.
 
            Esa es la conciencia que tienen que tener, esa es la apertura que tienen que tener. Esa apertura es totalmente necesaria para producir la así llamada ascensión. Si ustedes no logran cambiar sus formas de pensamientos, sus formas de enfoque, si en cada palabra rara que escuchan o que nosotros transmitimos, sea por uno u otro canal, no importa cual canal sea, ustedes la ven “rara”. ¿Porqué?, acaso nosotros siempre tenemos que ofrecerles solamente el dulce de leche?, no, a veces también tenemos que darles el vinagre, porque lamentablemente, y digo lamentablemente en todo el sentido de la palabra, los seres humanos no aprenden de una sola vez, la mayoría hay que repetir y repetir y volver a repetir.
 
            Ese es el despertar, el despertar hacia la toma de conciencia de que cada palabra hablada es una energía, es una vibración que sale y repercute en todo. Cada pensamiento, no solamente la palabra hablada, cada pensamiento tiene vibración, cada sentimiento tiene vibración. Todo ello afecta a todos, a toda la humanidad, a todo el planeta e incluso a todo el cosmos.
 
            Por eso es que ustedes son creadores. ¿No se dan cuenta que lamentablemente todavía ustedes mismos siguen produciendo mucho mal? Ustedes, especialmente los que se llaman trabajadores de la luz tendrían que estar mucho más allá de todo tipo de crítica. No puede ser que si alguna vez algo no les gusta, directamente no, eso está mal. No, ojo yo pido y siempre lo he dicho, yo pido que disciernan pero el discernimiento tiene que ser basado en – cómo diríamos – en estudiar, o en averiguar, o en pensar “¿Qué es lo que aquí no me gusta y que puedo hacer yo, trabajador de la luz, ser humano, para que esto no sea así?
 
            No pido que ustedes ciegamente acepten todo lo que se dice, no, ustedes tienen además del famoso libre albedrío, tienen el DISCERNIMIENTO, úsenlo. Pero el usar el discernimiento no significa que se tienen que poner a criticar. Si algo no resuena con ustedes, simplemente déjenlo de lado, pero no lo juzguen, no opinen, no emitan ondas negativas acerca del mismo. No les gusta, sí, lógico, puede pasar, déjenlo de lado y piensen en el amor, piensen en la luz.
 
            Eso es lo que vengo a decirles esta madrugada. Esto es lo que quiero que tengan como reflexión en el día de hoy. Este es mi mensaje que tiene que salir y que espero que muchos lo lean y que no lo descarten simplemente.
 
            Todos ustedes son compañeros, amigos de muchos tiempos atrás. Los envuelvo en mi luz y amor y especialmente les mando la luz para que se efectúe el despertar. Los queremos mucho, queremos reunirnos con ustedes lo antes posible, hagan que esto suceda, ayuden, ayúdense el uno al otro. Ámense el uno al otro, ámense a si mismos y amen al prójimo.
 
            Buenas noches, o mejor dicho muy buen día!

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