.

10 enero, 2007

MÁS EXPERIENCIAS DE MI VIDA

Traudel Eicher – Aleé

Hoy 9 de enero del 2007 tenía ”turno” para ver al médico quien me iba a operar, en realidad fui sin turno anotado porque él me había dicho que fuera sin turno cuando tenía los resultados del prequirúrgico. La verdad ya lo tenía hace dos semanas y cuando fui, el médico se había ido de vacaciones. Dije bueno, de esa manera él va estar bien descansado para mi operación, no fue tan fácil de aceptar, pero 15 días más no era algo que no podía aguantar.

Aparte había encontrado unas cuantas razones por las cuales no era tan tremendo tener que esperar un poco más, por ejemplo, mi hija se podía ir de vacaciones tranquila, tenía más tiempo de juntar los donadores de sangre y podía hacer las cosas que tengo que hacer principio de mes yo sin tener que molestar a otros. Pero hoy me iba a dar la fecha y yo estaba muy esperanzada de cuanto mucho me faltaban otros 15 días para mi operación.

Bueno, fui a la clínica y me encontré que la clínica cortó el servicio con Pami (obra social que pude tener y tengo).Fue como otro golpe en la nuca, quedé en el primer momento como estúpida, no sabiendo para qué lado agarrar. Me agarró una desesperación muy grande, pensando que si no había otra solución tenía que volver al Hospital de Vicente López donde me habían dicho que de ninguna manera me podían operar antes del fin de año del 2007. Yo con los dolores que tengo ¡no llego hasta fin de año! No sé como aguantar todo lo que sufro hasta tanto tiempo adelante, sin dormir bien, durmiendo a ratos y rara vez levantarme descansada. ¿Cómo se hace esto? Ni idea. ¿Dónde hay una solución más viable? En este momento no se me ocurre.

Después se me ocurrió que es así porque yo tengo ser puntal para mucha gente que está en la misma o similar situación.

En realidad ya es la tercera vez que tengo un revés respecto a la operación.

En mayo del año pasado tenía turno con el traumatólogo, quién operaba en ese entonces a la gente de Pami de mi zona, y cuando llegué también habían cambiado las cosas. Fui a averiguar dónde me tocaba y otra vez tenía turno, casualmente con el mismo médico de ahora, y también habían cambiado las cosas.

Digo yo, ¿no se dan cuenta que no se debe jugar con el sufrimiento de la gente grande?. También tenemos derecho a una vida digna y los servicios sociales tendrían que estar al servicio de nosotros.

Por el otro lado, si los Maestros consideran que yo soy la persona indicada para ser el puntal para otros, estoy muy dispuesta a hacer mi parte y si lo mío sirve a otros, bienvenido sea. Si yo sé que tengo que ser oreja para los demás, tengo que hacer estas experiencias para poder ayudar al que me necesita. Estoy muy convencida que esa es mi misión, entonces tengo que tratar de llevarla delante de la mejor manera, aceptando las cosas en pro de la ayuda que alguien pueda necesitar de mi.

Digo sinceramente que eso son pensamientos que están dando vuelta en mi corazón y todavía me falta digerirlo y aceptarlo definitivamente. Pero con la ayuda de mi querida María Magdalena, mi amiga Alexiis y toda la gente que me rodea y me brinda su cariño lo voy a lograr.

Pero mientras tanto me cuesta un triunfo pensar que no tengo la solución, me desespera pensar que no se sabe cuánto más tengo que aguantar y repito no sé cómo se hace esto de aguantar, no sé cómo seguir y estoy desesperada a borde del llanto (que para mí es muy difícil llorar) y realmente no sé cómo seguir.

No hay comentarios.: