NO APAGUES LAS LUCES
de: Alexiis – alexiis@sion.com
02 de junio de 2006
En medio del bosque, rodeado de almas compañeras me vi en vuelo de cóndor sobre un abismo cruzado por un puente rojo, un grupo de gente en la margen izquierda del puente estaba observando como alguien cruzaba sereno hacia el abismo confundiéndose con un cielo inmensamente azul, patagónico, compañero de una luz que encendía mi corazón mientras nacía una certeza:
No apagues las velas, no hables de un pasado mejor hay gente que necesita la vela encendida. No apagues luces.
El pionero pisa suavemente con firmeza asume el desafío de dejar este lado de la vida para esperarnos del otro con la mano tendida con la fe y confianza en de nuestros encuentros de alma a alma
Es información, es un testimonio que necesita nuestra mente asimilar para ayudarnos a tomar conciencia de cómo un acercamiento a la Divinidad con corazón sincero y espíritu claro no tiene lugar ni tiempo y no responde a un solo camino
El Camino de esta vida es la suma de cada camino depositado en nuestros corazones es la que va determinando nuestro futuro, nuestra vida
No es el pensamiento de otro el que nos marca nuestra tarea en la vida
De ahí la necesidad de buscar la manera de estar alma a alma con otros sin interferirnos, darnos ánimo unos a otros cuando vemos que día del Señor se acerca al prójimo, aceptar esa circunstancia como parte de la abundancia de la gracia, es algo que nadie te puede quitar, es una oportunidad que te disuelve el ayer tornándotelo recuerdo, es una oportunidad mas para que cada uno íntimamente pase por el corazón cada aspiración del aire compartido de ayer y hoy con su último suspiro liberar juntos el ahogo que nos permita disfrutar una vez mas de un instante de amor concedido
El amor no tiene tiempo ni lugar, es un acto Divino es eterno y trascendente
Simplemente: siempre está hasta el último suspiro.
En ese vacío, nace la Paz necesaria para compartir uno su camino al cielo el otro su tarea aquí en la Tierra
Es aire que se respira en cada regreso consciente a nuestra casa, a nuestra familia. nos es algo estático no admite certezas de acuerdo a nuestras expectativas, es un crecimiento y un achicamiento, la familia es parte del proceso del retorno a casa, donde cada muerte da lugar a una nueva vida, a otros matrimonios, otros hijos, otros abuelos otros compañeros
La abundancia de la gracia de la vida es un conjunto de evoluciones que vivimos a diario en nuestra mesa, donde cada día celebramos las ceremonias de la vida.
Quizás por eso mi alma compañera pedía :
No apagues las velas, no hables de pasado mejores
Tomy -- dice:
No hay días malos los hay mejores
De alma a alma
JUAN
Juan Carlos Peralta
jcperalta@speedy.com.ar
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