Celebremos el Solsticio
cambiemos la marcha
El 21 de junio tenemos la oportunidad de detenernos, junto con el Sol, para cambiar la marcha. En el hemisferio norte es el día más largo y la noche más corta, es decir, los rayos del Sol llega a su plenitud lumínica, toda la fuerza solar está en su máxima potencia. En el hemisferio sur es el día más corto y la noche más larga, por lo cual es un tiempo para renacer y renovarse desde la oscuridad hacia la luz y el nuevo amanecer. En ambos hemisferios es un momento maravilloso para celebrar y conectarse con las energías de renovación y continuidad. La Tierra recibe los rayos solares desde otro ángulo y se produce una renovación en toda su energía.
En esta época tan especial de cambios cósmicos, donde cada día estamos más sensibilizados con las energías que recibimos, no podemos ignorar un solsticio. Muchos grupos se aprestan ya para la celebración y así poder recibir, canalizar y anclar las energías que se liberan cuando el Sol pasa por el trópico de Cáncer.
Dediquemos un momento de meditación y alineación en estos días para recibir lo que cada uno pueda incorporar en su propio campo de energías. Venimos de pasar sacudidas y limpiezas profundas, ahora podemos tomar las nuevas vibraciones solares y lunares para continuar nuestro camino y permitir que la evolución se despliegue mientras incorporamos los nuevos niveles de conciencia que experimentamos.
Entre el 21 y el 24 de junio se produce una sincronización poco común en el zodíaco. Por un lado, el solsticio sobre el eje Cáncer - Capricornio. Por otro lado, los Nodos Lunares pasan sobre los cero grados del eje Aries Libra. Es decir, los 4 puntos cardinales del zodíaco serán incentivados y movilizados. La Cruz impulsiva de la Rueda entra en movimiento. Si has notado mucho aquietamiento en las últimas semanas, observa tu entorno a partir del 25 de junio, cuando se produzca la lunación en 5° de Cáncer.
¿Qué significa que los nodos lunares pasen por 0° de Aries? Esto significa que el engranaje solar con los doce signos, se sincroniza con el engranaje lunar y su órbita en la eclíptica, que es la que determina la posición de los Nodos y las zonas de eclipses. El Sol representa el espíritu y las fuerzas masculinas, la Luna representa el alma y las energías femeninas. El Sol y la Luna se sincronizan para dar paso a una nueva alineación del espíritu (fuerza y poder de voluntad) y el alma (complejo de energías emocionales y psíquicas, campo electromagnético humano).
También es una importante sincronización de las fuerzas femeninas y masculinas, que marcarán los próximos años de evolución de la raza humana. Ha llegado el momento de equilibrar hombres y mujeres en el nuevo ciclo. En los últimos años el despertar de las energías femeninas comenzó a equilibrar a una sociedad de sello masculino que se había desbordado. Ahora es necesario comprender que ambas energías femeninas y masculinas deben volver a fusionarse para la creación de la Nueva Tierra. Las mujeres recuperaron el poder de Gaia, la madre tierra, a través del amor y la sanación emocional. Ahora es el tiempo en que los hombres también comiencen su proceso de sanación emocional para estar en resonancia con las energías de integración que marcan las nuevas etapas de evolución. Estas energías de integración están disponibles para todos los seres que quieran hacer uso de ellas. Nos permiten salir de los esquemas preestablecidos, romper las cristalizaciones generacionales para sentir en nosotros mismos, seamos hombres o mujeres, la oportunidad de evolución. Podemos abandonar el drama de la vida a través de activar nuestra verdadera capacidad de amor y entrega.
Quizás uno de los aspectos más importante para estos momentos sea tomar conciencia de nuestra necesidad de sanación o armonización emocional. No necesariamente hay que estar enfermos en el cuerpo físico para ello. Sanar significa también integrar todas nuestras partes dispersas. La energía del amor es quien puede integrar, suavizar y curar las heridas emocionales. En primer lugar debemos nutrirnos a nosotros mismos en la energía del amor para experimentar ese poder sanador. Cuando sanamos nuestros cuerpos físicos o emocionales estamos procesando la extraordinaria sabiduría de los sentimientos y liberamos sentimientos a la conciencia colectiva para que todo el mundo se sienta mejor. Estos sentimientos pueden sanar a otros seres humanos. El poder de nuestro campo sanador personal es directamente proporcional al poder de amar.
celebra el regreso de la luz del solsticio uniéndote, desde lo profundo de tu ser, con las fuerzas regeneradoras de la Madre Tierra
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Lic. Ana María Frallicciardi
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Se autoriza la difusión de este mensaje, siempre y cuando se lo conserve íntegramente, y se cite a la autora.
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Gracias por la colaboracion a
angelita maesfa@telefonica.net
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