(Parece que ya hay movida como nos han dicho los mensajes de Luz)
El Tribunal Supremo de EE.UU. concluye que Bush no tenía
derecho a crear los tribunales militares de Guantánamo
Es la decisión judicial más importante sobre los poderes
del Presidente de EE.UU. desde la Segunda Guerra Mundial
Jueves 29 de junio de 2006
Washington (Agencias).- El Tribunal Supremo de Estados Unidos determinó hoy que el presidente estadounidense, George W. Bush, se excedió en su autoridad al ordenar la inauguración de procesos judiciales especiales para presos detenidos en la base de Guantánamo.
El juez John Paul Stevens calificó estos procesos judiciales de "ilegales" según la legislación norteamericana y la Convención de Ginebra. El caso se centra en Salim Ahmed Hamdan, un yenemí de 36 años que trabajó como guardaespaldas y chófer del líder de la red terrorista Al Qaeda, Usama bin Ladem, y que tras pasar cuatro años en Guantánamo, se enfrenta a cargos de conspiración contra la ciudadanía estadounidense.
http://es.news.yahoo.com/29062006/4/
eeuu-tribunal-supremo-determina-bush
-excedio-procesos-judiciales-presos-guantanamo.html
Gran revés para Bush
El Gobierno del presidente estadounidense, George W. Bush, recibió el jueves un fuerte varapalo al conocerse el dictamen del Tribunal Supremo de que el tribunal militar para un prisionero detenido en Guantánamo no puede actuar debido a que viola la Convención de Ginebra.
"Concluimos que la comisión militar convocada para juzgar a (Salim Ahmed) Hamdan carece del poder para seguir adelante porque su estructura y procedimientos violan" el acuerdo internacional que cubre el tratamiento de los prisioneros de guerra, así como las leyes militares estadounidenses, escribió el juez John Paul Stevens en una decisión adoptada por cinco votos a tres.
Esto supone un gran revés para el Gobierno en el caso planteado por Hamdan, que fue el conductor de Osama bin Laden en Afganistán.
El portavoz de la Casa Blanca Tony Snow dijo que harán comentarios cuando hayan leído la decisión.
http://es.news.yahoo.com/29062006/44-89/
supremo-eeuu-rechaza-tribunal-militar-guantanamo.html
El Tribunal resuelve así el caso conocido como "Hamdan contra Rumsfeld", que fue planteado después de que el ciudadano yemení Salim Ahmed Hamdan, uno de los presos en la base militar y considerado el chófer del líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden, decidiera presentar un recurso contra su procesamiento.
Hamdan reclamaba que se declaren anticonstitucionales los tribunales de guerra creados "ad hoc" para los presos de la base naval estadounidense de Guantánamo.
EEUU considera que esos presos son "combatientes enemigos" y están excluidos de la protección que otorgan las convenciones de Ginebra.
El magistrado John Paul Stevens, quien redactó el fallo, indicó que los juicios ante los tribunales militares son ilegales ante la ley de EEUU y las citadas convenciones.
El Tribunal Supremo, con su decisión de cinco votos a favor y tres en contra, fuerza con este fallo al Departamento de Defensa a elaborar un nuevo esquema para los casi 500 detenidos en la base militar estadounidense en Guantánamo (Cuba).
Los abogados de Hamdan pedían al Tribunal Supremo que se pronunciara sobre el alcance de los poderes del presidente estadounidense desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU.
En concreto, el abogado defensor de Hamdan y profesor de la Universidad de Georgetown, Neal Katyal, pidió al Supremo que pusiera fin a "esta atribución de poderes sin precedentes".
Frente a esta postura, los letrados del Gobierno alegaban que los tribunales federales no debían interferir en las medidas presidenciales para la lucha contra el terrorismo.
El Gobierno también alegaba que una resolución del Congreso aprobada tres días después de los atentados y la propia Constitución concedían poderes a Bush para luchar contra el terrorismo sin la supervisión del Poder Judicial o el propio Legislativo.
El presidente del Tribunal, John Roberts, se inhibió porque en el pasado formó parte de un tribunal de apelaciones que se pronunció contra Hamdan.
La decisión del Tribunal Supremo sobre este asunto es el dictamen de mayor importancia sobre las competencias presidenciales desde la II Guerra Mundial.
http://www.informativos.telecinco.es/
eeuu_guantanamo/tribunal_supremo/
tribunales_militares/dn_27743.htm
Nuevo varapalo para la Casa Blanca
La decisión judicial más importante sobre las atribuciones del presidente de EE UU ha supuesto un nuevo varapalo para la Casa Blanca. El Tribunal Supremo, por cinco votos a tres, ha decidido que el presidente de EE UU, George W. Bush, se excedió en sus atribuciones al crear los tribunales militares de la cárcel de Guantánamo. La sentencia zanja el llamado caso Hamdan contra Rusmfeld y resuelve el recurso del supuesto chófer de Bin Laden contra su encarcelamiento en la prisión cubana.
Hamdan, que además ejercía de guardaespaldas del terrorista más buscado del mundo, fue detenido en noviembre de 2001 en Afganistán, durante la primera gran campaña contra el terrorismo de EE UU tras los atentados del 11 de septiembre. Casi dos años después, en julio de 2003, fue acusado de conspiración contra la ciudadanía estadounidense por uno de los tribunales que ahora ha invalidado el Supremo. E interpuso su recurso.
Los jueces han estimado que estos tribunales, instaurados por el presidente Bush, violan la Convención de Ginebra sobre los prisioneros de guerra, pero además también son contrarios a la propia Constitución del país. “Según la Constitución”, afirma el tribunal, “el presidente es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, pero es el Congreso quien tiene el poder de declarar la guerra y de organizar los procesos relativos a los prisioneros”. Y cuando Bush creó que estos tribunales, hace ya más de cuatro años, lo hizo sin la menor intervención de las cámaras legislativas.
Un nuevo esquema para Guantánamo
El Tribunal Supremo fuerza con este fallo al Departamento de Defensa a elaborar un nuevo esquema para los casi 500 detenidos en la base militar estadounidense ubicada en suelo cubano Los primeros prisioneros llegaron a la cárcel enero de 2002. Entonces, el secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, los calificó de “asesinos entre los más entrenados y feroces del planeta”. Ninguno recibió imputación alguna ni tenía derecho a un abogado.
Los defensores de Hamdan pedían al Tribunal Supremo que se pronunciara sobre el alcance de los poderes del presidente estadounidense desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE UU. En concreto, el abogado defensor de Hamdan y profesor de la Universidad de Georgetown, Neal Katyal, pidió al Supremo que pusiera fin a "esta atribución de poderes sin precedentes".
Frente a esta postura, los letrados del Gobierno alegaban que los tribunales federales no debían interferir en las medidas presidenciales para la lucha contra el terrorismo. El Gobierno también alegaba que una resolución del Congreso aprobada tres días después de los atentados y la propia Constitución concedían poderes a Bush para luchar contra el terrorismo sin la supervisión del Poder Judicial o el propio Legislativo.
http://www.elpais.es/articulo/internacional/
Supremo/concluye/Bush/tenia/derecho/crear/
tribunales/Guantanamo/elpporint/20060629elpepuint_9/Tes/
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Irán: la excusa ahora es nuclear
Por Aram Aharonian
(Periodista, director del mensual latinoamericano Question y de la agencia Alia2. Director General de teleSur.)
Sábado 24 de junio de 2006
Cuando uno llega a Teherán, no puede creer que allí subsiste un conflicto, que una conflagración está incubándose a su alrededor, que allí, en las oscuridades, están danzando los demonios de la destrucción, como insiste la prensa occidental y a veces ni siquiera cristiana.
Pero lo cierto es que todo es tranquilidad en esa enorme urbe de 12 millones de habitantes y largas, anchas, iluminadas, limpias avenidas, gente que comercia en los bazares pero también en modernos negocios, que pasea con sus hijos por los museos que reflejan una civilización de 7.500 años, apenas.
Lo cierto es que de Irán hacía años que no se tenían referencias de actividad internacional alguna (tras la agresión de tres lustros atrás que dejó millares y millares de víctimas), y los reportes decían que simplemente se dedicaba a sus problemas internos; a sus rezos y a un esfuerzo por desarrollar el país.
El problema surge del radicalismo de Washington, de la presunción que Estados Unidos no puede probar acerca de que Irán planea aprovechar el desarrollo de la energética nuclear para fabricar clandestinamente bombas atómicas. Aun cuando forme parte del Tratado de No Proliferación Nuclear y haya dado todas las seguridades posibles.
El petróleo se termina quizá en dos décadas- y el país necesita formas diferentes para generar energía, a pesar de la desinformación permanente de los grandes medios de comunicación occidentales. La pregunta que le da vueltas en la cabeza a uno es qué hacen los iraníes con la energía atómica. Probablemente curan el cáncer, mejoran semillas, protegen cosechas, generan energía y muchas cosas más. Pero los únicos que hicieron uso no pacífico de la energía nuclear, vale la pena recordarlo siempre, son los que hoy parecen estar preocupados.
Pero, obviamente, la preocupación no es esa sino la de dejar en manos de los iraníes la posibilidad de no depender del llamado primer mundo en materia de energía. Entregar el desarrollo atómico a las grandes potencias es hipotecar el futuro no sólo de Irán, sino de todos los países en desarrollo, porque eso significaría depender para siempre del Primer Mundo también- en energía. Es apagar la luz del futuro. Para Irán, para todos nosotros.
Es claro que Irán no puede aceptar, como no lo aceptaron China, la India, Israel, Pakistán, Canadá, España, Argentina y otros países que cuentan con plantas para enriquecer uranio o reactores experimentales, actividad perfectamente legal en los marcos del Tratado de no Proliferación y que los demás miembros debieran estimular, cortapisas a su derecho soberano al desarrollo. La payasada de los países europeos sirvió sólo como cortina de fondo para darle excusas a Estados Unidos para proseguir sus ataques contra Irán.
Cabe recordar que Brasil, en su momento, fue mucho más lejos. No pidió autorización a la ONU para establecer su planta y se declaró listo para refinar uranio y, además, ha ideado una tecnología para hacerlo que, además mantiene como secreto industrial lejos de la mirada de la Organización Internacional de la Energía Atómica. En Teherán, en las otras ciudades de ese extenso país, reina la calma total. Ni siquiera uno percibe tensión en una población que está habituada a responder de inmediato a cualquier requerimiento de sus autoridades civiles y religiosas.
La prensa occidental dice que Estados Unidos ha pasado a la selección de los blancos en Irán,, etapa que precede a la agresión. Seguramente se trata de dos plantas nucleares para producir electricidad, de las que hay 400 en el mundo y 120 en los Estados Unidos, tal vez de reactores experimentales de los que abundan en las universidades norteamericanas y europeas. Lo cierto es que para hacer guerras, Estados Unidos no necesita motivos, le bastan los pretextos que ellos mismos inventan y repiten una y mil veces a través de medios de comunicación manipuladores, tergiversadores, descontextualizadotes, acompañantes, en fin, de una política imperial. Aunque últimamente no le ha ido demasiado bien.
Es cierto que el hecho de que la energía atómica debutó sobre Hiroshima y Nagasaki, asesinando a millares y millares de japoneses, la demonizó. En materia nuclear el uso bélico de Estados Unidos- precedió al uso pacifico (de las naciones en desarrollo, sobre todo). Hoy la gente oye hablar de lo atómico y piensa en bombas y muertos. En terrenos estrictamente teóricos, la física nuclear figura entre las ramas más avanzadas de la ciencia, uno de los campos donde existen mayores enigmas y donde abundan los retos científicos. Alcanzar un alto nivel en el desarrollo científico y tecnológico, supone avanzar en el dominio de la Física Nuclear y naturalmente de la tecnología que permite utilizar las potencialidades del átomo.
Avanzar en el campo nuclear es parte del desarrollo y no necesariamente un acto de belicosidad. Hoy día existen más de 40 naciones con capacidad tecnológica y solvencia económica para producir armas atómicas a las que ese cometido, simplemente no les interesa.
La energía nuclear tiene más aplicaciones pacificas que militares en la medicina, la agricultura, etc. La prensa comercial del Norte ha hecho su trabajo y hoy existe un fuerte prejuicio contra los árabes, los negros, los chinos, etc. Es racismo. Desde la época de Las Cruzadas los musulmanes fueron demonizados porque ocuparon, profanaron el Santo Sepulcro. Todo era mentira al igual que la presencia de armas de destrucción masiva en Irak, excusa de la genocida invasión estadounidense y británica a ese país- pero la gente lo ignora todavía. Existe un prejuicio global que actúa en contra de los iraníes que, por cierto no son árabes.
Irán es, junto al Vaticano, el único estado teocrático del mundo. La religión ligada al poder político aparece como un asunto difícil de digerir. Pero ¿por qué se puede justificar al Vaticano y no a Irán? Cabe recordar que todas las universidades europeas, norteamericanas, ojalá que también las latinoamericanas- desean tener su propio reactor para investigaciones, además de centrífugas, aceleradores de partículas, etc. Las posibilidades, el temor Durante las próximas semanas las principales potencias mundiales buscarán llegar a un consenso sobre la actitud a adoptar para responder al derecho soberano de Irán para desarrollar su programa nuclear. Las opciones van desde el compromiso hasta las sanciones económicas e incluso a una acción militar unilateral.
La prensa occidental habla esta semana sobre la fragmentación de lo que llama la conservadora elite gobernante de Irán, y señala que las acciones de las principales potencias afectarán en gran medida el resultado de la actual lucha por el poder dentro del país y, por sus consecuencias, el destino del programa nuclear iraní.
La propaganda de la prensa occidental indica que los conservadores de línea dura, representados por el presidente Ahmadinejad, tienen lazos íntimos con poderosos segmentos de los servicios de seguridad iraní y del aparato represivo. Tienen una base de apoyo en el comando de la Guardia Revolucionaria y en las fieles fuerzas Basij, en las que está comprendida la milicia de la República Islámica, con un millón de voluntarios. Lo cierto de todo esto es que aparece en Irán, más allá de las maniqueístas interpretaciones de la prensa occidental, una juventud radicalizada y nacionalista, más allá de pelos largos y rebeldías.
Los posibles escenarios en el Irán de hoy parecen ser tres. El primero la prolongación del escenario diplomático ad infinitud, con sus iras y aflojes, a la espera de un cambio de política de los chiítas. El segundo es un ataque quirúrgico de Estados Unidos -¿se sumará Gran Bretaña a esta nueva aventura?- a las instalaciones militares y laboratorios nucleares, con probable uso de fósforo blanco, el mismo que fuera usado contra Fallujah. Círculos diplomáticos hablan de cinco mil blancos identificados.
La tercera opción, negada, es la posible invasión de Irán por tropas estadounidenses, quizá para apropiarse del gasoducto a China, que pasa por Pakistán e India. Proyecto que podría volar por los aires ante una situación semejante En Medio oriente hay pánico ante un probable ataque: los vientos soplan del Norte al Sur. Qatar, los Emiratos Árabes Unidos y sobre todo el paraíso fiscal de Dubai, Kuwait gigantesca base de operaciones de Estados Unidos- y Arabia Saudita, están en alerta, al igual que la base de portaviones de Omán.
El temor no es solo por un ataque estadounidense a Irán sino por una respuesta iraní sobre Israel, por ejemplo. ¿Qué hará Turquía? ¿Apoyará a Estados Unidos? El temor es porque la comunidad islámica no aceptará impunemente un ataque sobre Irán. Porque mientras se especula con agresiones, vale la pena recordar la influencia de los iraníes y de los chiítas- sobre la estabilidad en Afganistán y en Irak (Basora, donde los británicos tienen harto problemas) está a escasos quilómetros de la frontera), y el nivel operativo en la frontera afgano-paquistaní donde la situación con los boluches es frágil.
Nadie en Medio Oriente quiere pensar en un posible conflicto armado, del que ninguno saldrá indemne. Ni los países árabes y menos aún el estado de Israel. Mientras se acercan las elecciones parlamentarias en Estados Unidos e Italia también decide retirar sus tropas de Irak, el apoyo de los países del Tercer Mundo a la posición soberana de la República Islámica de Irán se hace cada vez más necesario. No solo por solidaridad, sino por propia supervivencia y por la posibilidad de un futuro.
http://www.voltairenet.org/article141167.html
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Según el periodista alemán Jurgen Elsasser
«La CIA reclutó y entrenó a los yihadistas»
Por Silvia Cattori (Periodista suiza)
Miércoles 28 de junio de 2006
En su más reciente libro, «Cómo llegó la Yihad a Europa», el periodista alemán Jurguen Elsasser pone de relieve la continuidad de la pista yihadista. Combatientes musulmanes reclutados por la CIA para luchar contra los soviéticos en Afganistán fueron utilizados sucesivamente en Yugoslavia y Chechenia, siempre con el apoyo de la CIA pero quizás a veces fuera de su control. Recurriendo a fuentes abiertas y diversificadas, principalmente yugoslavas, holandesas y alemanas, Jurguen Elsasser reconstruyó la trayectoria de Osama Bin Laden y sus lugartenientes en Bosnia Herzegovina y en el bando de la OTAN.
Silvia Cattori: Su investigación sobre las acciones de los servicios secretos arroja un resultado espantoso. Se descubre así que desde los años 80 Estados Unidos invirtió miles de millones de dólares en el financiamiento de actividades criminales y que, por medio de la CIA, ese país está directamente implicado en atentados que se atribuyen a los musulmanes. ¿Qué aporta su libro?
Jurgen Elsasser: Es el único libro que establece un vínculo entre las guerras de los Balcanes de los años 90 y los atentados del 11 de septiembre de 2001. Ninguno de los grandes atentados, ni los de Nueva York, ni los de Londres, ni los de Madrid, hubiesen tenido lugar sin el reclutamiento por parte de los servicios secretos estadounidenses y británicos de los yihadistas a los que se atribuyen esos atentados. Sobre las manipulaciones de los servicios, yo aporto una luz nueva. Otros libros se refieren a la presencia de Osama Bin Laden en los Balcanes pero sus autores presentan a los combatientes musulmanes en los Balcanes como enemigos de Occidente. Las informaciones que yo recogí demuestran que esos yihadistas son marionetas en manos de Occidente y no enemigos de este, como se afirma.
Silvia Cattori: En el caso de la guerra de los Balcanes, su libro señala claramente las manipulaciones de los Estados. Estados Unidos apoyó a Bin Laden, cuyo trabajo consistía en entrenar a los muyahidines. Por consiguiente, nadie puede seguir ignorando que los atentados que espantan a la opinión jamás hubiesen tenido lugar si los «terroristas» no hubieran sido entrenados y financiados por los servicios secretos occidentales
Jurgen Elsaser: Sí, en efecto, ese es el resultado de los hechos que se puede observar. Pero no se puede decir que la intervención de los países occidentales en la ex Yugoslavia tenía como objetivo la preparación de los atentados del 11 de septiembre. Para ser exacto, esos atentados son una consecuencia de la política occidental de los años 90 ya que la OTAN posicionó a esos yihadistas en los Balcanes y colaboró con ellos. Los militantes musulmanes designados como responsables de los atentados del 11 de septiembre fueron miembros de esa red.
Silvia Cattori: Según usted, ¿qué interés tenían Estados Unidos y Alemania en hacer que los pueblos de los Balcanes se enfrentaran entre sí?
Jurgen Elsasser: Occidente tenía un interés común en destruir a Yugoslavia porque, después del fin del bloque soviético, ese país hubiese sido un modelo de combinación inteligente de elementos capitalistas y socialistas. Pero Occidente quería imponer el modelo neoliberal a todos los países.
Silvia Cattori: ¿Europa se dejó implicar imprudentemente en una guerra manipulada por los neoconservadores?
Jurgen Elsasser: Es difícil de decir. Yo creo que, durante los años 90, la política de Estados Unidos estaba bajo la inspiración de la victoria que habían obtenido contra los soviéticos en Afganistán. Si durante aquellos años no se hubiera producido la depresión que afectó la economía estadounidense es posible que políticos más realistas, como Kissinger, hubiesen podido conservar el control de la política estadounidense. Pienso que la coincidencia entre la depresión económica y la agresividad de la escuela neoconservadora dio lugar a lo que pasó.
Silvia Cattori : ¿Piensa usted que un dirigente como Blair, por ejemplo, al implicarse hasta cierto punto en los proyectos de los neoconservadores se convirtió en rehén de estos?
Jurgen Elsasser: No conozco lo suficiente la posición de Blair. Es más fácil ver lo que sucede en Estados Unidos. Se puede ver que Bush es rehén de los que lo rodean. Y como no es muy inteligente, no es capaz de tomar las decisiones y tiene que seguir las ideas de quienes se encuentran a su alrededor. Está claro que su padre estaba contra la invasión a Irak en 2003.
Silvia Cattori : ¿La primera guerra del Golfo no era parte de un plan tendiente a desencadenar otras guerras después?
Jurgen Elsasser: No, no hubo vínculo con la guerra contra Irak de 1991. Hubo dos fases. Hasta el fin del período Clinton la política de Estados Unidos fue imperialista pero también pragmática. Echaron a los soviéticos de Afganistán, vencieron a Irak en 1991. Su guerra se terminó cuando liberaron Kuwait. Después atacaron Bosnia y Yugoslavia. Pero eso se hizo etapa por etapa. Todo se salió de control después del 11 de septiembre.
Silvia Cattori: ¿Los neoconservadores no tuvieron nada que ver con eso?
Jurgen Elsasser: Un año antes del 11 de septiembre, los neoconservadores, agrupados alrededor de Perle, habían redactado un documento según el cual Estados Unidos necesitaba un hecho catalizador como el ataque de Pearl Harbour. El 11 de septiembre fue ese hecho catalizador. Yo creo que la gente que rodeaba a Perle deseó los atentados del 11 de septiembre.
Silvia Cattori: ¿Qué objetivo perseguía Estados Unidos cuando atacó Serbia? ¿Se trataba simplemente, como indica su libro, de instalarse en una región estratégica situada en una vía de tránsito para el petróleo y el gas de Asia Central? ¿O es que la alianza de Estados Unidos con los combatientes musulmanes que dirigía Izetbegovic tenía como segundo objetivo crear un foco de extremismo musulmán a las puertas de Europa para utilizarlo en el marco de sus manipulaciones terroristas? De ser así, ¿con qué objetivo?
Jurgen Elsasser: Estados Unidos quería, como Austria a fines del siglo XIX en Bosnia, crear un Islam «europeo» para debilitar a los Estados islámicos del Medio Oriente, o sea, en aquel entonces, el Imperio otomano. Hoy se trata de Irán y de los Estados árabes. Los neoconservadores tenían aún más planes: construir una red clandestina de títeres «fundamentalistas» encargados de hacer el trabajo sucio contra la «vieja» Europa.
Silvia Cattori: Resultado: una guerra civil terrible. ¿Cómo pudo participar Europa en la destrucción de Yugoslavia, que parecía un ejemplo de cohabitación interétnica perfectamente logrado? Al convertir a los serbios en culpables, ¿no hizo Europa volar en pedazos un país que era uno de los grandes logros de la posguerra? ¿En qué legitimidad se fundaba la intervención de Europa?
Jurgen Elsasser: Primeramente, a principios de los años 90, Alemania lanzó la ofensiva basándose en los principios de la autodeterminación étnica, o sea la vieja astucia de Hitler contra Checoslovaquia y Polonia en 1938/39. Estados Unidos garantizó enseguida el relevo invocando el asunto de los «derechos humanos», un engaño evidente.
Silvia Cattori: En su investigación nunca se menciona a Israel. ¿No minimiza usted la importancia de los neoconservadores proisraelíes que, en el seno del Pentágono, pudiesen estar más al servicio de Israel que de Estados Unidos?
Jurgen Elsasser: Hay israelíes que colaboraron con los neoconservadores. Eso es un hecho. Pero no estoy seguro del papel que desempeña Israel en este asunto. Sharon estaba en contra del apoyo de la OTAN a los albaneses de Kosovo y en 1998 expresó su temor ante la idea de que la OTAN apoyara el posicionamiento de elementos proislámicos en los Balcanes. También me parece que él no era favorable a esa guerra al año siguiente.
Silvia Cattori: ¿Usted no ve tampoco vínculos entre los servicios secretos israelíes y los atentados del 11 de septiembre de 2001?
Jurgen Elsasser: Hay vínculos pero no analicé el carácter de esos vínculos. Por ejemplo, cierto número de agentes israelíes fueron arrestados en Estados Unidos inmediatamente después del 11 de septiembre. Estaban en los lugares en que se preparaban los atentados. Hay analistas que dicen que eso prueba que Israel estaba directamente implicado en esos atentados. Pero eso podría significar también otra cosa. Es posible que esos agentes observaran lo que estaba pasando, que supieran que los servicios secretos estadounidenses apoyaban a esos «terroristas» en la preparación de los atentados pero que estuviesen preservando lo que sabían para utilizarlo en el momento oportuno y poder chantajear cuando fuese necesario: «Si ustedes no le dan más ayuda a Israel, le entregamos esta información a los medios». Incluso hay una tercera posibilidad: la de que esos espías israelíes quisiesen prevenir los ataques pero que hayan fracasado. En este momento lo único que sabemos es que esos tipos estaban allí y que los arrestaron. Es necesario investigar más.
Silvia Cattori: ¿Esos vínculos muestran que los atentados del 11 de septiembre de 2001 formaban parte de un plan trazado mucho antes?
Jurgen Elsasser: Yo no estoy seguro de la existencia de un plan establecido desde hace mucho. Es posible que la gente como Richard Perle improvise mucho y que utilicen a elementos criminales que ellos mismos han posicionado pero que no controlan permanentemente. Como en el asesinato de Kennedy, está claro que la CIA estaba implicada pero no se sabe si hubo planificación en la cúpula, en Langley [el cuartel general de la CIA], o si fueron los círculos más violentos de los exilados cubanos que trabajaban para la CIA los que lo hicieron mientras que el cuartel general de la CIA se limitaba a tolerarlo.
Silvia Cattori: ¿Si mañana esos personajes reunidos alrededor de Perle fuesen marginados, terminarían la estrategia de la guerra antimusulmana de Estados Unidos y las manipulaciones que la justifican?
Jurgen Elsasser: Eso se termina cuando ellos pierden una guerra.
Silvia Cattori: ¿Y no han perdido la guerra en Irak?
Jurgen Elsasser: La guerra no estará perdida hasta que no se hayan ido del país, como en Vietnam.
Silvia Cattori: ¿Cómo es posible que musulmanes como Mohamed Atta, que eran ciudadanos comunes antes de ser reclutados por la CIA, hayan podido ser llevados a cometer acciones tan terribles sin saber que estaban siendo manipulados por los agentes secretos del bando opuesto?
Jurgen Elsasser: Hay jóvenes que pueden ser fanatizados y manipulados muy fácilmente por los servicios. Los personajes de arriba no ignoran lo que pasa y saben quiénes los contratan.
Silvia Cattori: Bin Laden, por ejemplo, ¿sabía que estaba sirviendo los intereses de Estados Unidos?
Jurgen Elsasser: Yo no estudié su caso. Estudié el caso de Al Zawahiri, el brazo derecho de Bin Laden, que era el jefe de operaciones en los Balcanes. A principios de los años 90, él viajó por Estados Unidos con un agente del US Special Command para recoger dinero para la Yihad. Ese hombre sabía que estaba recogiendo dinero para una actividad que gozaba del apoyo de Estados Unidos.
Silvia Cattori: Todo eso es muy inquietante. Usted da la prueba de que los atentados que se produjeron a partir de 1996 (los atentados en el metro de París) nunca hubiesen sido posibles si la guerra de los Balcanes no hubiera tenido lugar. Y esos atentados, que dejaron miles de víctimas, usted los imputa a servicios occidentales. ¿La opinión pública de Occidente ha sido por consiguiente engañada por gobiernos implicados en acciones terroristas?
Jurgen Elsasser: La red terrorista que los servicios secretos estadounidenses y británicos formaron durante la guerra civil en Bosnia y más tarde en Kosovo fue una reserva de militantes que hemos visto implicados después en los atentados de Nueva York, Madrid y Londres.
Silvia Cattori: ¿Cómo sucedió eso concretamente?
Jurgen Elsasser: Al término de la guerra en Afganistán, Osama Bin Laden reclutó a esos militantes yihadistas. Ese es su trabajo. Fue él quien los entrenó, en parte con el apoyo de la CIA, y quien los desplegó a Bosnia. Los estadounidenses toleraron la conexión que existía entre el presidente Izetbegovic y Bin Laden. Dos años más tarde, en 1994, los estadounidenses empezaron a enviar armas, en una operación clandestina común con Irán. Luego del tratado de Dayton, en noviembre de 1995, la CIA y el Pentágono reclutaron a los mejores yihadistas que habían combatido en Bosnia.
Silvia Cattori: ¿Cómo es posible que esos musulmanes se hayan puesto en manos de servicios que sirven intereses ideológicos opuestos a los suyos?
Jurgen Elsasser: Analicé los testimonios de varios yihadistas interrogados por jueces alemanes. Dicen que después del tratado de Dayton, que estipulaba que todos los excombatientes extranjeros tenían que salir del país, no tenían ni dinero ni adonde ir. En cuanto a los que podían quedarse en Bosnia, porque les habían dado pasaportes bosnios, tampoco tenían ni trabajo ni dinero. Cuando los reclutadores vinieron a verlos y les ofrecieron 3 000 dólares mensuales por servir en el ejército bosnio, ellos no sabían que estaban siendo reclutados y pagados por emisarios de la CIA para que sirvieran a Estados Unidos.
Silvia Cattori: Y luego, cuando los enviaron a preparar atentados en Londres en julio de 2005, por ejemplo, ¿no se dieron cuenta de que estaban en manos de agentes secretos occidentales que los estaban manipulando?
Jurgen Elsasser: No está comprobado que los que cometieron los atentados hayan sido realmente jóvenes musulmanes de los barrios periféricos de Londres, como dice la policía. Existen otros indicios según los cuales las bombas fueron colocadas debajo de los trenes. También es posible que hubiese bombas colocadas debajo de los trenes sin que aquellos jóvenes lo supieran. En ese caso, no es seguro que los jóvenes musulmanes incriminados durante la investigación hayan cometido esos atentados.
Silvia Cattori: Es difícil descubrir el objetivo que persiguen los Estados occidentales al implicar a sus propios servicios en manipulaciones criminales.
Jurgen Elsasser: No es fácil de decir. Acuérdese del asesinato de Kennedy. ¿Quién lo hizo? Se sabe que es la gente de la CIA la que ofreció apoyo al segundo asesino. Se sabe que Oswald fue asesinado por un hombre enviado por la CIA. Lo que no está claro es si esos hombres reclutados por la CIA actuaron por orden de Johnson o de Dulles, o si tenían que ver con los círculos de exilados cubanos extremistas, o sea afiliados a la mafia. Yo no creo que Bush o Blair sean los jefes. No creo en la teoría de la gran conspiración. Creo que los servicios secretos contratan gente a la que se le ordena hacer el trabajo sucio. Esos agentes actúan como quieren. Usted sabe quizás que el 11 de septiembre de 2001 alguien trató de matar a Bush. ¿Qué quiere decir eso? Es difícil de explicar.
Silvia Cattori: ¿Usted quiere decir que, por ejemplo, el propio Bush es rehén de gente que, en el seno del Pentágono, forman un Estado dentro del Estado que escapa incluso a la autoridad de los jefes del ejército estadounidense?
Jurgen Elsasser: Sí. Bush es un estúpido. El no es más que un instrumento en manos de otras personas.
Silvia Cattori: ¿Usted piensa en gente que está bajo la influencia directa de personajes como Perle, Wolfowitz, Feith? ¿Piensa usted que, después de la guerra de los Balcanes, fueron ellos los verdaderos autores intelectuales de esos atentados y que los atentados no están separados entre sí, que existe un vínculo entre Madrid y Londres? ¿Quiere decir eso que los estadounidenses están dispuestos a firmar un pacto con el diablo para sembrar el caos por doquier en el marco de la guerra antimusulmana, antiárabe desencadenada con el pretexto del terrorismo, de un terrorismo fabricado?
Jurgen Elsasser: Sí, hay un doble gobierno no controlado por Bush. Son los neoconservadores como Cheney, Rumsfeld, Wolfowitz, Perle, gente que tiene que ver con el petróleo y con las industrias militares. El caos global es interés de la industria militar. Cuando hay caos en el mundo, las armas y el petróleo se pueden vender más caros.
Silvia Cattori: Yussef Asckar describió muy bien el Estado dentro del Estado que usted menciona [1]. ¿No es Israel el primer país interesado en esa estrategia del caos y por lo tanto en la manipulación de los atentados terroristas? ¿La propaganda del grupo de influencia proisraelí no tiende a hacer creer que Israel está amenazado por fanáticos árabes?
Jurgen Elsasser: No es seguro que esa estrategia pueda beneficiar los intereses de Israel porque, si las cosas siguen así, se incendiará todo el Medio Oriente, incluyendo Israel. Ese mismo procedimiento fue utilizado durante la guerra de Bosnia. Para satanizar a los serbios, los medios occidentales de difusión inventaron historias de campos de concentración e hicieron montajes fotográficos para comparar a los serbios con los nazis. El objetivo de esa propaganda era parcializar a la opinión a favor de la guerra contra Serbia pero, en lo tocante a Estados Unidos, no era obligatoriamente el grupo judío de influencia quien alimentaba esa propaganda sino estrategas cristianos y ateos. Esos estrategas utilizan la carta «judía». Esa es mi tesis. Ahora se ve eso con la propaganda contra Irán. Los estrategas de la guerra utilizan la carta «judía» para impresionar a la gente que tiene más moral que inteligencia.
Silvia Cattori: Las recientes manipulaciones confirman parcialmente su tesis. En el mismo momento en que Estados Unidos quería que se aprobaran sanciones contra Irán en el Consejo de Seguridad, un diario canadiense escribió que Irán quería obligar a los judíos iraníes a ponerse el equivalente de una estrella amarilla [2]]]. Pero yo me refería a esas personalidades abiertamente proisraelíes que, en Francia por ejemplo, desempeñan un papel importante en la formación de la opinión ya que ocupan posiciones estratégicas clave y cuya parcialización comunitaria las lleva siempre a apoyar la política de Israel y de Estados Unidos, aunque sea una política criminal. Acuérdese del apoyo activo que Bernard-Henri Lévy y Bernard Kouchner le dieron a Izetbegovic en Bosnia. Después de la victoria contra Serbia, ellos dirigieron enseguida su propaganda contra los árabes y los musulmanes. Se trataba entonces de movilizar a la opinión a favor de la «guerra de civilizaciones». ¿No participaban ellos en las manipulaciones de la OTAN cuando hablaban de «campos de concentración» para comparar a los serbios con Hitler?
Jurgen Elsasser: Nosotros vimos el mismo fenómeno en Alemania. Los periodistas judíos que apoyaban la guerra contra Yugoslavia tenían acceso a los estudios de televisión. Pero los periodistas que estaban en contra de la misma, ya fuesen judíos o no, fueron puestos al margen del debate. Yo pienso que los medios de difusión y los políticos usan las voces de los judíos con objetivos geoestratégicos.
Silvia Cattori: Si, como usted dice, lo que pasó en los Balcanes no fue más que un ensayo de lo que iba a pasar en Afganistán, lo que sucedió después formaba entonces parte de un mismo proceso. ¿Piensa usted que nuestras autoridades conocían los riesgos de guerra que provocaban sus propios servicios secretos?
Jurgen Elsasser: Mi esperanza es que haya una reacción por parte de los militares en Estados Unidos. Entre ellos hay gente que sabe muy bien que todas esas guerras no son inteligentes. Saben que Estados Unidos va a perder esa guerra. En el ejército estadounidense son imperialistas pero no están locos, no están de acuerdo con lo que está pasando. Pero los neoconservadores sí están locos, quieren desencadenar la Tercera Guerra Mundial contra todos los árabes y todos los musulmanes, como Hitler que quería matar a todos los judíos y atacar a todos los demás países. Los generales alemanes advirtieron a Hitler sobre el peligro.
Silvia Cattori: ¿Su esperanza es que se produzca un cambio inesperado?
Jurgen Elsasser: Para acabar con esta locura no veo más posibilidad de cambio que entre las fuerzas que siguen manteniendo su raciocinio. El mando superior del ejército estadounidense le escribió a Bush una carta en la que dice que no quiere participar en un ataque contra Irán con un arma nuclear. Puede que Bush ataque, pero las consecuencias serían más graves que en el caso de Irak. Lo mismo pasó con los nazis. Atacaron, atacaron y un día comenzó Stalingrado y el principio de la derrota. Pero la aventura costó las vidas de 60 millones de seres humanos.
Silvia Cattori: ¿Eso fue lo que lo motivó a escribir este libro, alertar las conciencias para evitar nuevos desastres y nuevos sufrimientos, sobre todo teniendo en cuenta que después de Irak le tocaría a Irán?
Jurgen Elsasser: Sí. Pero a los personajes como Bush no les importa nada de eso. No soy completamente pesimista en cuanto a Irán. Podríamos asistir a un ensayo del eje París, Berlín, Moscú. Nuestra canciller, que es normalmente una marioneta de Estados Unidos, ha ofrecido una cooperación estratégica a Rusia ya que Alemania depende por completo del petróleo y del gas rusos. Es un argumento fuerte. Los alemanes son imperialistas pero no están locos.
Silvia Cattori: ¿No fue Alemania la que abrió la puerta a la guerra en los Balcanes?
Jurgen Elsasser: Sí, es cierto. Pero ahora usted puede ver que Joschka Fischer y Madeleine Albright le mandaron a Bush una carta diciéndole que no ataque a Irán. Madeleine Albright precisó que no se puede atacar a todo el que no nos cae bien. Eso es racional.
Silvia Cattori: ¿Usted pudo recoger elementos que ilustran las maniobras de los servicios secretos porque ahora hay gente preocupada ante la evolución de la política internacional que empezó a hablar?
Jurgen Elsasser: Sí. Me apoyé mucho en la información ofrecida por gente que trabaja dentro del «monstruo».
Silvia Cattori: ¿En todo el mundo?
Jurgen Elsasser: Sólo puedo decirle que es gente de Europa Occidental. Es gente que no ha dejado de pensar con su cabeza.
Silvia Cattori: Hubo que esperar mucho para obtener la prueba de las manipulaciones que rodearon el «incidente de Tonkín», incidente que le permitió a Estados Unidos desencadenar la guerra contra el pueblo vietnamita. ¿Las cosas han cambiado hoy, lo que permitiría ripostar a tiempo?
Jurgen Elsasser: Hay mucha diferencia entre la situación de los años 60 y la de hoy. En la República Federal de Alemania, por ejemplo, la gente era favorable a la guerra contra los comunistas en Vietnam. Gran parte de la opinión pública compartía la versión oficial que afirmaba que nuestra república estaba en peligro de ser atacada por los comunistas. Lo que cambió es que hoy la mayoría de la población está contra la guerra, sin discusión.
Silvia Cattori: Usted subraya, muy justamente, el carácter religioso extremista de Bosnia Herzegovina pero, aunque usted duda del apoyo de Israel a esa especie de croquis del emirato de los talibanes, ¿no sobrestima usted el papel de Irán y de Arabia Saudita? Richard Perle era el principal consejero político de Izetbegovic. ¿Los iraníes y los sauditas no exageraron acaso el aspecto islámico con la esperanza de tomar el control de un régimen musulmán que recibía órdenes únicamente de Tel Aviv y de Washington? ¿Izetbegovic no era en realidad un agente de Israel?
Jurgen Elsasser: El Mossad ayudó a los serbios de Bosnia, incluso les dio armas. Nada indica que el gobierno israelí haya ayudado a Izetbegoviv. Fueron los estadounidenses los que lo ayudaron y Clinton se apoyó en el grupo de influencia sionista en Estados Unidos, pero ese grupo de influencia no tenía apoyo del gobierno israelí durante la guerra de Bosnia.
Silvia Cattori: En lo tocante a ciertas fuentes que usted utiliza, ¿son dignas de crédito las afirmaciones de Yosef Bodanski, director del Grupo de Trabajo sobre Terrorismo y Guerra no Convencional ante el Senado estadounidense?
Jurgen Elsasser: Yo no confío en nadie. Se dice que Bodansky tiene vínculos con fuentes del Mossad y eso hace que muchas de sus conclusiones sean sospechosas. Por otro lado, él nos dio a conocer muchos hechos interesantes que contradicen la propaganda oficial. En mi libro muestro las contradicciones en el seno de las élites dominantes de Estados Unidos y, en ese sentido, Bodansky es muy interesante.
Silvia Cattori : En el libro usted escribe: «El terrorismo existe en Kosovo y Macedonia pero, en su mayoría, no lo controla Bin Laden sino los servicios secretos estadounidenses». ¿Duda usted de la existencia de Al Qaeda?
Jurgen Elsasser: Sí. Como lo escribo en mi libro, eso es propaganda fabricada por Occidente.
Silvia Cattori: Da la impresión que, para ir hasta el final, su lógica, la investigación de usted no está terminada. Claro está, Yugoslavia sirvió de laboratorio para la fabricación de redes islamistas y su libro muestra claramente que esas redes sirven a los intereses de Estados Unidos. Sin embargo, usted parece creer en la existencia de redes islamistas internacionales que tendrían una base popular en el mundo musulmán, aunque al mismo tiempo su investigación demuestra que esas redes no son más que mercenarios de Estados Unidos y que nunca hicieron nada por los musulmanes.
Jurgen Elsasser: Mire el ejemplo de Hamas. A principios de los años 90 fue fomentado por el Mossad para contrarrestar la influencia de la OLP. Pero después, Hamas desarrolló su propia base popular y ahora forma parte de la resistencia, aunque yo apuesto que todavía hay agentes extranjeros dentro de Hamas.
Silvia Cattori : Usted mencionó la existencia de espías infiltrados por Estados Unidos entre los inspectores de Naciones Unidas. ¿Podríamos tener precisiones?
Jurgen Elsasser: Ciertos cascos azules de la UNPROFOR en Bosnia transportaron armas destinadas a los muyahidines.
Silvia Cattori: Cuando Peter Handke afirma que los serbios no son los únicos culpables, que son las víctimas de la guerra de los Balcanes, lo marginan. ¿Quién tiene la razón en este asunto?
Jurgen Elsasser: La gente común de todos los bandos serbios, croatas, musulmanes fue la que perdió. Los musulmanes ganaron la guerra en Bosnia con la ayuda de Bin Laden y Clinton pero ahora su país está ocupado por la OTAN. Hoy tienen menos independencia que en la época de Yugoslavia.
Silvia Cattori: ¿Cómo se sitúa su investigación en relación con la de Andreas Von Bulow y Thierry Meyssan?
Jurgen Elsässer: Nosotros compartimos la misma opinión sobre los sucesos del 11 de septiembre de 2001. Pensamos que la versión oficial no es cierta. Todas esas investigaciones combinadas son muy útiles para poder continuar profundizando en la verdad de los hechos. Mi especialidad es haber establecido el vínculo entre las guerras de los Balcanes y el 11 de septiembre mientras que Thierry Meyssan analizó el ataque contra el Pentágono para demostrar que fue realizado con un misil y no con un avión y Von Bulow, por su parte, llegó a la conclusión de que los aviones fueron guiados por un dispositivo.
Silvia Cattori: Thierry Meyssan se ha visto sometido al descrédito y ha sido marginado por los medios de difusión por poner en tela de juicio la verdad oficial. ¿Podrá usted escapar a eso?
Jurgen Elsasser: También existe un bloqueo contra mi libro. Un solo autor no puede romper ese bloqueo. A pesar de todo, eso no puede impedir que nuestras tesis se vayan conociendo. El público no está de acuerdo con lo que dicen los medios. A pesar de ese bloqueo, entre el 35 y 40% de la gente no cree lo que le dicen los medios. Ahí está el ejemplo del asesinato de Kennedy. Hoy en día el 90% de la gente no cree la versión oficial y piensa que el asesinato de Kennedy fue una acción de la CIA.
Silvia Cattori: ¿Sacar a la luz las manipulaciones de los Estados, que utilizan sus servicios de seguridad de forma criminal, puede resultar peligroso?
Jurgen Elsasser: Yo creo que el peligro aparece solamente cuando uno vende más de 100 000 libros. En Alemania, en 11 meses, de mi libro se vendieron nada más que 6 000 ejemplares.
http://www.voltairenet.org/article141434.html
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