CANALIZACIÓN DE MARIA MAGDALENA
Por Traudel Eicher 8 de Junio del 2006
Grupo Los Luceros
Anita Manasse estrellam@sion.com
Buenas tardes, mi querido grupo. Hoy nadie me ocupa mi lugar, hoy me dejan a mí ¿se ponen contentos? sí Yo sí, yo también, yo también, y ¿de qué vamos a hablar? ¿Vamos hablar de la alegría? Porque no los noto muy alegres, no los noto muy contentos.
¿Qué les pasa? Con dolor de huesos No es excusa, no es excusa. Perdón, ustedes tienen que estar contentos en el corazón y en el corazón no hay dolor de huesos. En sus corazones, si se fijan bien, hay mucha alegría, hay mucho amor, hay una niña o niño que quieren ser mimados, que quieren mimar, los quiere mimar a ustedes. Y la mayoría de las veces no le llevan el apunte, se olvidan de sí mismo, se olvidan de ese niño o niña que tienen en su corazón viviendo en paz, en alegría y en amor. Y está muy dispuesto a devolverle a ustedes todo el amor que ustedes pueden dar y que ustedes, sí lo sienten, tienen para ese niño o niña, es lo mismo, que vive adentro de su corazón.
Lo que pasa que muchas veces ustedes piensan con la cabeza, no piensan con el corazón. Me van a decir ¿cómo pensamos con el corazón? Sintiendo, así de simple, sintiendo y permítanse sentir. Sentir con mayúscula, con todas las letras. Sentir toda esa paz, toda esa alegría, todo ese amor que indudablemente existe dentro de ustedes.
Y yo sé que hay veces que nos repetimos, pero queremos que, aunque no sea ya, ya, pero que ustedes cada vez se den más cuenta qué importante es todo lo que tienen dentro de su corazón. Y todo lo importante que son ustedes. Cada uno de ustedes es muy importante para sí mismo y para todos que están alrededor, y ni les hablo lo que es cada uno en el grupo.
Y ustedes saben, sí, lo saben, que en el plan que existe para la Tierra ustedes son un factor muy, muy importante. Así que, les pido, dense cuenta de su importancia, ámense mucho, saquen esa alegría de su corazón y vivan contentos y alegres, vivan ¿por qué no? cantando y bailando que es tan lindo. Y cuando les nace una melodía, cántenla , no la dejen ahí escondida, sáquenla afuera. No te rías, Anita, lo tuyo es otra cosa, lo tuyo viene de otro lado, ya sé por más que tengas también vos melodías en tu corazón.
Y si te dije no te rías, sí, ríete, ríete, ríanse con todas las ganas ¿por qué no? Claro que sí. Quiero que tengan una tarde alegre, contentos, quiero que se vayan de acá hoy con mucha paz. No le lleven el apunte a los dolores que pueden tener. Pasará, pero su corazón siente y su corazón está lleno de amor.
Bueno, un toque de corazón a corazón y un beso en la frente y tengan una hermosa tarde.
Buenas tardes
Gracias, Maria Magdalena
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