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07 junio, 2006

Contengan su respiración amados - Nº 2036

CONTENGAN SU RESPIRACIÓN AMADOS – Junio 2, 2006
Cartas del Cielo® Nº 2036: Acercando la Tierra más al Cielo
 
Gotitas de Luz
Traducción: Renzo - Peru
Edición: Alexiis - alexiis@sion.com
 
 
 
El CIELO se encuentra aquí para alcanzar a cada alma para volver a despertar:
*Nuestra conexión con Dios
*Nuestra creencia en nosotros mismos
*Nuestra conciencia de nuestra valía compartida con Dios
*Paz en la Tierra
*Dios siempre nos está acercando a Él.
 
 
DIOS DIJO: 
 
Cuando piensas que algo es maravilloso o cuando piensas que algo es horrible, ambos son juicios.  Alabar no es menos juicio que tratar con desdén.  Cuando dejamos los juicios de lado, entonces la vida no se detiene y comienza.  Entonces fluye la vida.
Si un río fluye por tu casa, ¿cual es el debate?  Si alguien quiere beber del agua del río y tú no quieres, ¿serás el jefe del río para persuadir o disuadir a otro?  Simplemente estas en las orillas, como ellos.  Ellos tienen su derecho a elegir, como lo tienes tú.  Pero, tu derecho, no suplanta el de ellos.
Cuando ves la vida como una cuestión de bien o mal, te conviertes en un dosificador o retienes la vida.
Amados, ¿cuantas veces habrás cambiado de opinión?  ¿Cuantas veces has estado seguro que un camino era el correcto, sólo para estar seguro después de que otro era mejor?  Sí puedes estar equivocado, ¿será posible de que otro no lo esté?  ¿Será posible  que no importa lo que pienses?  ¿Será posible de que no fuiste mandado a ser un centinela del mundo?  ¿Será posible de que no estás para regular el flujo del río?
Cada adulto tiene el derecho de dar sus propios pasos sin importar lo que pienses.  Si una persona da un paso, es entonces su paso.  Aunque veas que el paso esta libre,  es sin embargo del otro el derecho de usarlo.
Mientras menos juzgues, habrá menos de que juzgar.
¿Bajo que autoridad sientes que debes advertir a alguien?
Nadie tiene que pensar como tu.  Tienen el derecho a sus propios pensamientos, a sus propios gustos y disgustos.  No es para que le digas a nadie que hacer ni decirles que no hacer.  El mundo no es tu jurisdicción, amados.
Con cuestiones de la mente y el corazón, no serás escuchado, o, si eres escuchado, serás escuchado con desconfianza.  Por ejemplo, no puedes interferir con la decisión de alguien que quiere estudiar.  Tienes tus preferencias, y ellos tienen las suyas.  Lo máximo que puedes tener es una opinión.  ¿Cuándo valieron tus opiniones su peso en oro?
Tus gustos cambian.  Hoy algo es lo mejor, y mañana no lo es.  Fue reemplazado.  En este sentido, échale un vistazo a tu propia vida, amado, y deja a otros con la suya.  Vive tu vida, y permite a otros vivir su propia.  Contengan su respiración, amados.
Si es que hay una mente que quieres cambiar, cambia tu propia.  Este es tu derecho y privilegio.  Las opciones que tienes de querer cambiar a alguien son delgadas.  En fin, no intentes alterar el curso de otra vida.
Que alguien elija algo es su problema.  El no tiene que tener tus creencias.  No tiene que tener nada de ti.  Le robaras su opinión.  Cierto, te gustaría dejar algo en su lugar, pero esto no te absuelve de entrar descaradamente a su casa y tratar de extraer algo sin su presencia.  Deja que otros vivan sus vidas sin tu permiso.  Entren a su propia casa, amados, y muevan las cosas a donde quieran.


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