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26 septiembre, 2007

Avistamiento frecuente de ovnis en el Mar de Alborán (España)

El Mar de Alborán, recibe su nombre del islote almeriense de Alborán a 90 kilómetros de la rada de Adra, de unos cinco kilómetros de superficie terrestre. Este mar, ha sido testigo de varios avistamientos ovni en los años 60 y 70, algunos de ellos reflejados en la prensa de la época.

Pero centrémonos en lo que aseguraba el veterano y pionero ufólogo y submarinista amante del mar, Antonio Ribera en su libro "Los doce triángulos de la muerte", A.T.E. (Barcelona), 1976.

En esta obra aseguraba que existían muchos triángulos como el célebre de las Bermudas. Contó doce y uno de ellos los situaba en el Mediterráneo occidental, uno de cuyos vértices se hallaría en este mar nuestro por haberse registrado numerosos casos ovni y también catástrofes aéreas en las que nos centraremos a continuación.

Extrañas desapariciones de aviones

En primer lugar, un accidente que en un principio no tiene nada de especial.

El 15 de mayo de 1969, en la misma región donde sucedió la catástrofe de Palomares; se estrella contra el mar un avión militar tipo <>, con ocho tripulantes a la altura del cabo de Gata a una milla de la costa. Solo el teniente de navío Pedro Mac Kingley Liceaga fue rescatado vivo.

No se sabe cómo ni por qué sucedió el accidente. Lo que se sabe es que este avión viajaba junto con otro del mismo tipo desde Cartagena hasta Jerez de la Frontera.

Una motonave con matrícula de Bilbao rescató al único superviviente junto con otros dos cadáveres. Los cinco cuerpos restantes no pudieron ser hallados.

El piloto nunca pudo explicar las causas del accidente.

<<¡ Vamos hacia un gran sol"! >>

Esto que viene a continuación es lo que le da carácter de excepcionalidad al accidente anterior.

El 2 de julio de 1969 (menos de dos meses después del accidente anterior) desaparece en el Mar de Alborán el avión antisubmarino "An-17" ("Grumman"), siendo buscado inmediatamente por numerosos aviones, helicópteros y unidades de superficie de distintas bases españolas, incluido de las Canarias, lo que hace que el despliegue en este segundo accidente sea impresionante, por lo que se deduce que le dieron una importancia enorme, quizás porque, como dice Antonio Ribera, algo raro supondrían que pasaba ahí.

La tripulación estaba formada por los capitanes del Arma de Aviación S. V. don Antonio González Boado Campillo y don Francisco Blanco Rodríguez, capitán de fragata don Evaristo Díaz Rodríguez y teniente de navío don Eduardo Armado Badillo, así como por los suboficiales especialistas del Ejército del Aire don Ángel A. Francisco Rodríguez, don Joaquín Martínez González y don José Peña Moya.

Las coincidencias entre el accidente anterior y este son considerables. En primer lugar, el anterior avión siniestrado iba a estar en un principio comandado por Boado (quien murió en el segundo siniestro) pero a última hora hubo un cambio. El tipo de avión era el mismo, y el lugar de los accidentes, también. Tampoco en ninguno de los dos casos las autoridades han sido capaces de dar una explicación a los hechos.

Son dos accidentes IDÉNTICOS.

Además, la misión en la que se hallaban en la segunda catástrofe debía de ser muy importante dado que se encontraban en la tripulación altos mandos de la Marina española. Además se encontraron restos dispersos por el agua, como dos asientos. Se pregunta el autor de este libro "¿El simple choque con el agua puede destrozar hasta ese punto un aeroplano?¿No sugiere esto mas bien que el avión se ha desintegrado en el aire, antes de tocar el agua? ¿Y qué causa ha podido motivar esta explosión aérea?".

Además, el último mensaje recibido por radio del avión fue:
<<¡Vamos hacia un gran sol!...!>>
Luego silencio...

Además, quien se salvó del primer accidente por un cambio de última hora, pero pereció en el segundo, el capitán Antonio González de Boado fue unos de los pioneros en la investigación del fenómenos ovnis. Antonio Ribera, autor del libro del que recojo toda esta información poseía cartas suyas. Escribía artículos en publicaciones sobre astronáutica en los que defendía el fenómeno OVNI, además de dar charlas y conferencias sobre el tema. Ribera nunca dice en su libro que muriera, prefiere decir que "desapareció", como si se hubiera ido con aquella luz con la que se toparon y que tantas veces investigó Boado.

Estas aguas cristalinas forman parte de uno de los triangulos de la muerte según Antonio Ribera y guardarán para siempre sus secretos.

http://www.almeriamisteriosa.tk/
http://almeriamisteriosa.iespana.es

1 comentario:

Vernika dijo...

Quisiera crear un espacio para intercambiar información de literatura de ciencia-ficción. Leí la Cuarta Cripta, hace un planteo muy interesante de los OVNIS.