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14 octubre, 2006

Chomsky: Latinoamerica declara su independencia

*LATINOAMERICA DECLARA SU INDEPENDENCIA*
Por NOAM CHOMSKY/ 12 de octubre de 2006/ ALTERCOM

Cinco siglos después de las conquistas europeas, Latinoamérica reafirma
su independencia. Especialmente en el cono sur, desde Venezuela a
Argentina, la región se alza para derrocar el legado de dominación
externa de los últimos siglos y las formas sociales crueles y
destructivas que ella ayudó a establecer.

Los mecanismos de control imperial (la violencia y la guerra económica,
que en Latinoamérica dificílmente serían recuerdos perdidos) están
perdiendo efectividad, señal del giro hacia la independencia.

Washington está ahora obligado a tolerar gobiernos que en el pasado
habrían provocado intervención o represalias. A través de la región, un
vibrante conjunto de movimientos populares brinda las bases de una
democracia con sentido. Como si volvieran a descubrir su herencia
precolombina, las poblaciones indígenas son mucho más activas e
influyentes, especialmente en Bolivia y Ecuador.

Estos sucesos son en parte el resultado de un fenómeno observado
durante algunos años en América Latina por especialistas y organismos
de investigación: a medida que los gobiernos electos se hicieron más
formalmente democráticos, los ciudadanos fueron expresando una
creciente desilusión por la forma en que funciona la democracia, así
como " poca fe " en las instituciones democráticas. Han buscado
construir sistemas democráticos basados en la participación popular más
que en la dominación de los extranjeros y las elites.

El cientista político argentino Atilio Borón ha brindado una
convincente explicación de la pérdida de fe en las actuales
instituciones democráticas. Borón observó que la nueva oleada
democratizadora en América Latina coincidía con "reformas" económicas
dictadas desde el exterior y que socavan una democracia efectiva.

Los conceptos de democracia y desarrollo están estrechamente ligados en
muchos aspectos. Uno consiste en que tienen un " enemigo común ": la
pérdida de soberanía. En un mundo de naciones-estados, es verdadero por
definición que la pérdida de soberanía conlleva una declinación en la
democracia y una merma en la capacidad de llevar a cabo políticas
sociales y económicas. Eso perjudica a su vez al desarrollo, una
conclusión confirmada por siglos de historia económica. El mismo
registro histórico revela que la pérdida de soberanía conduce
consistentemente a la liberalización impuesta, a favor por supuesto de
los intereses de aquellos que tienen el poder para imponer este régimen
social y económico. En los últimos años, al régimen impuesto se le
llama habitualmente " neoliberalismo ". No es un término muy bueno: el
régimen socioeconómico no es nuevo ni es liberal, al menos como
entendían el concepto los liberales clásicos.

En Estados Unidos, la confianza en las instituciones también ha estado
declinando sostenidamente, y por buenas razones. Una gran brecha se ha
abierto entre la opinión pública y las políticas públicas, de la que
rara vez se informa, aunque las personas no dejan de estar conscientes
de que sus opciones políticas son desdeñadas.

Resulta instructivo comparar las recientes elecciones presidenciales en
el país más rico del mundo y en el más pobre de Sudamérica, Bolivia. En
la elección presidencial estadounidense de 2004, los votantes debieron
optar entre dos hombres nacidos entre riquezas y privilegios, que
asistieron a la misma universidad de elite, que frecuentaron la misma
sociedad secreta donde los jóvenes privilegiados se entrenan para
ingresar a la clase gobernante. Ambos pudieron competir en la elección
porque fueron apoyados por casi los mismos conglomerados del poder
privado. Sus programas eran similares y consistentes con las
necesidades de su constitución básica: riqueza y privilegio. Estudios
de opinión pública revelaron que en un conjunto de temas importantes,
ambos partidos están bastante más a la derecha que la población en
general... y la administración Bush dramáticamente más. Debido en parte
a estas razones, hay temas que no figuran en la agenda electoral. Pocos
votantes conocían la posición de los candidatos ante los temas. Los
candidatos son envasados y vendidos como dentífricos, autos y drogas de
moda, por las mismas industrias consagradas a la decepción y al fraude.

Como contraste, considérese a Bolivia y la elección de Evo Morales en
diciembre último. Los votantes estaban familiarizados con los temas,
temas muy reales e importantes, como el control nacional sobre el gas
natural y otros recursos, que tiene abrumador apoyo popular. En la
agenda política figuran, entre otros, los derechos de los indígenas y
las mujeres, así como los derechos a la tierra y el agua. La población
eligió a uno de los suyos, no a un representante de los reducidos
sectores privilegiados. Hubo participación real, no una agitación que
se promueve por una vez cada ciertos años.

La comparación (y no es la única) plantea algunas interrogantes acerca
de si son necesarios programas de " promoción de la democracia ". Dado
su nuevo ascendiente, América Latina podría encargarse de algunos de
sus más graves problemas internos. La región es notoria por la
rapacidad de sus clases ricas, ajenas a la responsabilidad social.
Estudios comparativos entre el desarrollo económico latinoamericano y
del este asiático, muestran que en este aspecto América Latina se
acerca al peor índice del mundo en materia de desigualdad y Asia del
este al mejor. Lo mismo es válido en general para la educación, la
salud y el bienestar social.

Las importaciones latinoamericanas se han orientado fuertemente hacia
el consumo de los ricos; en el este de Asia se orienta a la inversión
productiva. La fuga de capitales desde América Latina se aproxima a la
escala de la deuda, lo que sugiere una manera de superar esta carga
aplastante. En el este asiático, la fuga de capitales ha sido
rigurosamente controlada. Las economías latinoamericanas han estado
también más abiertas a la inversión extranjera que el Asia. Según la
Unctad, desde los años 50 las multinacionales extranjeras han
controlado en América Latina porciones mucho mayores de la producción
industrial que en los capítulos exitosos del este asiático. El Banco
Mundial informó que la inversión extranjera y las privatizaciones han
tendido a sustituir otros flujos de capitales hacia América Latina,
transfiriendo el control y enviando afuera las ganancias, al revés del
Asia del este.

Mientras tanto, nuevos programas que se llevan a cabo en Latinoamérica
están revirtiendo los modelos que se remontan a la conquista española y
que se caracterizan por la vinculación entre las elites
latinoamericanas con los poderes imperiales, pero no entre ellas
mismas. Por supuesto, este giro no es para nada bienvenido en
Washington, por las razones tradicionales: Estados Unidos esperaba
contar con América Latina como una base segura de recursos, mercados y
oportunidades de inversión. Y, como los planificadores lo han
enfatizado por largo tiempo, si este hemisferio se sale de control,
¿cómo puede esperar Estados Unidos resistir desafíos en otras partes?


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*[Ukhamawa: Red de Noticias Indigenas]*
http://espanol.groups.yahoo.com/group/ukhamawa/

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