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06 febrero, 2007

La Dieta del Buen Vivir

Para con los demás

1. Lo que existe en tu interior es lo que darás y por lo tanto es lo que recibirás, ya que para las Leyes del Universo "dar y recibir son la misma cosa".

2. Intenta ver en todas las personas, en todas las cosas y en todas las circunstancias, una misma mente igual a la tuya: la Mente de Dios.

3. Ofrece a los demás comprensión y ayuda en lugar de sentir enemistad y competitividad.

4. Elogia a las personas que alternan normalmente o circunstancialmente contigo.

5. Recuerda permanentemente que tu propósito en esta vida es lograr amor, paz y alegría.

6. Trata de estar con gente que sea de tu agrado y también trata de agradarles.

7. Escapa de los comentarios negativos y desagradables.

8. Brinda la sonrisa a todas las personas con quien te cruces en la vida, aunque al principio te resulte forzado o no tengas ganas.

9. Busca hacer reír a los demás, y sentirás que es uno de los mejores bienes que puedes poseer.

Para contigo

1. Regocíjate de la abundancia que representa despertarse cada mañana frente a la experiencia de un nuevo día.

2. Agradece constantemente todo lo que tienes: desde un fósforo, pasando por tus bienes ya sean muchos o pocos, los seres queridos, hasta el sol si está brillando o la lluvia si está cayendo.

3. Bendice permanentemente todas tus tareas: las livianas y las pesadas, las que te gustan y también las que no te agradan tanto.

4. Alégrate de vivir, de estar sano, de tener familia, o pareja, y amigos, de ser creativo.

5. Esfuérzate por ocupar tu mente con pensamientos positivos, en lugar de los negativos que siempre te abruman: "según pienses así será".

6. Cuida y corrige tu lenguaje y abandona el hábito de protestar y de hablar de escasez.

7. Adopta una actitud de alegría pensando con humor, manteniendo tu mente abierta y permitiéndote "ver" las situaciones que te toca vivir de manera divertida.

8. Ríete todos los días lo más que puedas; si es posible en compañía y, sanamente, ríete de ti mismo y contigo mismo.

Un pensamiento para recordar:

Sin tu sonrisa, el mundo no se puede salvar. Mientras la tristeza se abata sobre ti, la Luz que el propio Dios designó como medio para la salvación se atenúa y pierde su fulgor. Y nadie se ríe, porque toda risa no es sino el eco de la tuya.

Fraternalmente en la luz del amor
Miccael Sais

"Colores en el Viento - Rocio Banquells"

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