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13 octubre, 2007

¿Es posible vivir en paz?

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Para conseguir la paz y serenidad es necesario estar constantemente equilibrando las energías contrapuestas. El equilibrio no es algo estático, sino que es un movimiento constante y compensado. Un vaso con agua tranquila en reposo parece estático, pero las moléculas de agua están entrando, saliendo y moviéndose dentro del vaso compensándose unas a otras.

Si en un ambiente hay mucha credulidad, es bueno plantear una posición crítica para promover el análisis. La crítica puede ser positiva si tiene esta finalidad: compensar una polaridad o promover una mayor investigación o aprender más. El que duda debe estar con la mente abierta a ver las cosas desde otro punto de vista. Es muy distinto al crítico negativo que encuentra las cosas o las ideas malas por principio, sin tener una mente abierta a nuevas posibilidades.

Otro ejemplo de esta idea es el concepto de educador-educando en un proceso educativo. El profesor aprende de sus alumnos y los alumnos en algún momento enseñan según lo aprendido por su experiencia. Los roles se intercambian constantemente. De modo que todos aprenden y todos enseñan.

El no entender o manejar este equilibrio dinámico causa muchas desavenencias entre las personas. Las relaciones humanas se resienten por esto. En la relación de pareja se producen serios trastornos cuando una persona no se pone en el lugar de la otra. La acción correcta debe ser: determinar cual es el polo de mi pareja (activo, pasivo, quiere dar afecto, quiere recibir afecto, está descansando, está cansado, etc.) y luego tratar de poner el polo opuesto para producir un equilibrio. Luego estar atento al cambio. Cuando el otro cambie de polaridad, ver la posibilidad de restablecer el equilibrio cambiando el propio polo. Esto es lo que lleva a una íntima comunicación e intercambio entre los seres humanos. Las experiencias se hacen más enriquecedoras. Recordemos que sólo en lo físico las polaridades son rígidas (somos hombre o mujer), pero en los otros planos es variable.

Para lo descrito anteriormente, no es necesario tener pareja. Un grupo humano, con el que compartamos intereses, nos permite vivir esta experiencia.

Debemos tener pensamientos relacionados con nuestra propia existencia en equilibrio con pensamientos e ideas relacionados con la existencia de los demás.

Acompañar a nuestros pensamientos u oraciones la frase "Que la Paz prevalezca en la Tierra", nos ayuda a que nuestra mente tenga siempre presente el desarrollo de una cultura de la paz.

Sergio Valdivia

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