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21 diciembre, 2006

TAMBIÉN VIVIMOS MIENTRAS SOÑAMOS

Extracto de
TAMBIÉN VIVIMOS MIENTRAS SOÑAMOS
Trigueirinho

Los sueños constituyen un poderoso instrumento para la evolución del hombre; a través de ellos, podemos participar de la vida en varios niveles de realidad y conciencia.

LA PREPARACIÓN

A través de los sueños el subconsciente se desbloquea de todo aquello que permanece reprimido durante el día. En los sueños, de un modo general, somos más libres, exactamente por no ejercer control sobre ellos, aunque en un nivel más avanzado de evolución, sea posible conducirlos al desenlace buscado.
Antes de dormirnos, podemos proponernos no sólo registrar los sueños en nuestro cerebro, sino también abrirnos a su comprensión. Esto se consigue con una aspiración y una voluntad sincera y pura.
Consultar diccionarios de sueños y otras guías similares, es una forma de no llegar jamás a comprender los contenidos, porque cada sueño es único. Aunque dos personas sueñen lo mismo, la interpretació n puede ser diferente para cada una de ellas.
Los sueños pueden ayudar a desbloquear emociones reprimidas como también equilibrar nuestra vida consciente.
Otro motivo es que los sueños pueden contactarnos con niveles más elevados de nuestro Ser, con la superconciencia, desde donde pueden venir orientaciones precisas. Esto es algo que en vigilia no sucede tan simplemente, por causa de distracciones a las cuales el cerebro y los sentidos están expuestos.
Los sueños son capaces de revelar que no existe separación entre los individuos, ni entre los individuos y el universo.
No siempre el mensaje total que debemos recibir está contenido en un solo y mismo sueño. A veces, tenemos una serie de sueños, como si fueran capítulos de un libro o de una historia con indicaciones fortalecidas poco a poco.Por esto, cuando tenemos varios sueños en una misma noche, en noches continuas o espaciadamente, es interesante anotarlos con la mayor fidelidad posible y ponerles fecha. Después de cierto tiempo verificamos que acompañarlos es como leer un libro y que parte de la indicación está en un sueño, pudiendo la conclusión estar en otro. A primera vista tales partes hubieran podido parecer inconexas entre sí.
Cuanto más profundizamos en este tema, vamos teniendo más sueños simbólicos ligados a hechos no concretos, de acuerdo a cómo pensamos. En varios casos, esos sueños simbólicos pueden ser considerados el lenguaje de nuestra alma.

Conviene que seamos capaces de registrar el sueño con fidelidad, sin agregarle nada.
Los detalles que surgen durante el sueño siempre son importantes y reveladores.
Si me contacto en silencio con el símbolo que vi y me quedo quieto, eximiéndome de dar una opinión personal, probablemente comenzarán s surgir muchos otros elementos.
Por ej: una puerta, era blanca, tenía el picaporte del lado izquierdo, etc.-. Esos detalles pueden tener un significado específico, que emergerá dentro de mí y no a través de explicaciones mentales sino de estados de ánimo que me transforman.
Si a pesar de quedarme quieto frente al símbolo, en una actitud imparcial, no consigo llegar a ninguna conclusión, esto no tiene importancia; por el simple hecho de haberme quedado quieto, tranquilo, impasible e impersonal, permito que el símbolo me transforme. Por ser él un concentrado de energías de otro nivel, con mi actitud imparcial, a pesar de no comprenderlo, termino entrando en contacto con la energía que trae.
Si me viene un símbolo y no lo entiendo, es señal de que vino para que yo simplemente permanezca delante de él, nada más.
EL SUEÑO PROFUNDO y algunos tipos de sueño.
Los sueños ocurren primeramente en el período que va desde el adormecimiento del cuerpo físico hasta alcanzar el sueño profundo. En éste, cuya duración es de unos pocos minutos, no hay sueños. A través de él nos reabastecemos de la energía íntima para continuar la vida.
En el período de retorno del sueño profundo a la conciencia de despierto, recomienzan los sueños. Si durante el día, conseguimos cultivar una actitud de inofensividad, de no crítica, de no juzgar, de ausencia de expectativas, de no-ambición, veremos que el sueño será bueno y el sueño profundo realmente restaurador.
Generalmente estamos sujetos a tres factores: la ilusión mental del tiempo y del espacio, la conciencia de ser un ego personal y los condicionamientos sobre la sexualidad. Esos factores, limitaciones de las que tampoco estamos libres durante la vida de vigilia ni durante los sueños, no existen en el sueño profundo.
Si no tenemos un sueño profundo, total, durante algunos minutos en las veinticuatro horas, el sistema circulatorio y el digestivo comienzan a presentar trastornos, desde el punto de vista mental esto impide que veamos las cosas con claridad.
Tanto la energía de la religiosidad (considerada como la unión entre los niveles de la personalidad y la superconciencia) , como la energía que nos despierta para la filosofía, provienen del sueño profundo. No son los estudios ni las experiencias de vida que nos vuelcan hacia esas disciplinas; lo que nos lleva, con el tiempo a aproximarnos a la realidad religiosa, y a la filosófica es el contacto de algunos minutos -contacto repetido durante toda la vida- con lo profundo del Ser a través de este tipo de sueño.
Llamamos sueños comunes, normales, a los que son producto de la vida de los deseos.
El deseo es una secreción del cuerpo emocional.
Antiguos deseos que tuvimos en vidas pasadas, también pueden manifestarse en sueños no ambientados en la vida actual.
Otro nivel de la vida de los deseos que puede dar origen a sueños comunes es el astral, o emocional colectivo.
Cualquiera sea el sueño o la experiencia que tengamos, debemos estar igualmente agradecidos. Un sueño, provenga del nivel anímico o de los niveles de la personalidad, siempre es de valor para quien lo capta. Al estudiarlo, ordenamos los temas en nuestra mente; y si somos agraciados, comenzamos a percibir un valor nuevo, que nos sirve como instrumento de transformació n. La comprensión de la esencia de este trabajo con los sueños puede llevarnos a liberarnos de los deseos y abrirnos para la inspiración superior y la voluntad del alma.
Hay procesos que posibilitan que nos concienticemos de la vida de los sueños. Entre ellos tres son bastante usados. El 1º) es el autoanálisis, pero que al reconstruir y revivir una situación antigua, terminamos dándole una fuerza mayor.
En la psicología espiritual, se usa el 2º y 3er de los procesos, juntos o separados, según el caso.
El 2º) de ellos consiste en posibilitar al individuo una vida creativa, organizada, en la cual él abandone su pasado, dejando de actuar sólo para sí como hacía, y comience a dedicarse a una vida altruista.
Según la psicología esotérica, el 3er) método consiste en ayudar al individuo arecordar que es un alma, un ser espiritual.
Muchas veces ocurren sueños que tienen continuidad con otros posteriores. Esto nos ayuda a reconocer la continuidad de la vida; ella no se interrumpe nunca, como pensamos.
No siempre las asociaciones que hace la mente son útiles para la comprensión de los sueños. Hace falta libertad mental y disponibilidad para permanecer delante de un sueño como si fuese el primero en la vida, como si el proceso se iniciase en ese momento, sin permitir la entrada, en su estudio, de ningún preconcepto creado anticipadamente por la personalidad.
Ponernos ansiosos al despertar después de un sueño puede crear un bloqueo e impedirnos soñar nuevamente por algún tiempo. Por esto, la ansiedad es uno de los primeros obstáculos a liberar. Cuando tenemos una meta mayor, como la de abrirnos a la conciencia de la vida del sueño, en general las pequeñas ansiedades se rinden.

DORMIRNOS CORRECTAMENTE

Al prepararnos para dormir el yo superior reúne todas las energías disponibles y las lleva hacia la región del centro cardíaco. Importa acompañar este movimiento para interiorizarnos y partir hacia un sueño tranquilo, en dirección a niveles más profundos.
Cuando seguimos ese movimiento del yo superior, debemos descartar los pensamientos que pasan por el cerebro.
Cuando el cuerpo físico y el cerebro duermen, el alma se recoge en su propio nivel: la cuarta dimensión, la mente superior, o el llamado plano más alto del mental. Desde ahí, el alma puede, o no, enviar impresiones para los cuerpos de la personalidad. Si éstos estuvieran preparados y en reposo, pueden ser atravesados por los mensajes del alma y transmitidos del mental al emocional, del emocional al etérico y de éste al cerebro físico. Así, cuando después del sueño despierte habrá registrado en el cerebro lo que envió el alma. Si no fuera posible obtener una apropiada relajación, el mensaje no podrá pasar ni siquiera las barreras del mental, nivel más próximo a la región del alma.
Si en el proceso de relajarnos percibimos que las preocupaciones del día aún nos acompañan, podemos usar el recurso de recapitularlas a la inversa. Tal revisión debe ser calma, atenta e imparcial, para no promover nuevas asociaciones con hechos ya vividos. El efecto práctico de este trabajo es que todo lo que sucedió en el día se desarrolla en el cerebro, como episodios de una película, y acaba liberándose.
Si se duerme la persona durante esta recapitulació n no tiene importancia si la intención ha sido de completarla, ya que el proceso de recapitular puede continuar mientras dormimos.
Conviene recordar que precisamos que el emocional permanezca en estado de relajación, porque la contraparte etérica del cerebro queda en contacto con él, recibiendo tanto sus corrientes positivas como las negativas.
Si el emocional no se relaja antes de comenzar el sueño, permanece en contacto con los cuerpos emocionales unidos y, entonces, recoge sentimientos, impresiones y sensaciones experimentadas durante el día. Debido a su capacidad de dramatizar, con el material recogido, crea una historia, historia que el cerebro registra y presenta como si fuera un sueño auténtico.
Podemos relajar el emocional procurando una buena posición para dormir -aquella en al cual el cuerpo se sienta más libre y a gusto- y liberando al cerebro de los hechos del día a través de una recapitulació n a la inversa. A esta altura, el emocional debe estar deseando tener una noche tranquila, que el cuerpo físico y el cerebro se duerman y que él mismo esté listo para servir de transmisor a los mensajes del alma.
En el momento de la recapitulació n, el emocional asume la tarea de desidentificarse de todo lo que ocurrió durante el día, y se relaciona con el deseo de tener una noche calma e instructiva. .
El mental pensante, o mente concreta, también es capaz de producir sueños por cuenta propia, porque cuanto ocurrió durante el día, en la vida cotidiana, queda impreso en ella.
El trabajo en el cuerpo mental nos permite aprovechar la energía de la voluntad, que no se encuentra en otros cuerpos de la personalidad. . Para no sufrir influencias de pensamientos externos, individuales o colectivos, basta que antes de dormirnos construyamos una protección diciéndonos lo siguiente?: No quiero que el mental registre lo que pasa fuera de mí, ni que haga contactos con quien haya estado durante el día, porque no quiero soñar lo que sueñan esas personas, ni tener sus pensamientos impresos en mi cerebro.?

Resumen : Pasos que preparan a los cuerpos para el sueño

- Relajación del físico
- El trabajo del cerebro recapitulando a la inversa los acontecimientos del día
- El deseo emocional de tener una noche instructiva
- La voluntad mental de no sufrir interferencias.

Otra técnica:

Consiste en un cuidado especial de ese momento límite que precede al dormirnos, momento en el que no estamos ni despiertos ni dormidos, en el que vamos perdiendo la conciencia y entrando en lo onírico. Ahí, el último pensamiento conciente debe ser positivo y estar imbuido de la voluntad de ir hacia un nivel bien alto, superior: un pensamiento que sea la afirmación de un mundo espiritual. Esto determina una vida de sueños más adulta.
Este procedimiento no es sólo válido para cada una de nuestras noches sino también para el momento en que vamos a desencarnar. Al entrenar nuestros mecanismos al acostarnos cada noche, nos volvemos aptos para hacer ese ejercicio fácilmente en el momento de desencarnar, solo con una repercusión aún mayor: el último pensamiento determina una serie de condiciones para la vida futura.
El uso de estas técnicas, o de otras, no deber ser permanente. Alcanzado el autocontrol, cada persona descubre su disciplina propia, y finalmente hace todo de manera simple y natural, a su modo, pudiendo hasta conseguir orientación interna a tal respecto, lo que a cierta altura suele ocurrir.

DESPERTARNOS CORRECTAMENTE

Existe un momento de percepción muy breve, un instante, en que percibimos estar despertando y en el cual recapitulamos lo que ocurrió durante la noche.
Es en ese momento de percepción cuando más necesitamos tener cuidado para no permitir la entrada de preocupaciones, o del programa para el nuevo día. Por lo tanto, al tomar conciencia de que estamos despertando, intentemos en ese instante, permanecer inmóviles, sin pensamientos.
Al alcanzar ese silencio percibimos el despertar del cuerpo y nos cuidamos de no moverlo, especialmente la cabeza.
Si algún sueño necesitara venir a la memoria, esto podrá ocurrir en ese momento especial; si recordamos apenas una parte, basta tenerla presenta para que las restantes vayan surgiendo poco a poco y la totalidad se recomponga. Aunque apenas recordemos una parte, ésta puede ser útil.
No siempre el sueño entero ofrece material para la reflexión. Según parece, tenemos un mecanismo inteligente que selecciona apenas lo que nos es necesario recordar.
Una vez que hemos recordado el material del sueño, lo anotamos antes de pasar a otro que pudimos haber soñado la misma noche. Escribamos lentamente lo que logremos recordar, sin agitación, con el máximo posible de delicadeza y armonía. Después de anotar los puntos básicos de un sueño, o su totalidad, pasamos al recuerdo y estudio del segundo sueño que esté viniendo a nuestra memoria y así sucesivamente.
Si por ventura no tuviéramos éxito en el intento de rememorar un sueño, al levantarnos debemos continuar imbuidos de la misma disposición, alertas y abiertos para la eventual recepción de algún mensaje. Basta permanecer con esta intención durante todo el día para que se abra el canal que en el curso de las tareas normales permita acceder al recuerdo de los sueños.
Después de una noche creativa seguramente habrá transformaciones en nosotros, principalmente si el sueño profundo resultó provechoso. Si estos mensajes no quedaran apenas en el nivel del subconsciente o del propio inconsciente y la personalidad tomara cuenta de ellos, ésta podrá cooperar con el proceso.
Hay quienes tienen ideas fantásticas al despertar. Para desarrollar esa capacidad se recomienda que, antes de dormir, expongan con claridad el asunto a ser resuelto y lo entreguen a la supraconciencia. Al enviarlo para lo más profundo del ser, y no pensar más en él, la solución podrá imprimirse en el cerebro físico en el momento de despertar.
Quienes usan despertador ignoran que el cuerpo físico tiene una conciencia propia, capaz de atender a pedidos que le son formulados. Despertar en la hora en que necesitamos es uno de los servicios más comunes que esa conciencia puede prestar.
Como siempre está activa, basta pedirle que despierte al cuerpo físico en determinado horario y ella lo tomará en cuenta rápidamente.
Conviene recordar que, a pesar de que adoptemos todas estas actitudes positivas, lo que ocurre en los niveles internos durante el sueño escapa de nuestro control.

LA AVENTURA DE LA NOCHE

Debemos crear en nosotros un estado propicio para que sea posible la revelación a través de los sueños. Una de las estrategias básica es considerar la vida durante el sueño y a la del sueño como una continuación de la vigilia y viceversa.
Considerar tanto nuestra vida sobre la Tierra como seres encarnados, nuestra vida en otras dimensiones como desencarnados, y también los estados de vigilia y de sueño como meras facetas de una existencia única, resulta muy sabio y facilita el contacto, a través de los sueños, con los mundos superiores.
El estudio de los sueños de las primeras horas de la noche, en general, es de poco interés. Normalmente, tales sueños son reflejos de la actividad desarrollada durante el día.
En relación al insomnio, de un modo general, se puede decir que es causado por el miedo de volvernos concientes de ciertas revelaciones que nos puede hacer el sueño.
La solución para el insomnio aparece cuando la persona se decide a buscar la verdad, sin ningún temor.
También el hablar mientras dormimos puede ser explicado como una negativa del cuerpo mental del individuo a dejar adormecer el cerebro. La mente, al continuar ligada a los acontecimientos del plano físico, se habla y transmite parte de lo que ocurre.
Se observa que en los plenilunios se habla más durante el sueño. Esto ocurre porque las fuerzas de la Luna ejercen mayor influencia sobre la naturaleza animal del hombre y estimula su lado físico, cerebral, tanto como el astral.
La calidad del sueño depende de que estemos o no muy volcados en la vida física material y del grado de desapego que tengamos en relación a sus problemas.
Notemos que la meta es el trabajo en los niveles profundos, a pesar de que el tránsito por un rápido período en los planos intermedios sirva para liberar represiones.
Ritmo Cósmico
El crepúsculo representa un momento de relajación general y esa sería la hora de irnos entregando a la necesaria soltura.
Hasta las 22:30 hs., todavía no es de noche, pero sí un período intermedio. Desde esta hora hasta las 2:30 hs.,estamos en la noche profunda.
Las energías del día, como la luz del sol, son un llamado para el exterior, para la actividad externa a nosotros y para la lucidez de la acción; las nocturnas nos conducen a una actividad interna, a reunirnos con las fuerzas en el propio centro de la conciencia.
Considerando esto, si podemos ya estar dormidos entre las 22;30hs. ylas 2:30hs de la madrugada, estaremos más armonizados con las circunstancias energéticas de esas horas.
Un rechazo, aunque inconciente, de querer saber la verdad sobre nosotros mismos también puede impedirnos tanto el recordar los sueños como el tomar conciencia de la vida onírica, en que vemos exactamente como somos.

ALGUNOS CUIDADOS

Usarla candidez con los otros es uno de los puntos clave del comportamiento para permanecer conciente durante los sueños.
El espíritu crítico carga la mente de tensiones, que endurecen el cerebro y afectan su sensibilidad.
Los egocéntricos, que sólo piensan en sí mismos, se distancian de su mundo superior; a pesar de estar presentes dentro de ellos, no los perciben.
Debemos evitar la excesiva preocupación en ser prácticos, en actuar sólo apuntando a obtener algo en retribución.
En el sueño, esta ?practicidad? y utilitarismo son inútiles, porque en tal dimensión no es necesario luchar para obtener aquello que precisamos -todo nos viene como en un pase de magia, si tiene que venir.
Para disolver pesadillas se puede utilizar la señal de la cruz. Si antes de dormirnos tomamos la decisión de hacer esta señal durante el sueño, en caso que la necesitemos, por cierto que nos acordaremos de hacerla.
Cuando eliminamos en la vida de vigilia nuestras tendencias a la posesividad, a la agresividad y al egoísmo, las pesadillas no pueden darse más. Esas tendencias son las puertas abiertas para la entrada de fuerzas astrales que producen ese tipo de sueño.
Muchas ?entidades? que nos atormentan en los sueños son formas de pensamiento y no seres, de acuerdo a lo que suponemos.
Finalmente, la condición fundamental para que la vida de los sueños sea equilibrada y sana es que tengamos clara la idea del servicio altruista, indispensable hoy, dadas las nuevas energías llegadas de la constelación de Acuario y que están impregnando el planeta Tierra.

CONSECUENCIAS DE LOS SUEÑOS

El primero es que, a través del sueño, nos puede ser presentado el hecho de la reencarnación.
El segundo aspecto es que podemos percibir, a través de un sueño, que existe el alma. Actualmente es posible que soñemos con un símbolo en el cual identificamos al yo superior ( por ej.: un pájaro).
El tercer punto del que podemos tomar conocimiento a través de los sueños es que realizamos ciertas actividades mientras dormimos. Hay personas que ayudan a sus semejantes en el plano sutil más fácilmente que en el plano físico.
El yo superior puede continuar trabajando a través de los vehículos sutiles durante la noche, mientras el físico duerme.
Estos trabajos constituyen un ?servicio?, regulado por el yo superior del individuo, que tiene su propia vida en niveles elevados de la conciencia, pero cuyos cuerpos astral y mental pueden salir a voluntad para la ejecución de determinada tarea.

SUEÑOS COMUNES Y SUEÑOS MENTALES

En general no damos importancia a los detalles. Entre tanto, algunos aspectos en los sueños precisan ser advertidos, como por ejemplo, el lado (derecho o izquierdo) en que un objeto, o ser, se encuentra. El lado derecho es positivo y el izquierdo negativo(en una carta, si la estampilla está a la derecha del sobre, debo escribirla; si está a la izquierda no).
Hay sueños que son mera continuación de la vida diaria, sin ningún valor simbólico o evolutivo. Podemos aprovecharlos para observar cómo estamos actuando- lo que nos permitirá una revisión de nuestras actitudes cuando estemos despiertos.
Los sueños de naturaleza mental, son más útiles que los del mundo astral-emocional. En ellos quedamos más en contacto con ideas e ideales, y no tanto con las emociones y los sentimientos humanos.
Cada mente superior tiene su método de hacer contacto con el conciente. Siendo así, delante de los sueños mentales debemos tener paciencia, una vez que todo nos es presentado según el tipo de energía manifestado por nuestra mente. Cuando el mensaje es incompresible para lamente normal, significa que la comprensión o la síntesis ocurrieron en otro nivel.
Ideas creativas y figuras geométricas también forman parte del mundo mental y de ellas proviene mucha energía. En estos casos, en vez de recibir una respuesta proyectada en el astral como si fuese un film con argumento, puede aparecer un símbolo geométrico de carácter sintético.
Si estamos realmente interesados en tomar conciencia del material onírico, el destino y las energías superiores, que son omnipotentes, nos dan claridad y los medios necesarios para eso, en todos los niveles.
Si la conciencia está excesivamente polarizada en el mundo material denso, nos cuesta salir del cuerpo físico, mientras éste duerme; si las emociones de la vigilia nos aprisionan, no conseguimos durante el sueño superar el plano astral emocional.
Sueño Astral
Son semejantes a los que ocurre en el plano físico. Si podemos tocar en el sueño algún objeto, sentir olor, sonidos y todo lo que es percibido por los sentidos físicos es del plano astral. A medida que alcanzamos niveles más elevados, percibimos que todo puede permanecer igualmente claro, aunqueno con el mismo grado de materialidad -estamos frente a otro sentido que el real.
Sueño Mental
En el mental los sueños no tienen color. No se puede decir que sean blancos o negros, porque se trata de un blanco y un negro que desconocemos en el plano físico. A medida que vamos subiendo de nivel de conciencia los sueños van perdiendo cada vez más, la semejanza con lo que pasa aquí, en el físico.
¿Cualquier persona que alcance un nivel, donde estar despierto no sea diferente a estar dormido, debería proteger esa conquista. Nuestra capacidad de hacer eso depende de nuestra profundidad. ?
Huai-Chin Nans

LA FUNCION ESPIRITUAL DE LOS SUEÑOS

Sino pasáramos cierto tiempo desencarnados, el yo superior no podría vivir sobre esta Tierra, como es necesario que ocurra durante algunos períodos, para su mayor experiencia y oportunidad de servicio.
Si la conciencia no se retirase del cuerpo físico y no buceara en niveles más profundos, dejando así de recibir influencia externa, no sería posible continuar la vida aquí; por lo menos cada veinticuatro horas necesitamos esa restauración.
No podemos contar sólo con la conciencia de vigilia, porque ella está limitada a las vibraciones más densas y menos favorables a los contactos sutiles. Si los vehículos astral y mental de la personalidad no sales durante el sueño y no toman conciencia de otros planos d vida, no podemos percibir ciertos hechos con la claridad debida.
Debemos estar atentos cuando tenemos sueños que son estímulos espirítales. Ellos pueden ser desviados no sólo por el material disponible en nuestra mente incapacitada para este tipo de vibración, sino también perjudicados por la opinión de terceros, no siempre sintonizados con lo inusual.
Otro tipo de obstáculo que nos impide relacionarnos correctamente con nuestro mundo interior, es considerarnos demasiado importantes -lo que lleva a la mente superior a permanecer recogida en ese nivel. Cuando juzgamos necesario buscar en la superconciencia apenas aquello que seleccionamos, incurrimos en una falla técnica, porque, en una realidad más profunda, todo es esencial.
Otra actitud que nos impide recibir luz de estos niveles es el hecho de vivir según fórmulas, esquemas que conocemos muy bien y a los cuales ya estamos habituados.
Si nos asustamos con lo inusitado que llega de la superconciencia, hallando absurdo lo que nos dice, nos alejamos de sus influencias. Tenemos que aceptar con naturalidad, sea lo que fuere, sin hallar que es absurdo, demasiado diferente ni inesperado.
En verdad, lo que nos lleva a comprender un mensaje espiritual es la postura de silencio delante de él, aguardando que su significado se manifieste, o no, o sea, permaneciendo inexorable, fieles y sobretodo, quietos.
Otra condición básica para que este proceso acontezca naturalmente es que nos fijemos sólo en él, como nuestro objetivo final y único.

EL SUEÑO EVOLUCIONADO

Nos referimos a sueños que resultan de un comienzo de contacto con el alma o de la experiencia de los que ya lo tienen desde hace más tiempo. Esto ocurre gradualmente, a medida que realizamos la purificación de la personalidad -y esta manifestación varía de acuerdo con la energía del rayo de cada alma; según su naturaleza será su tendencia.
Normalmente, recibimos el mensaje del alma, cuando la conciencia está recogida en el centro cardíaco ( y no en el cuerpo emocional o más abajo). Esta zona de la conciencia corresponde a la región del cuerpo etérico-físico que, simbólicamente, representa la vida del alma: la región del pecho, en su sentido profundo.
Después de un sueño de valor espiritual, hay siempre una modificación en la conciencia del individuo y, cuando él despierta, se encuentra en otro estado y se siente otra persona.
Otra característica de estos sueños, además del cambio de conciencia que se vuelve más depurada, es que su significado se torna de tal modo claro e inmediato que permite mayores reflexiones.
Sueños o visiones pueden venir de los niveles abstractos del ser e imprimirse en la conciencia, sin que atraviesen el plano mental ni el emocional. Vienen de la cuarta dimensión, o nivel del alma, y pueden imprimirse directamente en el cerebro físico, sin mayores interferencias. Por esto son inequívocos, y quien los experimenta no tiene duda de seguirlos, a pesar de que traigan sugerencias y órdenes totalmente inusitadas.
A medida que profundizamos en el estudio de los sueños, estos pasan a referirse, cada vez más, a trabajos de grupo, o a los asuntos de ámbitos mayores. Los sueños también progresan, porque siguen la energía que envuelve al planeta en determinados períodos cíclicos. A no ser en casos de poca higiene mental o emocional, los sueños modernos son limpios, alegres, sintéticos y constructivos.

LOS SUEÑOS COMO MENSAJES DEL ALMA

Para comunicarse con nosotros, el alma utiliza material de nuestra propia memoria. Por esto, un símbolo percibido por un individuo resulta adecuado solo para él. El camino más corto para interpretar un símbolo que no entiendo es, sin duda, callarme acerca de lo que vi, volverme para mi centro y aguardar que el significado venga desde mi interior. Esto ocurre porque, a veces, el alma usa símbolos que hablan respecto de nuestras experiencias de vidas anteriores.
Cierta vez, un coordinador de un pequeño grupo de meditación pidió orientación interna respecto de dos personas interesadas en participar de las reuniones semanales. Como respuesta, tuvo la visión de dos compartimientos conectados entre sí, totalmente desconocidos para él. En uno de ellos, el de la derecha, estaba uno de los candidatos. En el de la izquierda, el otro. De repente, los dos compartimentos se separaron y el de la izquierda quedó a oscuras. Esta visión le sirvió para revelarle quién debía permanecer en el grupo y quién no debía ser admitido.
Es fundamental observar que el mensaje del alma no contiene juicios. No hay ningún juicio crítico ni nadie condenado. Simplemente el hecho es mostrado sin el menor comentario.
El alma dice ?no? sin emitir ningún concepto. Al mostrar que un personaje está a oscuras, el alma lo hace de modo de no excluirlo de la totalidad de la vida y de no eximirlo de cualquier responsabilidad por lo que pueda estar ocurriendo dentro o afuera de nosotros. Siendo la vida una totalidad, no hay acto ajeno que no nos diga algo al respecto, tanto como no hay actos nuestros, físicos, emocionales, o mentales, que no influyan positiva o negativamente sobre otra persona, o sobre otros seres.
En los días actuales, las condiciones de la Tierra llevan a las almas a ser claras en la transmisión de sus objetivos. Uno de los puntos importantes en el trabajo actual es la dispersión de energías. A veces, el sentimentalismo y las convenciones sociales nos llevan a una actitud de contemporizació n con las personas y situaciones que nos perjudican en nuestra meta, constituyéndose en instrumentos de desperdicio de energía.
En busca del esclarecimiento, podemos usar dos procedimientos, uno de los cuales resulte de menor resistencia para nosotros. En el primero, le preguntamos aquello que estemos necesitando saber; en el segundo, simplemente nos abrimos a su orientación, sin preguntarle nada.
Si vemos todo de forma positiva, acabamos por captar lo real. Es importante tener claro que nuestro proceso es el espejo de una etapa que estamos viviendo en determinada encarnación, y que sus características no son eternas, sino mutables.

LOS SUEÑOS PROFÉTICOS

Los sueños proféticos pueden ocurrir en el hombre común, cuando el alma ve la necesidad de transmitir algo importante a los vehículos que ella habita.
En ciertos casos la transmisión de la profecía es hecha como una advertencia al yo conciente, como indicio de que debe cambiar algún comportamiento básico. En otros, es un llamado para que el ego humano colabore de modo benéfico en algún acontecimiento que está por ocurrir. Existe inclusive el caso de un sueño profético que apenas nos prepara psicológicamente para lo que está por venir, inevitablemente a nuestro campo de experiencias. Este tipo de sueño puede también apuntarnos algo que debemos evitar.
Constantemente los egos humanos, a través de sus vehículos, son puestos a prueba por el yo superior que los mueve, en el trabajo de volverlos ágiles y alertas, aptos para una vida más amplia. La parte humana de un individuo debe volverse adecuada para actuar, sentir y pensar, de forma tal de llegar a ser creativa en el mundo de las formas.
Podemos tener sueños premonitorios pero éstos carecen de la misma claridad de los proféticos. Un sueño premonitorio carga, mezclados, elementos emocionales, sentimientos, sensaciones y sufrimientos. El sueño premonitorio puede dejar dudas respecto de su veracidad, pero el profético es indudable. Frente a ambos conviene mantener la calma, tanto tratándose de avisos drásticos como de perspectivas felices. No debemos dejarnos influenciar por ellos, sea a través de sentimientos de depresión o de euforia.
Los sueños, las experiencias y la quietud pueden ser infinitamente creativos, si permanecemos abiertos a ellos...

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