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20 diciembre, 2006

La Encarnación de Monjoronson

La Encarnación de Monjoronson
El Primer hijo magisterial de urantia

traducción: Anita Manasse
estrellam@sion.com.


Nuestra tierra, llamada Urantia por el universo, no tiene memoria de otros Hijos encarnados antes del otorgamiento de Jesús hace dos mil años atrás. Fue Jesús el que trabajó con las multitudes para que escuchen su llamado para conocer al Padre, y ahora viene su Hermano, Monjoronson para ser visto por los ojos humanos y con voz humana para llamar a la gente hacia su Padre una vez más. Jesús y Monjoronson nos llaman de regreso a nuestras raíces espirituales, a nuestros propósitos iniciales como criaturas vivientes del Padre-Creador, y en esto, sus misiones son iguales. Sin embargo, el tiempo cambia al hombre, y por lo tanto, el tiempo también cambia a las misiones divinas. Jesús representa un reciente paso pasado hacia nuestros destinos planetarios y humanos mientras que Monjoronson trae consigo planes más nuevos hacia algunas de las metas idénticas recapituladas para la era moderna. Los otorgamientos, encarnaciones, misiones magisteriales y otras formas, son los procesos utilizados por Dios para tomar contacto directo con la gente que ha señalado que están listos para un cambio.

JESÚS Y LA MISIÓN MAGISTERIAL

Hace dos mil años atrás, el Hijo del Creador encarnó en nuestro planeta como el hombre de Nazareth, Joshua Ben Joseph, el que vivió la vida de un hombre promedio de aquella época. El Hijo del Creador, como el Jesús encarnado, quería aprender y saber, para experimentar actualmente la vida emocional, intelectual y espiritual como se la vivía en Urantia. Su vida terrestre fue como un hijo de hombre, seguido por la segunda fase como el Hijo de Dios, enseñando y revelando al hombre a Dios y Dios al hombre tal como nunca antes se lo había hecho.

Hoy en día, dos mil años y pico más adelante, Jesús le ha pedido a su hermano Espiritual para que encarne para continuar el trabajo en el punto en que él, Jesús lo había dejado. Jesús dijo que en su trabajo, sea quien sea que haya visto un Hijo Creador ha visto al Padre. Cuando un Hijo Magisterial encarna, sea quien sea que vea a un Hijo Magisterial ha sido al Hijo Eterno. Jesús fue y es un Hijo Creador con plena soberanía sobre su universo, del cual nosotros somos parte, mientras que un Hijo Magisterial trabaja bajo su dirección, no tanto para lograr el conocimiento de cómo es el hombre – que es lo que hace – pero para adjudicar la tierra y reasignar al personal espiritual trabajando en un planeta con respecto a sus nuevas tareas como la dispensación cambia.

Jesús, antes de abandonar nuestro planeta, le pidió a Gabriel, su ejecutivo principal, para invocar una amplia dispensación planetaria para traer a los sobrevivientes dormidos a los salones de la justicia. Monjoronson comenzará su misión en Urantia invocando otra dispensación, pero esta vez no solamente llama de regreso al hogar las sobrevivientes dormidos de una era, sino que llama a toda Urantia a la justicia, al planeta mismo junto con los vivos.

Jesús resucitó al planeta de la oscuridad de la rebelión y ahora Monjoronson la limpiará de la maldad hecha durante tantos años. Hay distintas acciones, cada una tomada en su momento de necesidad.

La adjudicación de Urantia por Monjoronson no será irascible sino hecha con perdón y misericordia para todos. Su misión es una de misericordia divina derramándose sobre la tierra para traer la corrección a todas nuestras instituciones sociales y culturales, que han contravenido con el plan divino debido a la rebelión. En forma similar, su misión es para cada persona, capaz de responder al llamado del Hijo, al cual se le pedirá que muestre misericordia y perdón frente a su hermano sea cual sea la causa. Cuando el hombre sinceramente entra en comunión con el Padre y el Hijo para perdonar tal como es perdonado, ahí entra una nueva fase de la vida realmente libre de las vicisitudes de la ira y del juicio. Semejante es el espíritu de la nueva era a venir.

LA RELACIÓN DE MONJORONSON CON LA SEGUNDA VENIDA

El Hijo Creador como Jesús ha afirmado que él va a regresar. Esta es una promesa única que es totalmente distinta de la ida y venida de otras acciones divinas por cuenta de nuestro planeta. Jesús, como Miguel de Nebadón, el Hijo Creador del Padre, siempre observa su planeta otorgado con el mayor interés constante, y nunca deja de actuar para brindarle a este mundo todo lo que pueda asimilar para su beneficio. El Hijo Creador se ha ocupado de que nuestra esfera y su gente reciban nuevas revelaciones y nuevas enseñanzas, con tanta información como pueda suministrar, con sabiduría.

Su revelación continua fluyendo hacia nosotros a través de diversos medios divinos y humanos, tales como por medio del Libro de Urantia y los medios de su activación a través de diversos programas modernos que incluyen la Misión de Enseñanza. Es a través de la Misión de Enseñanza que Miguel de Nebadón, el que una vez encarnó como Jesús, habló de aquellos momentos finales oscuros al dejar su vida mortal con estas palabras a un grupo de Sarasota Florida, el 5 de Abril de 1992.

“Yo deseo borrar ese momento en el tiempo, para que sea reemplazado por la inexplicable alegría que siempre es el Plan del Padre. No les toca a ustedes derramar más lágrimas por el evento de hace dos mil años atrás. Ha pasado. Ha sido hecho. Mi regreso es para aliviar de los corazones de los hombres la carga que han sentido debido al libre albedrío de la gente de aquel entonces. Nunca ha sido el plan de mi Padre el ver que se produzca semejante sufrimiento para mí mismo o para su gente. Ha sido una carga con la que han cargado durante suficiente tiempo.

“Yo regreso con gran alegría, ya no para alguien de Urantia, o en nuestro Universo. . . Yo deseo que la crucifixión ya no sea popularizada con las memorias de semejante pena. Yo lo he dejado ir. Ustedes, también, dejarán ir esto. (aquí la voz del transmisor muestra mucho sentimiento, y se pone muy suave).

“Todos ustedes dejarán ir esto. Juntos reinaremos en Luz y Vida. Yo digo reinaremos, porque es el corazón de los hombres y mujeres que el Padre Mismo hablará y será, para siempre más. Ya no se conocerá más la tristeza que ha englobado la vida en Urantia. Ustedes experimentarán esta alegría inexplicable con los eventos actuales y ya no seguirán desperdiciando más el tiempo o energía en el pasado. Gracias.”

En cierto sentido Jesús nunca nos dejó porque el espíritu del Hijo Creador continúa abrazado a todos y a cada uno de nosotros. Pero Jesús también habló de su segunda venida literal, y mientras que no hay precedentes de que un Hijo Creador haga esto, esto será hecho de acuerdo con sus mandatos a Monjoronson de que se hallará centrado en un mundo listo para la aparición de Jesús, en cualquier día y en cualquier momento.

RECONOCIMIENTO DE MONJORONSON Y LA VOZ DEL PADRE

La mayoría de los individuos estarán preocupados por el reconocimiento del Hijo Magisterial. ¿Cómo puede alguien verificar la presencia de un Hijo divino y afirmar al propio centro espiritual de que ciertamente, Aquel, que está parado delante de nosotros, es Monjoronson un Hijo del Paraíso?

La explicación en palabras parece compleja, pero solamente hay unas pocas formas en las que el humano pueda saber la verdad de cualquier representación de un hecho a ser experimentado. Jesús como el Hijo del Creador preparó a la mente humana para reconocer mejor y saber la verdad a través de la cesión de la mente con su Espíritu de Verdad. El intelecto humano es ayudado por este indicador espiritual para alinear los hechos con el conocimiento espiritual interno existente del Padre en cada mente normal en la tierra.

Pocos están conscientes de cómo ellos pueden saber la verdad de una certeza a través del proceso de alinear la voluntad humana (el poder de elegir para sí mismo), con la voluntad y conocimiento existente de todos viendo al Padre. La mente del hombre recibe el espíritu del Padre en alguna parte, con un promedio de entre cinco y seis años de edad, y es esta presencia espiritual que vive en el circuito mental del humano que lleva la verificación de la verdad a través del conocimiento a ser transferido a los centros de decisión de la mente.

Cuando estaba en la tierra, el espíritu del Padre moraba dentro de Jesús, conocido en los tiempos modernos como el Ajustador de Pensamiento. Cada persona tiene su propio Ajustador de Pensamiento que está de guardia en el portón para afirma la validez de la experiencia consciente y para proteger a la mente del abuso, si se le permite llevar a cabo su labor. El Ajustador de Pensamiento es la voz del Padre en el tiempo y puede hablarle claramente a la mente igualmente como se puede escuchar una voz en la otra punta del teléfono durante una conversación. Jesús escuchaba esta voz del Padre que le hablaba y frecuentemente se iba al Interior buscando consejo y compañía durante la odisea de aquellos días en Palestina.
Todos los Hijos de Dios que encarnan en un planeta humano reciben el regalo del Ajustador de Pensamiento. Monjoronson recibe el Ajustador del Padre en el momento en el que toque la tierra con los pies de arcilla del hombre. De tal manera el Padre se halla presente en el Dador como así también en el Receptor, Dios para el hombre respectivamente, para dar avisos y consejos a ambos. Monjoronson depende hasta cierto punto de la habilidad del hombre para escuchar a su propio Ajustador de Pensamiento, para traducir sus buenos deseos en un lenguaje comprensible para cada persona viva ahora y en el futuro.

Mientras que cada Ajustador de Pensamiento comparte la naturaleza del Padre y son uniformes en muchas otras maneras, ellos experimentan con el hombre y Dios les permite diferenciar su comportamiento de acuerdo con su mandato para espiritualizar la mente de la humanidad a través del servicio. Entonces cada persona puede ofrecer de acuerdo a ello su servicio a Jesús y Monjoronson, con la certeza de que Dios se beneficiará del trabajo hecho voluntariamente cuando la voluntad divina del Ajustador de Pensamiento y la voluntad humana son uno en su sinceridad de servir. En todas y cada una de las acciones de Urantia, el Padre se halla allí, ya sea a través de los ojos del Hijo divino o a través de la decisión y elección de la criatura hijo de la fe, el Padre morando en hombres y mujeres de Urantia.

El reconocimiento de Monjoronson proviene de la sintonización de la mente del hombre con la mente de Dios en el Ajustador, y con el Espíritu de la Verdad que atestigua frente a tal conocimiento seguro, y a la eventual confianza en Monjoronson a través de contacto personal y observación de sus tareas. Ninguna autoridad en la tierra, fuera de la revisión propia interna del hombre y el conocimiento espiritual de la verdad de Monjoronson, puede asegurarle mejor al individuo de que Él es un Hijo de Dios. Con este fundamento de la presencia del Padre en todo se construye la misión de los Hijos divinos para tener éxito con sus intenciones de hacernos avanzar a todos hacia el sendero de las eras doradas del renacimiento social y espiritual.

POSIBLES REPERCUSIONES DE LA MISIÓN MAGISTERIAL

Nosotros necesitamos la visión de la retrospectiva – como será después de que Monjoronson haya terminado su misión – para escribir una historia autoritaria de la era. Obviamente esto no es posible y es así que nosotros relatamos lo que es posible que suceda en ciertas áreas de la actividad humana con la salvedad de que estamos adivinando acerca de los resultados de la misión.

La Misión Magisterial, tal como lo es en la misión de Jesús, requiere la presencia de una humanidad que coopere para el mejoramiento del mundo. La Misión Magisterial no depende solamente del Padre el que tiene que ser comprendido a través de habitar en la humanidad, sino que la misión en si misma requiere que la humanidad desee ser elevada espiritualmente, y el deseo de justicio de todos para mejorar las cargas injustas de un sistema social y político imperfecto. Estas son grandes metas y las mismas van a ser encaradas por Monjoronson con la ayuda de los hombres.

Las esferas que albergan la vida de la humanidad son todas de naturaleza evolutiva. Nada se halla en un lugar para permanecer salvo que se hayan tomado medidas previas para que la situación actual se convierta en la norma. Monjoronson no tiene una varita mágica para agitar para hacer que todas las cosas sean nuevas, y tiene que trabajar dentro del marco existente que la naturaleza y el hombre ha evolucionado. La revelación puede sugerir que los trabajos mejoran, pero salvo que el hombre mismo desee las formas mejores, ni siquiera Dios los forzará al cambio hasta que su momento evolutivo haya llegado. Una Misión Magisterial puede cambiar los programas diseñados para el logro en la nueva era, reasignar el personal espiritual, juzgar los dormidos y los vivos, demostrar los valores del espíritu, y abrir centros de educación, pero nada de esto es de un logro duradero salvo que el hombre tome la acción de quererlo, adoptarlo, y vivirlo.

Cuando Jesús abandonó al mundo, su trabajo se expandió a través de la cuenca del Mediterráneo y eventualmente el resto del mundo. Sus enseñanzas se encontraron con mentes receptivas en casi todas partes y las religiones saltaron hacia delante para preservar lo que ellas creyeron que él había querido enseñar. Monjoronson tiene que hacer lo mismo. Él tiene que encontrar las mentes receptivas del mundo y luego enseñar el ideal de Jesús, como así también los valores espirituales aún no incorporadas por la mente y voluntad de la humanidad. Jesús efectuó sus enseñanzas con los doce apóstoles en las ciudades localizadas de Judea y más allá. Monjoronson tiene el beneficio del progreso del hombre en la comunicación evolucionada desde los días de Jesús y él las utilizará de acuerdo a su necesidad de ser conocido.

Monjoronson organiza su misión para que haga el mayor impacto con la menor cantidad de personajes divinos requeridos, y dejará que el hombre haga el grueso del trabajo de darse a conocer a través de los sitios electrónicos, tal como los leen ahora y a través de otros medios. El mundo será dividido en centros administrativos con un Hijo divino para estar a la cabeza de cada uno y que administrará solamente esa área. La capital espiritual o su base de operaciones del mundo será en donde Monjoronson vivas, a medida que va alternando sus visitas a cada sector administrativo. La organización del gobierno espiritual puede sugerirle al hombre, en el futuro, que la soberanía de un gobierno nacional no se ha concedido a un grupo étnico o cultural, sino en el reglamento espiritual del Universo el Padre está primero, y secundado al mundo a través de una colección de estados dedicados al bienestar de todos.

La Misión Magisterial probablemente terminará en unos mil años, con el panorama totalmente desconocidas a los arreglos actuales de estados de naciones poderosas y soberanas que están en competencia por los recursos y el espacio. Honestamente cómo aparecerá el futuro es la suposición de cada uno, pero la Misión misma está diseñada para cambiar las actitudes humanas lo suficiente como para que la competencia se convierta, no para el auto-engrandecimiento, sino para el conocimiento espiritual y el avance social más allá del ámbito de lo que ahora podamos imaginar. La meta de la Misión es la de hacer entrar a Urantia a las primeras etapas de lo que el universo llama “Luz y Vida”, en donde el hombre ha evolucionado bajo la orientación de la Misión Magisterial para proseguir los valores de lo espiritual y ha conquistado sus necesidades materiales con facilidad. Luego la próxima fase que seguirá a esta Misión Magisterial se desplegará para otra generación la que simplemente estará asombrada de lo que les está pasando, tal como nosotros lo estamos con respecto a lo que la misión de Monjoronson promete en el día de hoy.

FIN

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