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21 agosto, 2006

Archivos del terror

Archivos del terror documentan los
abusos de dictaduras sudamericanas

Por Daniela Desantis
Sábado 19 de agosto de 2006

Asunción (Reuters).- El octavo piso de la sede del poder judicial paraguayo alberga un modesto archivo que a simple vista se confunde con una de las tantas oficinas del recinto.

Pero las cinco toneladas de fichas, fotografías y libros que conserva lo convierten en uno de los centros de documentación más valiosos de la región.

El archivo contiene los documentos secretos de la policía represiva del fallecido Alfredo Stroessner, el general que gobernó Paraguay durante más de tres décadas, y deja al descubierto la Operación Cóndor de represión sincronizada en las dictaduras sudamericanas.

Los documentos fueron rescatados en 1992 de una dependencia policial poco conocida de la ciudad Lambaré, en las afueras de la capital paraguaya, tres años después del derrocamiento del ex dictador sepultado el jueves en Brasilia.

"Los archivos permitieron que horas después de la muerte de Stroessner, nadie esté discutiendo si violó o no los derechos humanos, si exilió o no a gente", dijo a Reuters Alfredo Boccia, un médico paraguayo que dirigió la primera clasificación parcial de los papeles.

"Han permitido que toda esa faceta del régimen hoy no sea defendida ni siquiera por los propios stronistas", agregó.

Stroessner murió sin ser enjuiciado por los crímenes, pese a que fue procesado en su país en numerosas causas. Brasil lo acogió como asilado tras su salida de Paraguay y se negó a extraditarlo.

En el registro de unas setecientas mil páginas figuran informes confidenciales, peticiones de antecedentes y de búsqueda de ciudadanos argentinos, brasileños, uruguayos, chilenos y bolivianos, además de listas de exiliados de cientos de paraguayos.

También aparecen los nombres de decenas de informantes conocidos como "pyragues", palabra que en lengua guaraní significa espía o delator.

Unas diez mil fotografías de perseguidos políticos y desaparecidos complementan la colección de escritos relacionados con actividades del comunismo internacional, que los gobiernos militares de la región decían combatir.

Un manual de ingeniería titulado "El Hormigón Armado" ocupa un lugar entre decenas de libros prohibidos que eran confiscados tomando en cuenta palabras clave como "Fidel", "revolución" o "armas".

Operación Cóndor

El archivo registra la fundación de la Operación Cóndor con la convocatoria del entonces jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) de Chile, Manuel Contreras, conocido como Cóndor I, a sus homólogos de la región para una primera reunión en Santiago, en 1978.

Visitado por investigadores de varios puntos del planeta, algunos de los documentos cobraron especial importancia cuando el juez español Baltasar Garzón solicitó copias para respaldar un proceso judicial contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet en 1998.

Los responsables del archivo enviaron a Garzón unas 1.300 páginas con documentación que involucraban de un modo u otro al general chileno y otros mandatarios de facto de la época en delitos contra los derechos humanos.

"Son los únicos archivos importantes que se encontraron, comparables solamente a los que aparecieron en Alemania oriental después de la caída del muro de Berlín", señaló Boccia.

Los archivos fueron digitalizados para asegurar su conservación y son de acceso libre al público.

http://es.news.yahoo.com/19082006/44-89/
archivos-terror-documentan-abusos-
dictaduras-sudamericanas.html
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¿Es Bush idiota?

Amigos y enemigos coinciden en que el Presidente de
EE.UU. ha empeorado con los años como figura política

La incógnita no la lanzó un liberal, sino un excongresista
republicano que hace análisis político en la cadena MSNBC

Por Yolanda Monge
Lunes 21 de agosto de 2006

Washington (El País).- La pregunta era directa: "¿Es Bush idiota?". La respuesta tuvo algunos matices más y, contra muchos pronósticos, no fue tan contundente como parecía deducirse tras visionar una serie de ridículas comparecencias del presidente del llamado país más poderoso del mundo: "No". Durante 10 minutos que debieron resultar larguísimos para la Casa Blanca estuvo sobreimpresa en la pantalla de televisión la cuestión "¿Es Bush idiota?". Y de nuevo, contra toda presunción, la incógnita no la lanzaba un liberal recalcitrante (izquierdista para Europa). La ponía en el aire Joe Scarborough, antiguo congresista republicano reconvertido en experto político para la cadena MSNBC.

El mayor regalo que un político puede recibir de sus enemigos es ser infravalorado. Los demócratas siempre han calificado a los presidentes republicanos como burros e idiotas que llegaron a esta poderosa posición sin saber muy bien cómo. Eisenhower era un zopenco que malgastaba el tiempo en jugar al golf. Gerald Ford era ridiculizado como un torpe comandante en jefe en el programa Saturday Night Live. Y Ronald Reagan, el actor al que la democracia llevó a la presidencia, era descrito en la biografía de Tip O'Neill como un viejo loco confundido.

Bush ha provocado la pregunta con méritos propios. Se la ha ganado a pulso. Durante los últimos seis años, desde que llegó a la presidencia en unas elecciones que de por sí ya han dado para muchas bromas, George W. Bush ha sido blanco directo de los círculos liberales. Scarborough preguntó: "¿Está la debilidad mental de George W. Bush dañando la credibilidad de América tanto dentro como fuera de casa?". Y a continuación pasó una cinta de vídeo. En ella se veía a Bush trabarse hasta el infinito a la hora de pronunciar palabras; quedarse atascado en medio de un discurso sobre terrorismo; hacer circunloquios -aunque puede que no conozca la palabra- imposibles; reírse cuando no toca reírse...

Días duros para el presidente. Con los índices de aprobación en la treintena y el enemigo en casa. Y la sombra sangrienta de Irak extendiéndose sin límite. Rich Lowry, director de la revista National Review, estuvo en un tiempo no muy lejano guardando las espaldas del presidente. "Sin lugar a dudas, estamos ganando en Irak", escribía en abril de 2005. Este mes sugería en una columna de opinión que EE UU "estaba perdiendo, o al menos no ganando, la guerra". Y se preguntaba: "¿Es Irak el Vietnam de Bush?".

Tanto amigos como enemigos están de acuerdo en que el presidente ha empeorado con los años como figura política. Como Gobernador de Tejas, al que no le temblaba nada el pulso a la hora de firmar decenas de penas de muerte, lucía una extrema confianza en sí mismo. "Inspiraba confianza", asegura Lawrence O'Donnell, comentarista dentro del programa de Scarborough. "Con Reagan también se cambió de opinión con el tiempo, aunque la ridiculización de Reagan venía por su faceta de actor, no por su incapacidad intelectual", puntualiza O'Donnell.

John Fund, columnista del diario The Wall Street Journal, lideró la corriente de opinión que aseguraba que "Bush no es idiota". "Es inarticulado, carece de capacidad para expresarse", dijo Fund, pero concluyó: "No ser consistente a la hora de hablar, tener un déficit lingüístico no significa que se sea estúpido". El presentador dijo: "Y ésta es la pregunta del millón, si George W. Bush tiene la curiosidad intelectual -si ésa es la palabra- necesaria para continuar liderando este país en los próximos dos años". Preguntado sobre la reacción de su programa, declaró: "La Casa Blanca no está muy contenta que digamos".

Hablar mal del presidente estadounidense aporta también prestigio en círculos políticos británicos, informa Lourdes Gómez. Así le ocurrió al viceprimer ministro John Prescott cuando el diario The Independent le atribuyó en la portada del jueves pasado una opinión escasamente diplomática: "Bush es un mierda, dice Prescott". El sustituto de Tony Blair durante las vacaciones soltó el insulto en una conversación privada sobre política exterior. "La Administración Bush es una cagada", había dicho refiriéndose a la hoja de ruta sobre Oriente Próximo.

Testigos de la reunión señalan que Prescott bromeó acerca del "vaquero con su [sombrero] Stetson", pero la divulgación de sus comentarios le ha beneficiado más que perjudicado. La izquierda laborista le congratuló por "decir la verdad" y marcar distancias con Blair. El portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, restó importancia al incidente: "Cosas peores han llamado al presidente".

http://www.elpais.es/articulo/revista/agosto/
Bush/idiota/elpporgen/20060821elpepirdv_23/Tes/

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