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31 marzo, 2008

Apocalípticos rusos

Esperan la llegada del Fin del Mundo
para el mes de mayo de 2008, cálculo
que realizaron estudiando las estrellas
Abandonan su cueva las siete mujeres de
la secta rusa que espera el fin del mundo
debido a un derrumbamiento por la lluvia


Moscú, 28 mar (EFE).- Siete mujeres de una secta apocalíptica rusa que proclama y espera la inminente llegada del fin del mundo, que supuestamente llegará en mayo, abandonaron por su propio pie la catacumba donde se encontraban desde noviembre del pasado año debido a un derrumbamiento de tierra.

'En el interior de la cueva ocurrió un derrumbamiento debido a la lluvia. Por eso, los seguidores se dividieron en dos grupos', informaron a la agencia Interfax las autoridades de la región de Penza, que se encuentra más de 600 kilómetros al sudeste de Moscú.

Los miembros de la secta, autoproclamada 'La auténtica Iglesia Ortodoxa Rusa', son en su mayoría mujeres procedentes de Bielorrusia y Ucrania y su líder es Piotr Kuznetsov, de 43 años, y al que hace años se le diagnosticó una esquizofrenia.

Las autoridades definen al grupo como 'una secta ortodoxa radical y apocalíptica'.

Las siete mujeres decidieron subir a la superficie tras varios minutos de negociaciones con la policía y después fueron examinadas por los médicos.

Los restantes 28 adeptos 'optaron por esperar la llegada de la Pascua Ortodoxa rusa' el 27 de abril, cuando han prometido salir a la superficie.

'Los cuatro niños permanecen en la catacumba. Proseguimos las conversaciones' tres metros bajo tierra, añadió a su vez un portavoz de la Fiscalía a la agencia RIA-Nóvosti.

En el habitáculo subterráneo los seguidores de la secta han hecho acopio de víveres, agua y varias bombonas de gas y bidones de gasolina, suficientes para resistir hasta finales de este mes, cuando debería tener lugar la Apocalipsis.

Hasta ahora, las autoridades locales han intentado infructuosamente persuadirles para que abandonen su búnker, pero responden que se 'prenderán fuego' si alguien intenta descender a su refugio antes de que llegue el juicio final.

El líder de la secta es Piotr Kuznetsov, un ingeniero de 43 años al que hace varios años le fue diagnosticada una esquizofrenia tras proclamar públicamente que era un profeta y que recientemente anunció la inminente llegada del Anticristo.

Un grupo de expertos en psiquiatría de la Fiscalía rusa ha declarado que Kuznetsov, detenido por la policía en noviembre, sufre de 'demencia'.

Kuznetsov podría ser condenado a tres años de cárcel tanto por crear una organización religiosa por medios violentos, como por incitar al odio religioso y estar en posesión de literatura extremista.

Algunos expertos han aconsejado a las autoridades que actúen con cautela, ya que los miembros de la secta podrían 'cometer un suicidio colectivo' si creen que las fuerzas de seguridad planean asaltar el refugio.

Así ocurrió en marzo de 2000 cuando más de un centenar de miembros de la secta religiosa apocalíptica 'Restauración de Los Diez Mandamientos de Dios' se inmolaron en Uganda en un ritual masivo tras encerrarse en una iglesia e incendiarla.

Según la Asociación de Centros de Estudio de Religiones y Sectas, en Rusia existen en torno a 80 sectas y cultos seguidos por entre 600.000 y 800.000 miembros.

La mayoría de estas sectas surgieron tras la desintegración de la URSS aprovechando el vacío ideológico y espiritual dejado por la caída del Comunismo.

Abandonarán su encierro
el domingo 27 de abril

Moscú, 26 mar (EFE).- Los miembros de una secta apocalíptica que esperan el fin del mundo en una catacumba anunciaron su intención de abandonar su encierro el próximo 27 de abril, cuando se celebra la Pascua Ortodoxa en Rusia.

"Los sectarios mencionaron el 27 de abril como la fecha en la que saldrán de la cueva", aseguró Oleg Melnichenko, vicegobernador de la región de Penza, que se encuentra más de 600 kilómetros al sudeste de Moscú, según las agencias rusas.

Más de una treintena de personas, entre ellas cuatro niños -uno de menos de dos años-, están refugiadas desde noviembre del pasado año en la catacumba, que ellas mismas cavaron tres metros bajo tierra.

En el habitáculo subterráneo han hecho acopio de víveres, agua y varias bombonas de gas y bidones de gasolina, suficientes para resistir hasta mayo de 2008, cuando debería tener lugar el apocalipsis.

Las autoridades locales han intentado infructuosamente persuadirles para que abandonen su búnker, pero éstos responden que se "prenderán fuego" si alguien intenta descender a su refugio antes de que llegue el juicio final.

Esta es la primera vez que los sectarios aluden a la posibilidad de abandonar voluntariamente la cueva, aunque se desconoce si mantienen su creencia en el inminente fin del mundo.

"Las autoridades han hecho todo lo posible para garantizar su seguridad. La Policía ha vigilado la cueva día y noche", señaló el vicegobernador.

El líder de la secta es Piotr Kuznetsov, un ingeniero de 43 años a quien hace varios años le fue diagnosticada una esquizofrenia, tras proclamar en público que era un profeta, y que recientemente anunció la inminente llegada del Anticristo.

Un grupo de expertos en psiquiatría de la Fiscalía rusa declaró hoy que Kuznetsov, detenido por la Policía en noviembre, sufre de "demencia".

Kuznetsov podría ser condenado a tres años de cárcel tanto por crear una organización religiosa por medios violentos como por incitar al odio religioso y estar en posesión de literatura extremista.

Los miembros de la secta, autoproclamada "La auténtica Iglesia Ortodoxa Rusa", son en su mayoría mujeres procedentes de Bielorrusia y Ucrania.

Las autoridades definen al grupo como "una secta ortodoxa radical y apocalíptica".

Algunos expertos han aconsejado a las autoridades que actúen con cautela, ya que los miembros de la secta podrían "cometer un suicidio colectivo" si sienten que las fuerzas de seguridad planean asaltar el refugio.

Así ocurrió en marzo de 2000, cuando más de un centenar de miembros de la secta religiosa apocalíptica "Restauración de Los Diez Mandamientos de Dios" se inmolaron en Uganda en un ritual masivo, tras encerrarse en una iglesia e incendiarla.

Según la Asociación de Centros de Estudio de Religiones y Sectas, en Rusia existen en torno a 80 sectas y cultos con entre 600.000 y 800.000 miembros, en su mayoría surgidas tras la desintegración de la URSS aprovechando el vacío ideológico y espiritual dejado por la caída del comunismo.

Amenazan con quemarse
vivos si los sacan a la fuerza

Moscú, 10 feb (DPA).- Los 26 adultos y cuatro niños de la Verdadera Iglesia Ortodoxa Rusa llevan meses viviendo bajo tierra y amenazan con quemarse vivos si las autoridades hacen uso de la fuerza para sacarlos de ahí.

Durante días, la secta de la "Verdadera Iglesia Ortodoxa Rusa" estuvo en el punto de mira de la comunidad internacional, al descubrirse que sus treinta seguidores, entre ellos cuatro niños, se refugiaban en una cueva en la región del Volga a la espera del fin del mundo, que supuestamente llegará en mayo. Y allí siguen.

Psicólogos, religiosos y policías llevan meses intentando que abandonen la gruta. "Si al menos consiguiéramos que los niños salieran, para que puedan llevar una vida normal", dice en Penza la directora de la oficina rusa de protección de la infancia, Tatiana Makeienko. Pero los miembros de la secta amenazan con quemarse vivos si las autoridades hacen uso de la fuerza.

Sobreviven en su ramificado sistema de túneles subterráneos a base de botellas de gas, queroseno y víveres. Los cooperantes retiran la nieve de los canales de ventilación y chimeneas para que no se asfixien. "Mantenemos un contacto regular con ellos a través de los agujeros de ventilación, parece que están sanos y quieren seguir bajo tierra para poder sobrevivir al 'fin del mundo'", dijo Maria Orlova, de la Fiscalía de Penza. Actualmente investigan si se trata de una "asociación ilegal que viola los derechos humanos".

Las autoridades aseguran que no tienen intención de asaltar la guarida. "Tenemos que actuar con precaución para evitar daños mayores", dijo el psiquiatra Surab Kekelidse, del instituto estatal de investigación Serbski. Diariamente crece la preocupación por el desarrollo de los niños, entre los que hay una pequeña de apenas dos años. "Esperamos que al final triunfe la razón y comprendan que sus hijos todavía deben descubrir el mundo por sí mismos", dijo Kekelidse. Todos los habitantes de la cueva necesitan ayuda psicológica, añadió.

Los investigadores creen que el líder de la secta, Piotr Kusnezov, ha manipulado al resto de miembros, procedentes de Bielorrusia, Rusia y Ucrania. Sus teorías han sido publicadas en una edición con 17.000 ejemplares y en televisión advirtió contra Satanás y su intención de controlar el mundo a través de Internet. Según testigos, los miembros de la secta se apartan cada vez más de sus actividades, dejan de ir a trabajar y no pueden utilizar dinero, escuchar la radio o ver la televisión. A sus hijos se les prohíbe asistir al colegio y rechazan toda la tecnología moderna.

Los médicos analizaron a este padre de familia de 44 años en noviembre, en una clínica psiquiátrica. El diagnóstico: trastorno de la personalidad con graves alucinaciones. Actualmente, casi todos los rusos han visto imágenes de un famélico y turbado Kusnezov en televisión. Según los medios, este ex ingeniero industrial incluso intentó suicidarse.

La secta continúa siendo una incógnica. El presidente de la asociación rusa de centros de investigación de religiones y sectas, Alexander Dvorkin, considera que los religiosos de las fes tradicionales tienen la obligación de luchar contra "la ideología de las sectas" para proteger a las personas fácilmente manipulables. "Es necesario descubrir a los líderes y explicar a los creyentes las falacias y los daños de las sectas", señala Dvorkin. Según afirmó, en Rusia hay actualmente decenas de organizaciones peligrosas.

Desde la caída de la Unión Soviética, muchas personas han perdido su orientación. El clérigo ortodoxo Kyrill del patriarcado moscovita, responsable de las relaciones con otras Iglesias, advirtió de lo que puede ocurrir en un país carente de formación religiosa: "Unos lo utilizan para satisfacer sus anhelos políticos, otros los personales, y otros viven con ello sus miedos más enfermizos".

Afirman que todo es
diabólico en el mundo

Moscú, 20 nov 07 (Gara).- Una treintena de personas pertenecientes a la secta autodenominada Auténtica Iglesia Ortodoxa Rusa permanecen atrincheradas en un búnker subterráneo en la ciudad de Nikolskoye a la espera del fin del mundo y amenazan con inmolarse si son obligados a salir.

«Dicen que todo es diabólico en el mundo. Que la globalización es diabólica. Esperan la llegada del anticristo», explica el padre Alexeï, que acudió a rezar al lugar en el que una treintena de integrantes de la secta Auténtica Iglesia Ortodoxa Rusa permanece atrincherada esperando la llegada del fin del mundo, que predicen para mayo de 2008, cálculo que, según las autoridades, realizaron estudiando las estrellas. Entre los atrincherados en un refugio subterráneo en las inmediaciones de Nikolskoye hay cuatro niños. El padre Alexeï añadió que «ellos mismos se han encarcelado por un sueño que no existe».

Los seguidores de la secta atrincherados, que serían en su mayoría mujeres amenazaron, además, con inmolarse y hacer saltar todo por los aires con bombonas de gas y los 370 litros de gasolina que dicen tener almacenados si las fuerzas de seguridad tratan de desalojarles de su refugio, ubicado en el fondo de un barranco, donde están convencidos de estar a salvo de la llegada del fin del mundo.

La zona del barranco, donde están refugiados desde hace dos semanas, está cubierta de nieve y barrida por vientos. La temperatura en el lugar es de entre cinco y diez grados bajo cero.

Los seguidores de la secta, a pesar del frío, se niegan a atender los llamamientos de las autoridades, civiles y religiosas, para que depongan su actitud y para que dejen salir a los niños, pretendiendo erigirse en representantes de la «verdadera» Iglesia Ortodoxa.

Yevgeny Gusenov, portavoz del Gobierno regional, manifestó que las autoridades intentarán encontrar a negociadores con experiencia para entablar un diálogo, tras los infrucuosos intentos realizados por un grupo de sacerdotes ortodoxos rusos con los que los miembros de la secta se niegan a hablar.

Cuatro toneladas de comida

Boris Koulagine, representante del Parlamento local, expresó su preocupación por los cuatro niños del grupo y aseguró que algunos de los adeptos son antiguos militares armados. «Nos han dicho que los dejemos tranquilos. Que si intentamos forzarles a salir, se inmolarán», explicó a France Presse. Añadió que «pensamos que son treinta, pero pueden ser más, y tiene cuatro toneladas de comida».

El líder de la secta, el autoproclamado profeta Pyotr Kuznetsov, no se encontraba ayer con sus seguidores. Kuznetsov, con quien los atrincherados se comunican a través de escritos, fue acusado la semana pasada de crear una organización religiosa relacionada con la violencia y su sometido el viernes a diversos exámenes siquiátricos.

Habitantes de la Nikolskoye, de donde procede Kuznetsov, afirman que los adeptos, a los que Kuznetsov «ha lavado el cerebro», vivían pacíficamente desde hace varios meses en la localidad, vestían grandes ropas negras y rechazaban comodidades modernas como la electricidad o el teléfono. Los miembros de esta secta creen en el rezo como medio de curación superior a la medicina.

Las sectas se multiplicaron en Rusia tras la desintegración de la URSS en 1991. Un portavoz de la Iglesia Ortodoxa rusa afirmó que este tipo de hechos son «un perfecto ejemplo de lo que puede pasar en una sociedad que no tiene educación religiosa».

Artículo de opinión

La secta rusa y el fin del mundo

Por José Luis de Tomás

Valencia Hui, 16 feb.- El fin del mundo tendrá lugar el día que yo muera. Así dice el proverbio árabe y, ciertamente, está muy puesto en razón. Todas las existencias giran alrededor de su particular rosa de los vientos. Pero hasta las rosas descomponen la figura y se les arruga el rostro con la muerte. Voltaire decía que "en la geometría no existen sectas". La exactitud de las matemáticas no permite agrandar las dimensiones a voluntad ni jugar con las medidas según el propio capricho. Las sectas suelen ser confusas y casi todas sus curvas acaban en la cartera del incauto. Los adeptos, visionarios o soñadores, no se sublevan por nada. Pasan la vida adormilados, como acunados por verdiales, mientras los maestros de ceremonias ofician de oído.

En Rusia, la secta de la Verdadera Iglesia Ortodoxa Rusa aguarda el fin del mundo. Sus 30 seguidores, entre los que hay cuatro niños, se refugian en una cueva en la región del Volga. Según sus creencias, en mayo tendrá lugar el fin del mundo. Viven alejados de la civilización, en el interior de túneles, provistos de víveres, botellas de gas y queroseno. Al parecer, les deben la vida a grupos de cooperantes que se encargan de retirar la nieve helada de los canales de ventilación y de las chimeneas para que no les falte el oxígeno. La Policía intenta hacerles desistir del encierro, pero se niegan a abandonar la cueva. Prefieren seguir bajo tierra "para poder sobrevivir al fin del mundo". Tras la caída de la Unión Soviética, han proliferado sectas.

-¿Qué pasará el día del fin del mundo?

-Nadie lo sabe. Peter Ustinov estaba convencido de que la última voz que se oirá antes de la explosión será la de un experto que dirá: es técnicamente imposible.

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