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31 marzo, 2008

Las cargas de energía espiritual llenan de gente las zonas arqueológicas de México

México, 21 mar (EFE).- Más de 120.000 visitantes pasaron por algunas de las más importantes zonas arqueológicas de México para realizar el rito de las "cargas de energía" con motivo de la llegada del equinoccio de la primavera, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

"Este 21, de uno en uno o en el futuro, ninguno" es el lema elegido por el organismo para demandar que la gente actúe con prudencia y extreme los cuidados, explicó antes de la jornada de hoy el coordinador nacional de difusión del INAH, el poeta Benito Taibo.

Este año está prohibido entrar con hierbas, animales, brebajes, flores, anafres o tanques de gas, pero están permitidos los rituales cuando no intervengan quemadores de incienso ni se ponga en riesgo el patrimonio arqueológico, informó el INAH.

"La gente está atendiendo muy bien (las medidas de seguridad). Han respetado todo", dijeron fuentes del INAH.

La masiva llegada de personas este año, facilitada por la coincidencia de la fecha con la Semana Santa, ha puesto en alerta al INAH, que ha intensificado las seguridad en las 176 zonas que controla para evitar que las pirámides y construcciones sufran daños irreparables.

Taibo recordó que en los últimos años las "cargas de energía" se han convertido en "un fenómeno antropológico y social" masivo que lleva a las pirámides de más gente de lo habitual.

Sin embargo, afirma que entre los pueblos originarios de lo que hoy es México "no había este ritual de carga de energía", por lo que "no es algo que provenga de nuestras más importantes y antiguas raíces" de los mexicanos.

Entre las zonas más visitadas durante la jornada estuvieron las de Teotihuacán, al noroeste de la capital mexicana, con más de 92.000 personas, y Chichén Itzá, declarada una de las nuevas Siete Maravillas del Mundo el año pasado, con unas 16.000.

Tulum, en el estado de Quintana Roo, y Palenque, en Chiapas, con 6.000 personas cada una también tuvieron una importante afluencia.

En Teotihuacán, la Ciudad de los Dioses, más de mil policías de diversas corporaciones federales, estatales y municipales estuvieron vigilando la zona.

Lo habitual en la jornada del equinoccio es que los visitantes suban a lo alto de las pirámides del Sol y de la Luna para cargarse de la energía que proporciona el Sol.

Por otro lado, en Chichén Itzá, una zona maya ubicada en la península de Yucatán, el clima jugó una mala pasada a los visitantes debido a las nubes y la bruma impidió que se viera el habitual descenso a tierra de la serpiente que se forma con la sombra del borde de la pirámide de Kulkulcán con la escalera norte de la edificación.

"Tenemos un 'norte' (baja presión con viento fuerte, nubes, y a veces lluvia) desde ayer (...) Kukulcán es muy sensible a eso", dijo a Efe el físico Eddy Salazar, quien desde los años noventa realiza mediciones de este fenómeno astronómico.

En otros puntos de México, los operativos especiales ante la llegada de más turistas de lo habitual comenzaron el pasado día 16 y se extenderán hasta el próximo domingo 23 de marzo.

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