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19 mayo, 2007

SALIÉNDOSE DEL CÍRCULO, P.L.- GAIA

SALIÉNDOSE DEL CÍRCULO
Madre Tierra/ GAIA a través de Pepper Lewis – Septiembre 2003
 
Traducción: Anita Manasse
10 de mayo, 2007
 
Querida Gaia,
           Estoy perdida en un océano de desesperación y necesito su ayuda. Yo he pasado, lo que parecen ser muchas vidas, devota a una creencia en el amor y la compasión hacia todos los seres, por encima de todo. Hasta ahora siempre he creído que la profundidad de nuestra alma no puede ser medida (o juzgada) por lo que nuestra personalidad de la superficie dice o hace, y sin embargo me he permitido convertirme en víctima de una herida dolorosa y emocional por las palabras y acciones de alguien que amo y admiro profundamente. Yo sufro de lo que parece ser una lastimadura irrevocable y no veo alivio aparente a la vista.
           Todos los intentos de mi parte de asumir la responsabilidad por lo que ha ocurrido, ha llevado solamente a acumular culpabilidad hacia otros y a mi misma. Mi corazón está quebrado, mi mente está fragmentada y lo que queda de mi fe está hecho jirones de auto-compasión. El respirar resulta difícil y el vivir es peor. ¿A dónde se han ido el amor y la compasión? Sin ello no tengo objetivo y sin objetivo mi vida está en decadencia. Por favor mire más allá del drama de estas palabras lo suficiente como para compartir algunas palabras de sabiduría en esta hora de necesidad más desesperante.
Nombre no Indicado
Los Angeles, CA
 
Queridísimo Corazón, Semilla de Mi Estado de Ser, Estrella de los Brillantes Cielos,
           Amor y Compasión son tus segundos nombres a pesar de que no los estés reclamando en el día de hoy. Puedes dejarlos al lado del camino durante un tiempo, pero no puedes abandonar verdaderamente aquello que eres. El amor es una fuerza natural del universo; es un tejido indestructible que se extiende a lo largo de todo el tiempo y conciencia. El verdadero amor no es una afección simple o profunda, no es una veneración simbólica o adoración, y no es galanteo, deseo sexual, placer romántico o ansias intensas. El amor es un don que no puede ser devuelto o intercambiado. Uno puede intercambiar sentimientos de amor, pero no al amor mismo. El amor es un regalo de Todo Lo Que Es a todo lo que es, y por esa razón no puede ser removido o separado de aquello que usted es. Amor es lo que usted es. El amor no necesita ser experimentado o apreciado a fin de estar presente. El mismo puede ser compartido siempre y cuando todos los relacionados comprendan que les pertenece una cantidad igual, por lo menos hasta el punto en el que puede ser poseído. El amor es una Ley Universal y como tal es indestructible.
           Ahora que tenemos la comprensión de lo que el amor verdadero es y lo que no es, podemos comenzar a considerar lo que hace. La Ley del Verdadero Amor y Compasión es aquello que sana y que completa a todas las cosas. El amor y la compasión hacen íntegro aquello que se halla fragmentado y separado del mismo. Todas las modalidades de sanación, religiones mundiales, movimientos espirituales y creencias personales incorporan esta Ley hasta el grado en el que la comprenden. Cuando es Ley es mal comprendida o comprendida de menos, se producen grietas dentro de su tejido, y estas grietas son los agujeros negros en las que caen las buenas intenciones y las interpretaciones erróneas, día tras día, y siglos tras eones.
           Ya que se las ha arreglado para permanecer con el tema que tratamos sin distanciarse, cerrarse o estar ausente de este momento, yo voy a continuar con los aspectos más difíciles de este comunicado, los que aún tienen que ser descubiertos. Antes de que usted (o cualquier otro) eligió esta (o cualquier otra) vida,  ustedes evaluaron con cuidado, sabiduría y deliberación cada pensamiento y experiencia que pudiesen percibir dentro y a través de esta vida. Puede ser que su mente se sienta ofuscada en el día de hoy, pero la perspectiva de su alma está muy consciente de las experiencias y elecciones que usted está tomando.
           La humanidad elige distintas vidas en la tierra a fin de descubrir el significado verdadero del Amor. La única forma de descubrir el Amor Verdadero es a través de su experiencia. El maestro más grande del Amor Verdadero es su opuesto propio, lo que no es el odio. El odio es un aspecto de la pasión; en su derivación más refinada no puede ser considerado una verdadera emoción. El odio invoca sentimientos y despierta reacciones de intenso enojo, hostilidad o animosidad, pero no es los sentimientos en si mismo. Lo opuesto del amor es la diferenciación y separación. Aquellos que se ve, cree y comprende a si mismo como fuera o separado de si mismo, no se puede experimentar a si mismo como si mismo o el amor como el Amor Verdadero. En el mejor de los casos, ve un reflejo como en un espejo, lo que equivale a lo que no es. Las experiencias en la tierra revelan lo que ustedes no son, para que puedan descubrir lo que son. La parte difícil es recordar que la experiencia humana es una realidad invertida diseñada para representar una ilusión, no una realidad.
           Su pena y tristeza los han llevado a creer que se les ha jugado una broma cósmica injusta, pero eso no es así. El sentido de humor del Creador es compasivo, no vengativo. Oculto dentro del trauma de esta experiencia está el don de descubrir un aspecto de su propósito, el cual es el de darse cuenta de que el trauma no es necesario y es irrelevante. El trauma no produce crecimiento, pero la falta de crecimiento puede producir trauma.  Yo no espero que ustedes vean el regalo en esta experiencia ahora, pero cuando la sal haya lavado todas las lágrimas que se encuentran en su camino, ustedes le darán la bienvenida al regalo tal como fue pensado, porque no habrá distorsión que lo prevenga. Ustedes están desilusionados por la vida, la cual es un lugar incómodo para estar, pero dentro de la incomodidad hay un lugar que sabe que están parados en un umbral que los lleva hacia su ser verdadero y su propósito verdadero, el cual es la expresión radiante de la Ley del Amor Verdadero y de la Compasión , tal como fue pensado que sea.
           Una ilusión es una creencia, identidad o ideal equivocado, al que se aferran firmemente. Las ilusiones engañan a los sentidos, especialmente a los de la vista, en donde el estímulo parece hallarse objetivamente presente, representando así una causa física más bien que espiritual. Las ilusiones son poderosas porque se las considera a valor nominal por parte de la mente, la cual cree que existen cuando en realidad no lo hacen; ellas aparecen como una cosa, cuando de hecho, son otra. Es posible que la mente sea engañada por ilusiones distorsionadas, pero el corazón no lo es. Es por ello que ustedes no pueden confiar siempre en sus pensamientos, pero siempre pueden depender de sus sentimientos. La decepción es la socavación y destrucción de las creencias que ya no los pueden apoyar o sostener. El estar desilusionados es estar más allá de la influencia de la ilusión. Tomándolo desde esta perspectiva, no es un lugar malo para encontrarse en él.
           Una creencia es la aceptación por parte de la mente de que algo es verdadero o real, frecuentemente apuntalado por una sensación de certeza emocional o espiritual, ¿pero hay hoy en día algo de lo que pueden estar seguros? Una creencia es la confianza de que alguien o algo es bueno y por consiguiente será bueno para ustedes, ¿pero tienen confianza hoy en día? Una creencia es una manifestación, principio o doctrina que es aceptada o adoptada como verdadera, ¿pero están ustedes preparados para hacerlo hoy en día, basados en lo que saben? Una creencia es una opinión firme y considerada, especialmente una que involucra la fe, ¿pero cuán sólida es su fe hoy en día? La humanidad ha comprometido sus creencias dentro de un sistema unificado; una colección organizada o un juego de creencias que comúnmente se ha llegado a asociar con la comunidad y sociedad, pero esta caracterización no es auténtica y ya no sigue siendo válida. A ustedes se les pide que se paren más allá de (no separados) de ideas, concepciones y creencias falsas con respecto a ustedes mismos y a la humanidad. Se les pide estar en amor y compasión en lugar de un simple reflejo o una creencia de ello. ¿Sería descortés decir que ustedes no podrán haber invitado esta experiencia sin haber sufrido primero su falta?
           Las Leyes Universales son fácilmente comprendidas, pero el experimentarlas es totalmente otra cuestión. A las Leyes Universales se les llama así porque se aplican a cada uno y a cada cosa en el universo. Ellas no se aplican aquí, pero no ahí, a este, pero no a aquél, en este caso, pero no en el otro, esta vez, pero no en la próxima. Ellas existen más allá de la buena o mala opinión acerca de ellas por parte de la humanidad; ellas simplemente son, tal como ustedes son. Ustedes no pueden desobedecer a una Ley Universal y ellas no buscan su obediencia. Por el otro lado, tratar de vivir fuera de la Ley Universal tiene ciertas consecuencias, las cuales incluyen devoción mal aplicada, apatía, distracción por estímulos comunes o no comunes, y un sentimentalismo excesivo. La humanidad llama a esto Karma.
           La definición general del karma incluye una filosofía en la cual la calidad de vidas actuales y futuras es determinada por el comportamiento en esta y en vidas previas, en otras palabras, la predestinación y el destino influyen y contribuyen a la experiencia. Pero si este es el caso, ¿en dónde está la habilidad de trascender el pasado, presente y futuro de uno? Una interpretación tan estrecha requiere que habiendo leído la lección y obtenido la experiencia, uno aún se vería forzado a vivir un destino que ya no sigue siendo apropiado. ¿Sería el Espíritu Infinito tan vago y despiadado?
           Quizás el dharma pueda ser la mejor respuesta a esta pregunta, la cual expresada simplemente, es la verdad en cuanto a la forma en la que las cosas son, las formas en las que son en el universo. El dharma explica la perfección de la no-perfección, o mejor dicho, la rectitud de descubrir la realidad a través del sendero de la ilusión. El dharma estimula la buena voluntad al activar la misericordia, gracia y compasión. El dharma libera el agarre que el karma tiene sobre ustedes una vez que rescindan su interés concedido en caminar por el sendero kármico. La misericordia y caridad son la gentileza que el alma les muestra una vez que se han perdonado a si mismos por transgresiones percibidas, cuya premisa fue equivocada de entrada. Es un evento bienvenido y es causa de celebración. Se dice que la misericordia es el trono de Dios en el cielo, ¿no puede ser su trono a la vez? La caridad es la disposición de parte de su alma de ser imparcial, tolerante y no juzgador de todo pensamiento, tarea y acción. ¿Pueden ustedes pedirse lo mismo al reconocer que no hay separación entre ustedes y su alma, salvo la percepción que tienen?
           Dicho sea de paso, la elección divina no podría haber elegido otro sendero que no haya sido este, porque este es el sendero al cual ustedes han seguido vida tras vida, por su propia admisión. Es el sendero que comprende el dolor por el sufrimiento, que experimenta la realidad al sumergirse en la ilusión, que define la abundancia por medio de la búsqueda de prosperidad, y que busca el amor en donde corazones calcificados sueñan con el despertar. Todas (no algunas) de sus experiencias los han traído al umbral de esta percepción. Ahora se descubrirá si ustedes cruzarán el abismo o no.
           Las heridas auto-infligidas frecuentemente son las más difíciles de aguantar y tal es el caso con esta. Antes de que retuerza más el cuchillo, formúlese a si misma esta pregunta: '¿Quién soy?' y si la respuesta es algo menos que ' la Luz de Todo Lo Que Es manifestada como un ser humano' entonces continúe formulando la misma pregunta hasta que reciba esa respuesta o hasta el momento en el que todo el tiempo y la percepción cesen, porque solamente entonces comprenderá que es igual a la pregunta. La cura para la herida se halla tanto en la pregunta y en la respuesta. No hay otro remedio para una aflicción de esta magnitud. Con amor y compasión, yo le ofrezco por consiguiente una dosis casi letal al colocar delante suyo un espejo cósmico, en la forma de estas palabras. Mire al espejo querida, y no dé vuelta los ojos. ¿Es desesperanza lo que aún ve reflejada en el espejo, o se ha transformado en verdad? ¿Ve usted la daga de la muerte o la copa de la vida?
           El único antídoto a este tipo de veneno es la vida misma. Combinada con amor es la única sustancia que puede actuar en contra de los efectos de semejante tóxico. El veneno es una sustancia severa y dañina que produce enfermedad, heridas o la muerte si se le acepta al valor que presenta. Es una fuerza poderosa, destructiva y contaminante, e insidiosa además. Se ha llegado a saber que los venenos disminuyen o retardan la actividad de un catalizador, por consiguiente sepan que cualquier intento de vendar o acordonar su dolor será de efectividad alguna. En forma similar, el enfado, la hostilidad y culpa no son una contraparte para este tipo de veneno espiritual que incapacita a su corazón, le lleva desconfianza a su alma y amenaza su existencia misma.
           Usted no dispone de arma alguna con la que luchar, y sin embargo no tiene otra elección que combatir el lugar desagradable y abusivo en el que se encuentra. Yo no le ofrezco consuelo, porque es sabiduría que usted ha pedido en lugar de ello, y eso encontrará aquí en gran medida. '¿Quién soy Yo? ¿Quién SOY YO? ¿QUIÉN SOY YO? ¿QUIÉN SOY YO?' Usted es un bodhisattva (iluminado espiritual) tanto en la tierra como en el cielo. Usted es iluminada merecedora del nirvana, en donde no es que el amor y la compasión por la tierra y por la humanidad generalmente lo impiden. Usted permanecerá en su cuerpo y en este mundo hasta que elija trascender el sufrimiento y que lo vea como la ilusión que es. Usted caminará por un sendero que está libre de ignorancia y prejuicio, y compartirá ese sendero con muchos otros. Usted no está apegada a este mundo, pero está atada a él por promesa. Usted misma se ha infligido una herida grave y amenazadora a la vida; ahora vayamos hacia su sanación y reparación. Descanse en el confort de los ángeles, querida, su sendero es uno largo, pero se halla en buena compañía y el tiempo pasa rápidamente. Cuando usted esté lista le esperará paz, armonía y alegría.
Queridos Lectores,
           Ustedes podrán haber notado que el nombre de la persona que formuló esta difícil pregunta, fue retenido. Siempre ha sido mi política el respetar los deseos y las ansias de aquellos que llevan sus almas a la Madre Tierra , pero Gaia me ha pedido que rompa esa promesa esta vez, y de revelar el nombre del consultante porque ello sirve a un propósito mayor. He pensado en ello durante un tiempo prolongado y profundamente, porque el derecho a la privacidad personal es algo importante, pero después de una consideración cuidadosa y una buena cantidad de angustia emocional, he aceptado.
           Fui yo la que planteó esta difícil pregunta dado que un capítulo de mi vida se estaba cerrando en una de las formas más difíciles que se puedan elegir. "¿Porqué tiene que ser de esta forma?" me pregunté a mi misma una y otra vez, pero no recibía respuesta. A medida que mi pena se intensificaba, el torrente de lágrimas pronto se convirtió en un chaparrón de desesperanza. Sin alivio a la vista el torrente continuaba yo comencé a colapsar en algo casi irreconocible. Sola en el piso comencé a hiperventilar. Arrollada en posición fetal, mi respiración era chata y demasiado rápida. En una condición de ansiedad orgánica mi cuerpo intentó deshacerse de todos los sentimientos tóxicos que estaba conteniendo. En un nivel emocional este apuro para liberar era extremadamente insalubre para mí y muy dañino para mi cuerpo emocional, porque estaba creado un desequilibrio en la capacidad de mi cuerpo para responder a excesos. En un nivel físico era peligroso, porque la hiperventilación hace que el cuerpo pierda demasiado dióxido de carbono. Esto, a su vez, promueve el desmayo, condición a la cual estaba por entrar.
           A medida que penetraba en este estado semi-consciente me di cuenta que estaba dispuesta a permanecer ahí en lugar de jadear en busca del aire que me iba a regresar a la conciencia plena. En una percepción alterada yo me convertí tanto en participante como en testigo de mi experiencia. En alguna parte dentro mío me di cuenta de que si no tenía cuidado, en otras palabras, yo inadvertidamente me estaría empujando más allá de la habilidad de mi cuerpo para retener su integridad física, yo sabía que podía morir. A pesar de ello, había una parte mía que quería conseguir justo eso. ¿No lo hemos deseado todos en un momento u otro? Aquí se hallaba mi oportunidad para hacerlo fácil y correctamente, pensé. No puedo comenzar a contarles cuán tentadora fue esa experiencia.
           Mientras que no estaba considerando tan cuidadosamente mis opciones, yo recorrí la ruta tortuosa de los meridianos de mi cuerpo y exploré todos los puntos energéticos de entrada y salida dentro de mi cuerpo. Yo ubiqué los lugares más y menos conscientes dentro mío, con una distracción desapegada, mientras que el observador mental dentro mío tomaba nota de puntos de salida probables. De lo que parecía ser como direcciones opuestas yo pude escuchar dos voces distintas. Una era la voz o el impulso de mi ángel guardián explicándome gentilmente de que era claro de que yo no había elegido abandonar mi cuerpo por medio de esta experiencia. "El mundo no necesita a otro mártir", me dijo, "pero te necesita a ti". Yo le sonreí, pero encontré que sus palabras eran algo nebulosas y casi necias. Para mí, la elección parecía ser simple. Por un lado había la pena, el dolor y sufrimiento, mientras que por el otro lado había lo que en el mejor de los casos se podía denominar como éxtasis, y por parte baja la liberación de la densidad. La otra voz que escuché fue la de mi querido amigo diciéndome que tenía que respirar y de que la estaba asustándola sin parar. Cuando me negué a escucharla ella le habló a mi corazón, a mi alma e incluso a Gaia por mi cuenta.
           Es duro de explicar lo que pasó a continuación, pero lo voy a tratar. En algún punto mi vida actual pareció fusionarse con muchas de las otras vidas mías, especialmente con aquellas que en cierta forma se asemejaban o identificaban con esta experiencia. Yo vi la irrelevancia de mi decisión inmediata en el esquema de las cosas, pero también vi la relevancia y el propósito de mi vida. Yo sabía que solamente había una elección que podía hacer y que apoyase mi verdad. Yo mediante mi voluntad regresé a mi cuerpo y escuché a mi amiga como si fuera por vez primera. Ella gentilmente me estaba instruyendo en la forma en la que tenía que respirar, ofreciéndose como mi partera espiritual. Es extraño con cuanta rapidez y facilidad me había olvidado como hacerlo. Nuestro estado de ser naturalmente existe dentro de la respiración cósmica, pero nuestro cuerpo permanece un paso denso detrás de esta habilidad, por lo menos por ahora.
           Relacionando la forma en la que mi cuerpo dolía cuando regresé, solamente se aproxima a la severidad de la experiencia. Aunque nunca he boxeado, me imaginé que me sentía como un luchador que había permanecido demasiados asaltos en una lucha que debería haber sido detenida hace mucho tiempo atrás. Cada célula en mi cuerpo me amonestaba por mi comportamiento insolente con respecto a mi bienestar físico y emocional. Ciertamente no era el vagón de bienvenida al cual hubiera podido esperar. Yo me sorprendí de que mis dientes, paladar y mandíbula doliesen más que todo, pero desde entonces he descubierto de que es ahí donde almacenamos nuestras emociones más profundas. Nuestros dientes tienen "raíces" después de todo, y nuestras muelas de juicio (la que en su mayoría nos hacemos sacar hoy en día) tienen algunas de las raíces más profundas de todos.
           El descanso e la cama y el sueño no me llegan con facilidad, pero mi cuerpo me lo demandaba y yo sucumbí a ello. Al día siguiente entré en otro estado de percepción semi-consciente, pero este era más bien como una meditación. En mi estado alterado y con el cuerpo desfigurado parecía que era transportada a los Himalayas, en donde se me sentó sobre una alfombra suave. Me encontré a mi misma en la compañía de cinco seres muy gentiles, los que yo presumía eran simples yoguis o humildes monjes. Ellos preguntaron acerca de mi salud y me encontré a mi misma contándoles tímidamente lo que había hecho. No defendí mis acciones pero la tentación de hacerlo era fuerte.
           Ellos escucharon pacientemente con lo que se sentía como una devoción reverente y amorosa compasión. Ellos no me amonestaron tal como pensé que lo harían. En cambio, ellos me recordaron lo sabia que había sido al decidir regresar a mi cuerpo a fin de servir a su propósito. Ellos también me pidieron que nunca más intentara semejante hazaña de nuevo, ya sea con sabiduría o preocupación. Ellos me recordaron que nuestros cuerpos son muy elásticos, pero que no deberían ser tratados con desdeño evidente. En mi estupor yo había llegado a creer que le estaba haciendo un favor a mi cuerpo, liberándolo de su agobiante obligación. Ellos me dijeron que el tiempo iba a sanar mi pena y que la devoción iba a sanar mi desesperación. Yo no les creí, pero igualmente me gustaba el suave tono de sus palabras. Me escuché a mi misma prometer que nunca más iba a colocar a mi cuerpo en un estado tan bajo y al poco tiempo me encontré de regreso en mi propia cama, despierta y hambrienta.
           A los pocos días de mi recuperación parcial me encontré decayendo nuevamente. Mi mente no me libraba de mi dolorosa experiencia y nada le parecía satisfacer. Ella me forzó a volver a actuar el dolor y la pena una y otra vez. Mi mente se había apoderado de mi, y por más que trataba, no me podía liberar a mi misma del drama que demandaba que yo permanezca siendo un participante involuntario. Con angustia pensé, no puedo seguir así durante mucho tiempo más, no es que yo me parezca a la Madre Teresa , o algo así. Por demás interesante es que esa tarde, la Madre Teresa me hizo una visita. Yo me he comunicado con ella de vez en cuando, cuando mi espíritu se hallaba bajo, así que no era totalmente una sorpresa cuando ella se presentó. Ella me miró con compasión, cuando yo hubiera preferido lástima y me dijo, "Tú eres yo porque yo soy tú. Tú eres cada Madre y cada Teresa y cada santo y cada Santa Teresa que hubo vez alguna. Sin ti, soy yo la que no tiene propósito, no a la inversa. Piensa en estas palabras y en las gentiles que ahora te ofrezco. Tú tienes dos hijos a los que amas profundamente y para ellos hay un gran futuro que está esperándolos. ¿Te gustaría verlos perdonados o castigados? ¿Les ofrecerías compasión o juicio, introspección o derrota? Piensa bien en tu respuesta y no me lo digas a mí, sino a ellos, porque la profundidad de tu capacidad de amar y ofrecer compasión no reside en este momento sino en el futuro. Ofrece a otros, entonces, lo que te gustaría ver que el mundo les ofrezca a tus propios hijos".
           Yo me sentí injustamente arrinconada por una verdad que no podía refutar, pero las palabras habían sido pronunciadas con un amor que aún no tengo la osadía de llamarlo mío propio. Mis hijos son mi pasión y en ellos veo al futuro de Gaia seguramente anidado y a salvo. Ellos y su generación de bravos y creativos compañeros defenderán a Gaia sin necesidad de lucha. Su luz es como una antorcha dorada y sus corazones ha son sabios. Yo respiré profundamente, plenamente y compasivamente por vez primera en días. Yo dormí nuevamente y soñé que había cambiado mi corazón dañado por uno sanado. Me gustaría poder decirles que estoy bien ahora, pero aún es un poco pronto para ello.
           Yo estoy segura que ustedes podrán comprender mi indecisión de compartir esta experiencia con cualquiera fuera de un círculo de amigos muy pequeños e íntimos; no es un momento del que me enorgullezco mucho. Varias veces al mes, sin embargo, clientes y amigos comentan cuán afortunada y encantadora les parece ser mi vida. Yo no niego esto, y estoy agradecida por los dones que se me han confiado, pero también soy simplemente como ustedes. Mi sendero ha sido uno de alegría y pena, de enseñanza y aprendizaje, de risas y de llanto. Mi vida ha sido dispuesta cuidadosamente por mi alma, tal como la suya lo ha sido por su propia alma. Si yo elijo creer que soy especial, entonces en primer lugar tengo que reconocer que ustedes también lo son, y si ustedes quieren reconocer mis dones entonces también tienen que reconocer los suyos propios. La única forma de llegar a la maestría es a través de la responsabilidad. Mano en mano los reinos de la tierra nos guiarán hacia los reinos del cielo.
           Que me pueda ver reflejada a diario en sus ojos y contemplar toda la belleza que es la de Todo Lo Que Es y también es la suya.
           Con el Afecto más Profundo
Pepper
 
© Pepper Lewis & The Peaceful Planet, 2003.
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