Pequeñas felicidades – Mayo 21, 2006
Heavenletters™ Nº 2024: Acercando la Tierra más al Cielo
Traducción: Copito Paz
Edición: Anita Manasse
El CIELO se encuentra aquí para alcanzar a cada alma para volver a despertar.
* Nuestra conexión con Dios*
* Nuestra creencia en nosotros mismos *
* Nuestra consciencia de nuestra valía compartida con Dios*
* Paz en la Tierra *
* Dios siempre nos está acercando a Él.
Dios dijo:
Cuando aparece la tristeza, no se hagan drama. Viene y se va. Déjenla ir. Y si ustedes pueden gozar la dulzura de la tristeza, gocen eso entonces también. Y cuando la felicidad tome su lugar, gocen eso también.
La tristeza no tiene que ser triste. No tiene que ser desagradable. La tristeza existe como un amigo que los codea para que miren algo. La tristeza los codea, y entonces miran para arriba.
En el medio de la alegría, hay tristeza. Las flores ahora florecen, pero no mañana, y sus corazones suspiran. Pero es igual con la tristeza. Las lágrimas fluyen hoy, pero no mañana. Hay alegría incluso dentro de la tristeza.
Una vez amaron, y aún si ese amor particular no existe más, una vez estuvieron sumergidos en él. Porque algo pasa, ¿debe ser llamado tristeza al pensar en él?
La tristeza no es un crimen, amados. Es sólo una nota tocada en el piano que a ustedes no les gusta el sonido. Entonces ahora ustedes tocan otra nota.
¿Qué los hace felices? Inclínense hacia ello. Si el cantar de los pájaros los hace felices, rodéense de pájaros cantando, o vayan al bosque donde estarán seguros que los van a oír. Aférrense a lo que les dé incluso una alegría mínima.
Si les gusta mirar por la ventana, miren por la ventana.
Si les gusta tirarse en el pasto, tírense en pasto.
Si les gusta estar con sus niños, pasen el tiempo con sus niños.
Si les gusta leer, lean.
Si les gusta estar cerca del agua, estén cerca del agua.
Si les gusta cocinar, cocinen.
Dense el permiso de gozar de lo que ustedes gozan. Las cosas pequeñas pueden darles gran alegría, amados. Sean generosos con ustedes. Acumulen alegría incluso de a pedacitos.
Hagan algo de lo que ustedes amen hacer todos los días. Hagan que algo de lo que ustedes aman sea parte de sus responsabilidades, amados. Agréguenlo a su lista de cosas para hacer. No dejen de hacerlo ni un solo día.
Si están postrados en la cama, aún así hay algo que aman.
Elijan hoy aquello que les dé felicidad. Que no les importe el ayer, el año pasado, las vidas pasadas. Tomen el hoy en sus manos, y arrebátenle la alegría.
Si hoy tienen que planchar ropa, y no les gusta, encuentren algo encantador para planchar que les dará una cierta indicación de placer.
Si no les gusta su trabajo, escojan algunas flores y pónganlas en su escritorio y disfruten de las flores mientras trabajan.
Tarareen una melodía diferente, amados. Si no les gusta esa melodía, encuentren otra.
Si no están complacidos, por favor complazcan a otro. Pongan algunas flores en el escritorio de otra persona.
¿Es tan duro estar vivo en la tierra que no pueden encontrar placeres simples? Observen las pequeñas cosas, y sean guiados por ellas. En ese sentido, estén en deuda con ellas.
¿Quizás ustedes han estado esperando un cambio masivo en sus vidas? Tomen los pequeños cambios uno por uno y enmarquen sus vidas con ellos. De pequeñas alegrías, crece el gozo. De verdad, no hay límite para la alegría que ustedes pueden tener en la tierra, y la alegría que ustedes pueden dar.
No se quejen más, amados. No más descontento, y entonces ustedes estarán satisfechos.
Quizás ustedes están buscando oro, y no lo encuentran. Encuentren una encantadora piedra pequeña y luego colóquenla en su repisa. Comiencen en alguna parte, amados. Comiencen.
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Gloria Wendroff, Overseer
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