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25 mayo, 2007

Artículo de opinión

Operaciones negras (black ops)

Enviado Rafael Palacios
Periodista de la Red Acuario


Miércoles 23 de mayo de 2007
Traducido para La Haine por Federico Méndez

(El testimonio de este ex colaborador coincide perfectamente con informes que han revelado las implicaciones de personal norteamericano en la colocación de bombas destinadas a civiles iraquíes.)

En un comunicado del miercoles 9 al mediodia, la Asociacion de Estudios Musulmanes de Irak (AMSI), citando a Quds Press, ha informado que una fuente informativa iraquí (que ha pedido el anonimato), ha revelado alguna de las actividades promovidas en Irak por los norteamericanos, como asesinatos y bombas hechas explotar en mercados, con el objetivo de promover luchas internas entre iraquíes, destinadas a facilitar el proyecto de división del país.

La AMSI dice que se trata de una persona que ha trabajado por cerca dos años y medio para las tropas de ocupación, hasta que ha podido liberarse y escapar a una zona fuera de Bagdad, donde espera que los norteamericanos no le puedan encontrar.

Esto es lo que cuenta el excolaborador:

“Durante la guerra de 1991 yo era un soldado del ejército de Irak, y durante la retirada de Kuwait docenas de mis compañeros y yo decidimos solicitar asilo en Arabia Saudita. Fue en ese momento donde comenzó el proceso de mi reclutamiento para el ejército norteamericano, eran comités de militares norteamericanos que seleccionaban iraquíes que aceptaban enrolarse e ir a los Estados Unidos, yo fui uno de ellos“.

“En 1992 me llevaron a EE.UU., precisamente a una isla llena de instalaciones militares. Yo era uno de tantos iraquíes, también estaba el exgobernador de an-Najaf, Adnan adh-Dharfi. Recibíamos instrucción militar, cursos de inglés intensivo y éramos entrenados para desarrollar operaciones como el asesinato”.

El excolaborador también dice que durante la invasión del 2003 y la guerra que le siguió, lo llevaron de nuevo al interior de Irak para hacer tareas especiales, que encargados norteamericanos le señalaban.

“Durante la guerra que condujo a la ocupación de Irak estuve con un grupo de colegas que, como yo, habían sido entrenados en EE.UU. para provocar el caos en las filas del ejercito iraquí. Nos hicieron entrar en Irak por la frontera de Arabia Saudita, vestidos con uniformes iraquíes, nuestra tarea era sobre todo la de crear derrotismo entre los soldados iraquíes, como por ejemplo esparcir el falso rumor de que el ejército norteamericano había entrado en tal ciudad o tal otra ciudad, o estaba en los alrededores de Bagdad, lo que contribuyó en parte al rápido colapso de nuestro ejército”.

“La unidad a la que yo pertenecía estaba alojada en el palacio presidencial en el distrito de al-A‘zamiyah. Una vez al mes podíamos ir a encontrarnos con parientes y conocidos a Bagdad, yo solía ir de visita a mi familia en el barrio de Madinat as-Sadr’ en Bagdad oeste. Pero cuando las cosas comenzaron a empeorar, y personas armadas comenzaron a disparar sobre quien veían salir del edificio, les pedí a mis familiares de venir ellos a encontrarme de vez de en cuando, para por lo menos verles”.

“Mi tarea era la de hacer de vigilante, pero poco después del cambio de la situación los norteamericanos me metieron en las dependencias de un grupo que era parte de una unidad que estaba cometiendo asesinatos por las calles de Bagdad. Debíamos matar a determinadas personas. Los norteamericanos nos daban nombres, fotografías y planos sobre sus movimientos diarios, desde y en dirección a sus casas, y debíamos matarles. Por ejemplo, chiítas en el distrito sunita de al-A‘zamiyah, o sunitas en el distrito chiíta de Madinat as-Sadr, y así”.

“Si alguno de la unidad cometía un error, era fusilado. Tres miembros de mi grupo fueron fusilados por los norteamericanos por no haber consegido asesinar a políticos sunitas en Bagdad, según las órdenes recibidas. Esto sucedió hace dos años”.

El ex-colaborador explica que los norteamericanos tienen una unidad para “trabajos sucios”, compuesta de iraquíes, norteamericanos y extranjeros de los grupos de seguridad destacados en Bagdad y en otras ciudades iraquíes. Esta unidad no solo comete asesinatos, también tiene hombres especializados en poner bombas en los barrios y en los mercados y cumple operaciones de detención de personas que están buscadas por el ejército norteamericano, pero que no les quieren matar.

Las operaciones de dejar coches bomba y detonar explosivos en los mercados son hechas de diferentes modos. El más usado entre los norteamericanos es el de meter una bomba en un coche, mientras le controlan en un puesto de control. Otro método es el de meterle la bomba mientras la persona es interrogada. Otro sería el de una persona que es llamada a una base norteamericana, a escondidas le meten una bomba, despues le dicen que tiene que ir a una comisaría de policía, o a un mercado u otro sitio y su coche termina saltando por los aires”.

La AMSI observa que este testimonio que viene del excolaborador coincide perfectamente con reportes que han revelado las implicaciones de personal norteamericano en la colocación de bombas destinadas a civiles iraquíes. El corresponsal británico Robert Fisk ­declara la AMSI­ recientemente se ha encontrado en Siria con iraquíes para hablar de estas “operaciones negras” hechas por los norteamericanos.

El escritor egipcio y exdirector del periódico al-Ahram, Muhammad Hasanayn Haykal, ha revelado en una entrevista con la cadena de television Al-Jazeera que la gran cantidad de mercenarios, por su número y equipamiento, constituyen un ejército, el segundo después del norteamericano. Este ejército ­ha dicho Haykal- es llamado los “caballeros de Malta”, en sus filas hay iraquíes y libaneses, son estos normalmente los culpables de muchos de los atentados contra civiles iraquíes.

http://www.rodelu.net/fisk/fisk347.html

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