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05 diciembre, 2006

Nuevo avance

Nuevo avance político de los Caballeros Blancos en EE.UU.
Otro halcón pierde las plumas

Nuevo declive en el poder del ala
más agresiva y belicista del Imperio


Por Jim Lobe
Lunes 4 de diciembre de 2006

Washington (IPS).- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, aceptó el lunes la renuncia del embajador en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), John Bolton, en lo que constituyó un nuevo declive del poder del ala más belicista del gobierno.

Bolton presentó su renuncia menos de tres semanas después de que Bush hubiera enviado otra vez su nominación al Senado.

La reiteración del pedido al Congreso legislativo tenía el aparente objetivo de señalar al electorado del gobernante Partido Republicano que la línea del gobierno se mantendría, a pesar de la derrota que le infligió el opositor Partido Demócrata en las elecciones del 7 de noviembre.

Bush se mostró "profundamente desilusionado" porque "un puñado de senadores" impidieron la confirmación de Bolton en el cargo que ocupó sin aval legislativo durante 21 meses. El funcionario había sido designado aprovechando un receso del Congreso. "Eligieron obstruir su confirmación, aun cuando disfruta del apoyo mayoritario del Senado y aunque esa táctica perturba nuestro trabajo diplomático en tiempos delicados y trascendentes", agregó Bush.

Los enemigos de Bolton aplaudieron la decisión de la Casa Blanca de renunciar a la puja en el Senado y llamaron a Bush a nominar a una figura que pueda concitar apoyo de los dos grandes partidos estadounidenses.

"Con Medio Oriente al borde del caos y ante las crecientes amenazas nucleares de Irán y Corea del Norte, necesitamos un embajador en la ONU con pleno apoyo del Congreso, que pueda concitar la unidad de la comunidad internacional contra las serias amenazas con las que nos enfrentamos", dijo el senador John Kerry, el candidato presidencial demócrata de 2004.

"Quedó demostrado que el estilo de nacionalismo belicoso del (ex senador ultranacionalista) Jesse Helms ha retrocedido definitivamente", sostuvo Steven Clemons, director del Programa Estrategia Estadounidense de la New American Foundation, que participó en las gestiones contra la designación definitiva de Bolton.

"Esto debería ser considerado más como una victoria de los adversarios de Bolton que como un cambio de postura de la Casa Blanca, pero ofrece a Bush la oportunidad de recomenzar y enviar a la ONU a alguien que custodie los intereses estadounidenses y aun así ser consistente con los valores del Partido Republicano", agregó Clemons.

"Pero aún está por verse si Bush aprovechará la oportunidad", concluyó.

Entre los posibles sucesores de Bolton figuran el actual embajador en Iraq, Zalmay Khalilzad, y la neoconservadora subsecretaria de Estado (vicecanciller) para Asuntos Globales, Paula Dobriansky.

También figuran en la lista tres legisladores republicanos moderados derrotados en su intento por la reelección el mes pasado: el representante Jim Leach y los senadores Michael DeWine y Lincoln Chafee. En el caso de Chafee, sus posibilidades se reducen por su oposición a la nominación de Bolton.

El asesor del Departamento de Estado Philip Zelikow también fue considerado para el cargo, pero anunció hace dos semanas que dejará el gobierno.

Bolton, acusado de maltrato a sus subordinados y de manifestar su abierto escepticismo hacia la ONU, es un protegido de Helms que comenzó su carrera política en cargos de escaso destaque durante el gobierno de Ronald Reagan (1981-1989).

Al retirarse, Helms lo describió como "el tipo de hombre que me gustaría tener a mi lado en el Armageddón".

Es considerado el más unilateralista y menos diplomático entre los más altos funcionarios del servicio exterior del primer periodo presidencial de Bush (2001-2005). Bolton ocupó entonces el cargo de subsecretario de Estado (vicecanciller) para Control de Armas.

Desde el Departamento de Estado, Bolton intentó, con cierto éxito, de sabotear los esfuerzos de su superior, el entonces secretario de Estado (canciller) Colin Powell, ppor promover un diálogo con países enfrentados con Estados Unidos como Siria, Irán y Corea del Norte.

A pesar de que su rostro rubicundo, sus lentes y sus gruesos bigotes canosos le dan una imagen de tío simpático, Bolton es conocido por su carácter conflictivo, combativo y malhumorado.

A pesar de su inexperiencia respecto de los países en desarrollo, ocupó en el gobierno de Reagan varios cargos en la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid) antes de convertirse en uno de los principales colaboradores del entonces fiscal general Edwin Meese.

Desde ese puesto, se resistió a todas las gestiones del Congreso para investigar el escándalo Irán-Contras y la entrega de armas a los contrarrevolucionarios en Nicaragua a mediados de los años 80.

Su eficacia en la tarea le deparó la promoción a subsecretario de Estado para Organismos Internacionales en el gobierno de George Bush --padre del actual presidente (1989-1993)--, al cabo del cual se incorporó a instituciones académicas neoconservadoras como el Instituto Manhattan y el American Enterprise Institute, del que fue presidente.

Desde ese centro de estudios fustigó la normalización de vínculos de Taiwan, territorio al que China considera una provincia renegada y de cuyas autoridades habría recibido dinero entonces, según el diario The Washington Post.

En 1994, en una mesa redonda, Bolton afirmó: "No existe eso que se ha dado en llamar ONU. Si el edificio de la ONU en Nueva York perdiera 10 pisos, no se notaría mucha diferencia."

También defendió el retiro de Estados Unidos del Tratado de Misiles Antibalísticos y atacó otros acuerdos internacionales de desarme, así como se opuso a las supuestas amenazas a la soberanía de su país por parte de la ONU. En una ocasión, llegó a sugerir el cese de los pagos de Washington al foro mundial.

Bolton también integra hace mucho tiempo la Sociedad Federalista, organización nacionalista de abogados de extrema derecha opuestos a la aplicación del derecho internacional, al que consideran violatorio de la soberanía estadounidense.

El hoy renunciante embajador jugó un papel clave en la coalición de nacionalistas agresivos, cristianos de derecha y neoconservadores liderados dentro del gobierno por el vicepresidente Dick Cheney, quien, tras el cese de Powell, presionó a su sucesora, Condoleezza Rice, para que lo promoviera a subsecretario de Estado.

Rice rechazó la idea, pero accedió, como fórmula de concesión, a la nominación a la embajada en la ONU. (FIN/IPS/traen-mj/
jl/ks/na wd gb ip sp/06) (FIN/2006)

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=39542


La oposición demócrata fuerza a Bush a prescindir
de Bolton como embajador en las Naciones Unidas


Lunes 4 de diciembre de 2006

Washington (El País).- El embajador estadounidense en Naciones Unidas, John Bolton, dejará su puesto en unos días. Según ha anunciado la Casa Blanca, el presidente, George W. Bush, ha aceptado su renuncia ante la seguridad de que el Senado, que ahora cuenta con mayoría demócrata, se opondrá a su renovación.

Según la portavoz de la Casa Blanca, Bush ha aceptado a regañadientes la decisión de Bolton de dejar su cargo ante la falta de apoyos. La decisión del embajador, que ocupa la embajada estadounidense en la ONU de forma provisional desde agosto de 2005, se hará efectiva cuando acabe el actual periodo de sesiones del Congreso estadounidense, probablemente a finales de esta semana.

Bolton, uno de los más firmes defensores de la política de Bush en Irak, fue nombrado por el presidente en agosto de 2005 sin contar con el Senado, que en ese momento se encontraba de vacaciones, evitando así el proceso de confirmación y desatando así las iras de muchos de los senadores. Además, muchos legisladores temían el mal carácter de Bolton en un puesto especialmente delicado, como es la legación estadounidense en Naciones Unidas, una institución que Bolton ha criticado abiertamente.

Bolton tenía que ser ratificado por el Senado en su puesto en el mes de enero, y es probable que hubiera obtenido el voto favorable, pero varios senadores del Comité de Relaciones Exteriores, clave en la elección, se oponen a él.

http://www.elpais.com/articulo/internacional/
oposicion/democrata/fuerza/Bush/prescindir/
Bolton/embajador/ONU/elpepuint/20061204elpepuint_6/Tes


Bush se ve forzado a aceptar la dimisión
de John Bolton como embajador en la ONU


Martes 5 de diciembre de 2006

Nueva York (ABC).- Finalmente, tras un polémico nombramiento directo por parte del presidente de Estados Unidos aprovechando un periodo vacacional del Congreso, John Bolton, embajador estadounidense ante Naciones Unidas, no ha querido renovar su cargo para un nuevo mandato, otro golpe contra la diplomacia norteamericana que Bush aceptó «con profunda pena».

Con esta decisión, el presidente da por terminados sus esfuerzos para convencer al Senado sobre una posible confirmación de Bolton para dicho puesto y ve como la derrota republicana en las elecciones legislativas del pasado noviembre se cobran la segunda víctima entre sus filas, tras la dimisión presentada por el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.

Bolton pasó a ocupar su cargo en agosto del año pasado cuando Bush decidió pasar por alto el proceso habitual para nombrar al representante de la nación ante la ONU, que en circunstancias normales hubiera dependido exclusivamente de la aprobación del Senado. Como los demócratas bloquearon la votación para una posible elección del favorito de la Casa Blanca para el puesto, Bush aprovechó las vacaciones estivales del Capitolio para nombrar al actual embajador de forma provisional sin necesidad de la aprobación de la Cámara Alta del Congreso. Como dicha alternativa se realizó bajo un receso legislativo, momento en que el presidente tiene atribuciones para hacer nombramientos sin confirmación del Senado, el funcionario elegido sólo puede ocupar el puesto hasta el término del periodo legislativo que, en esta ocasión, finaliza en enero.

Cambio de mayoría

El presidente tenía previsto aprovechar los últimos coletazos republicanos en el Senado, antes del cambio de poder, para confirmar a Bolton, que podría haber conservado su puesto pese a la victoria demócrata, pero tras los acontecimientos se puede dar a entender que la Casa Blanca podría haber previsto que el funcionario volvería a carecer del respaldo suficiente para ocupar su cargo, pese a que, según fuentes cercanas al gobierno estadounidense, contaba con el apoyo de «una fuerte mayoría bipartidista de senadores».

«Estoy en desacuerdo porque un puñado de senadores haya privado a Bolton del derecho a una votación que le confirmará o retirara de su puesto», aseguraba Bush que no dudó en añadir que «algunos se han decantado por obstruir dicha nominación pese a ser conscientes de que Bolton cuenta con el respaldo de la mayoría del Senado y que, bajo esta decisión, interrumpirán las labores diplomáticas estadounidenses en un momento decisivo».

Un apenado Bush aceptó la dimisión de Bolton aunque quiso dejar claro que este «obstruccionismo impide a los hombres y mujeres con talento el servir a su nación». Aún así, Bolton anunció en una carta con fecha de 1 de diciembre, que tras una «cuidadosa consideración pensaba que sus servicios deberían cesar con el vencimiento de la legislatura.

http://www.abc.es/20061205/internacional
-estados-unidos/bush-forzado-aceptar-
dimision_200612050249.html

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