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21 noviembre, 2006

ÍNDIGO, NIÑOS DE LA NUEVA ERA
Raúl Serrano

Poseen cualidades distintas a las del resto de los chicos, a través de las cuales buscan mejorar al mundo.

Tal vez usted fue un niño índigo y nunca lo supo, pues aunque el término data de hace miles de años es hasta la presente década cuando ha habido más interés por conocer sus características. Lo importante es que hoy se puede saber si sus descendientes son chicos con cualidades especiales que les permitan ubicarlos en esta categoría, e igualmente destacable es que usted tiene la oportunidad de recibir orientación sobre cómo aprovecharlas mejor y logren ubicarse en la sociedad.

Mire usted, los niños índigo tienen un coeficiente intelectual superior al del grueso de su generación, poseen capacidad de memoria muy amplia, emplean en todo momento el razonamiento y en base a éste es como se comunican con el mundo; constantemente encuentran maneras de mejorar las cosas que hacen (tanto en el hogar como en la escuela), son muy creativos, se aburren fácilmente con trabajos monótonos, pueden efectuar varias actividades al mismo tiempo y desarrollan formas de pensamiento más complejas, las cuales no corresponden a su edad.

Pero, además, son chicos con cualidades psíquicas, es decir, son intuitivos y tienen percepciones sobre el estado de ánimo de quien está con ellos, además de que son visionarios y soñadores, y tienen problemas con la disciplina y autoridad. Son muy compasivos y tienen muchos miedos, como a la muerte y a la pérdida de sus seres queridos; y si experimentan fracasos o decepción a edad muy temprana, pueden desistir y desarrollar un bloqueo permanente.

"No es fácil para los niños índigo relacionarse con su sociedad", aclara en entrevista para saludymedicinas. com.mx la Dra. Sarita Maya de Toyber, directora de Conciencia Holística México, institución que a través de la Medicina Alternativa brinda bienestar en quien lo requiere. "Las cualidades de estos niños los hacen diferentes a con quienes conviven cada día -agrega-, de forma que no participan de igual manera en las actividades comunes y frecuentemente son relegados, tratados con violencia e incluso etiquetados por algunos psicólogos como niños hiperactivos, con déficit de atención, esquizofrénicos o paranoicos, cuando su realidad es otra".

¿Yo seré?

La psico-orientadora señala que hay cuatro tipos diferentes de niños índigo, cada uno con un propósito definido:

Humanistas.

Extremadamente sociales, son hiperactivos, lectores feroces y destinados a trabajar con las masas. Son un tanto torpes y algunas veces se estrellarán contra una pared porque olvidaron poner los frenos; no saben cómo jugar con un juguete, pero le sacarán todas las partes que contengan y probablemente después no lo vuelvan a tocar. Son del tipo de persona al que hay que recordarles las cosas permanentemente, porque a menudo se olvidan de las órdenes simples y se distraen. Su destino estará en ser médicos, abogados, profesores, comerciantes, ejecutivos y políticos del mañana.

Conceptuales.

Más interesados en proyectos que en personas, serán ingenieros, arquitectos, diseñadores, astronautas, pilotos y militares. Son pulcros, ordenados y cuidan mucho lo que comen (por ningún motivo aceptan carne en su dieta). No son torpes, por el contrario, son niños con destreza física y tienen cualidades de liderazgo, tratando de controlar a su madre si son niños, y a su padre si son niñas. Este tipo de índigo tiene tendencia a la adicción, especialmente a drogas durante la adolescencia, por lo cual sus padres deben vigilar estrechamente sus patrones de comportamiento.

Artistas.

Mucho más sensibles y a menudo de cuerpo pequeño, aunque no es una regla general. Son muy creativos y serán actores, profesores, cirujanos o investigadores. Entre los 4 y los 10 años de edad pueden involucrarse en hasta 15 actividades creativas diferentes.

Interdimensionales.

De talla mucho más grande que los demás índigos, razón por la cual pueden llegar a convertirse en bravucones y jactanciosos. Entre el primero y segundo años de vida ya no se les podrá decir nada, pedirán dejarlos solos, ya que dirán "yo ya lo sé" o "yo puedo hacer eso". Traerán nuevas filosofías y espiritualidad a este mundo.
Es importante destacar que un niño índigo cumplirá con sólo una de las personalidades que se han descrito y no desarrollará dos o más.

La Dra. Sarita Maya explica que se le denomina índigo a estos niños porque ese es el color de su aura (campo de energía que rodea a cada persona), el cual es imperceptible a simple vista pero mismo que puede conocerse por métodos que se explicarán adelante. Es así que el matiz del aura definirá la personalidad de cada individuo, pudiéndose encontrar en un abanico de tonalidades que van del rojo intenso (carácter fuerte y personalidad activa), hasta el blanco (espiritual en extremo). Corresponde al índigo o azul intenso cualidades como intelectualidad, buena memoria, sensibilidad e intuitición.

"En el lenguaje de la Medicina de la Nueva Era o Alternativa la frecuencia índigo corresponde al chakra (el punto de contacto entre el aura y el cuerpo humano; son siete), del tercer ojo (sexto chakra), que se encuentra al centro de la frente y que controla a ambos hemisferios cerebrales, es decir, la mente, sistema nervioso, intelecto y desarrollo psíquico", puntualiza la terapeuta.

Por otra parte, el interés por conocer a fondo las características de los niños índigo ha llevado a la ciencia a realizar estudios a nivel de ácido desoxirribonuclé ico (ADN), el cual tiene 64 códigos diferentes que proporcionan toda la información genética. Un ser humano promedio tiene 20 de esos códigos activados, y un chico índigo nace con cuatro en su ADN, lo cual también se aprecia en un sistema inmunológico más fuerte.

Incorporarlos a su sociedad.

El científico de origen alemán Albert Einstein (creador de la Teoría de la Relatividad) fue un niño índigo, quien tenía muchos problemas en la escuela y obtenía malas calificaciones; era desordenado y se sentía ajeno a la sociedad en la que le tocó vivir. No obstante, logró sobreponerse a las adversidades, a las burlas de los demás, y pese a no contar con orientación que le ayudara a explotar sus cualidades pudo llegar a ser uno de los genios de la humanidad.

"El aumento en la cantidad de niños con déficit de atención ha hecho a la sociedad en general a voltear hacia los niños índigo, quienes por tener la cualidad de realizar varias actividades a la vez son etiquetados de esa forma -acota la psicoterapeuta- . Algunos médicos prescriben medicamentos a chicos hiperactivos para mantener en niveles controlables su energía, de manera que puedan incorporarse al ritmo de trabajo de sus compañeros en la escuela. No obstante, la terapia que nosotros impartimos se basa en homeopatía o acupuntura y no en sustancias que los harán adolescentes fármaco-dependientes . Dado que para los padres no es fácil integrar a su hijo con los demás, se les brinda apoyo mediante terapia en grupo.

La Dra. Maya de Toyber aclara que pese a los rasgos de personalidad que presenta un niño de este tipo, para determinar si efectivamente tiene un aura índigo es esencial que se tome una foto de ésta. "Empleando un sensor (semejante al mousse de una computadora) que monitorea los puntos de acupuntura en la mano, se registra en un programa computacional la energía que el chico emana y que el aparato transforma en una imagen con el color del aura; no hay forma de alterar esa información, así que es la fuente más fidedigna para saberlo".

"Por otra parte, para ver las características del paciente contamos con un sofware muy avanzado que puede mostrarnos a través de la computadora los rasgos del estado emocional del chico mediante de gráficas, al igual que su capacidad psíquica y mental. Se emplea un sistema denominado biofeedbak que usa sensores especialmente ubicados en el cuerpo para mostrar lo que necesitamos saber".

A decir de la entrevistada, el auge que en fechas recientes ha tenido el tema de los niños índigo ha hecho proliferar charlatanes que aprovechándose de las circunstancias engañan a padres y a chicos con ciertas cualidades. "Hay quienes afirman que los niños con aura índigo son los salvadores del mundo, y eso les hacen creer, así como a su padres, lo cual les hace más daño que beneficio, pues ello les complica aun más relacionarse con el resto de la gente; hay que tener mucho cuidado con ellos".

Ciertamente los niños de esta época son distintos a los de generaciones anteriores, ya que, entre otras diferencias, cuentan con muchos más medios de información que los hacen más capacitados para enfrentar su futuro; como padres ¿estaremos preparados para guiarlos ?.


NIÑOS SUPERDOTADOS, PERO AL FIN NIÑOS
Israel Cortés

Quizás ha recibido quejas de su hijo por indisciplinado, falta de atención en clase y escaso apego a la autoridad, sin embargo, ha descubierto que le interesan las actividades artísticas o temas poco comunes para su edad, como Astronomía o Química. No lo prejuzgue, tal vez sea un niño superdotado.
La verdad es que estos casos son más comunes de lo que imaginamos, pues se estima que hasta 4 de cada 100 hogares mexicanos albergan a alguno de estos chicos, como también es cierto que se tiene una imagen errónea de ellos, pues no son "sabelotodos" ni adultos pequeños que se valgan por cuenta propia. Simplemente, son niños que requieren educación especial.

Por eso es muy importante que los padres conozcan las características de estos pequeños para establecer un juicio adecuado y desarrollar la estrategia más conveniente, pues si se les subestima o sobreestima con base en sus aptitudes, sus emociones y cualidades pueden verse afectadas.

¿Cómo distinguirlos?

Normalmente, estos chicos comienzan a hablar desde edad temprana, aproximadamente entre los 6 y 9 meses de edad, aunque sus primeras palabras las pueden pronunciar a los tres meses; de igual manera, empiezan a leer o escribir desde muy pequeños, incluso sin ayuda. Les atraen imágenes, melodías y juegos complejos, a la vez que preguntan mucho sobre temas no muy usuales: arte, ciencia, realidad mundial o hasta aquellos relacionados con vida y muerte.

Estos niños aprenden muy rápido, son muy curiosos, poseen buen sentido del humor y tienen excelente memoria para lo que les interesa; asimismo, tienen una capacidad innata hacia el trabajo y creatividad, y no se limitan a memorizar, sino que sacan sus propias conclusiones a partir de lo que saben. También poseen un carácter independiente y no les gusta someterse a normas estrictas, por lo que son inconformes y desobedientes.

Dado que estos pequeños asimilan en unos cuantos minutos lo que a sus compañeros les cuesta media hora entender, muchos de ellos muestran poco interés, se aburren en clases y prefieren dedicarse a jugar en el salón, dibujar o realizar otras actividades. Por eso es frecuente que los profesores los confundan con niños de lento aprendizaje o muy indisciplinados.

A esto contribuye también que no son necesariamente quienes tienen mejores calificaciones, pues aunque hay materias que dominan como pocos, en otras su rendimiento es más bien bajo. Recordemos el caso del célebre Albert Einstein, creador de Teoría de la relatividad, quien cursó la universidad. .. prácticamente fuera del salón y con la condena a cuestas de su maestro de griego: "Tú nunca llegarás a nada". Si ahora recordamos a este profesor, es por su eminente alumno.

Tales actitudes de aparente desinterés suelen contrastar con su actitud en casa, ya que los superdotados acostumbran bombardear con extrañas preguntas a sus padres, observan animales con mucho interés durante horas (las hileras de hormigas transportando alimento, por ejemplo) o realizan actividades que exigen destreza manual o artística.

Conviene aclarar que hablamos de rasgos generales y que no todos estos pequeñines muestran todas las características u otras más que se les atribuyen, como acusada madurez emocional o capacidad de liderazgo, y que desafortunadamente llevan a muchos padres a errar su actitud hacia los infantes, pues el termino "genio" o "superdotado" les hace creer que es necesario enrolarlos en sinfin de actividades para que rindan según su potencial.

¿Qué hacer?

Contra lo que muchos piensan, en la gran mayoría de los casos no debe hacerse nada especial ni buscar que los chicos tomen al mismo tiempo clases de guitarra, idiomas, tae kwon do, apreciación musical, ballet, natación y fotografía, además de inscribirlos en el club de niños exploradores de la localidad. Un superdotado es un niño como cualquier otro, sólo que, como ya se dijo, tiene necesidades educativas y de atención diferentes.

Lo mejor que puede hacerse es motivar (no obligar) al niño a aprender, proveyéndole material conforme lo vaya pidiendo, y siempre respetando sus gustos y posibilidades económicas de los padres. Tan perjudicial es forzar a un niño a aprender a tocar el violín si no le gusta la música como responder sus preguntas con un clásico: "Eso lo aprenderás cuando seas mayor".

La desmotivación ante las iniciativas de un superdotado es poco conveniente, pues la frustración puede originar el desarrollo de tendencias agresivas (verbal o física, rebeldía) o pasivas (fantasea, evita a la gente, no se defiende si es agredido). En estos casos es importante crear vínculos entre profesores y padres de familia e, incluso, contar con la opinión de orientadores sociales o psicólogos, ya que estos pequeños suelen tener grandes aspiraciones, elevada opinión de sí mismos, poca tolerancia a la frustración e incluso presentar de manera innata rasgos neuróticos, por lo cual es necesario orientarlos antes de los siete años para evitar que sus capacidades se atrofien por falta de estímulo.

Por regla general, cuando a un superdotado se le proporciona alguna clase de actividad de enriquecimiento los problemas desaparecen por sí solos, y es también muy benéfico que tenga contacto regular con otros niños de sus mismas características, a la vez que padres y profesores establezcan estrategias educativas en conjunto.

Para este fin, en México, la Secretaría de Educación Pública (SEP) cuenta con un sistema nacional de unidades de Atención a Niños con Capacidades y Aptitudes Sobresalientes (CAS), que brindan orientación y educación especializada (si requiere información al respecto marque el teléfono de INFOSEP, 57 23 66 88, en la ciudad de México, o el 01 800 57 23 66 88, para el resto de la República Mexicana. Pregunte primero por la Unidad de Servicios de Apoyo a la Escuela Regular).

En estos centros los chicos aprenden metodologías de investigación y desarrollan sus aptitudes de acuerdo con sus necesidades y gustos, considerándolos como niños que, efectivamente, son sobresalientes en algunos aspectos aunque descuidados en otros.
Es importante destacar que la mejor ayuda a estos chicos la proporcionan sus padres al no hacerlos sentir raros o como si fuesen adultos pequeños, pues hay que considerar que aunque son diestros suelen mostrarse tristes cuando están solos.

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