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18 noviembre, 2006

LA INMORTALIDAD

LA INMORTALIDAD
 
¿Alguna vez has pensado que la muerte es la total desaparición de tu conciencia? ¿Has sentido la angustia existencial de aquel que cree que su vida tiene fin? Creo que todos hemos tenido ese temor en algún momento de nuestra vida porque tenemos dos naturalezas, una mortal y una inmortal. La naturaleza mortal es el cuerpo y la inmortal es la conciencia. La conciencia no muere, más bien, vida tras vida, se va desarrollando hasta un punto en el que desarrolla tanto su naturaleza mortal que la hace inmortal.
 
Cuando el ser humano va conociendo su realidad interna va introduciendo en su conciencia fragmentos de su propia naturaleza inmortal. En el ser humano común, su elemento inmortal no afecta su conciencia cerebral; vida tras vida va quitándose y poniéndose cuerpos sin continuidad alguna de conciencia. Para él, la muerte es la amenaza perenne de su vida. Pero a medida que va integrando en su conciencia sus diferentes dimensiones emocionales, mentales y espirituales, va encontrando, poco a poco, el hilo conductor de su vida. Y aunque todavía la idea de morir le atemorice un poco, siempre podrá encontrar razones para creer en su inmortalidad.
 
Cuando un ser humano se abre a la inspiración y toca las altas esferas de su conciencia está creando un puente entre su inmortalidad y su mortalidad. Está uniendo el cielo y la tierra, lo inmortal y lo perecedero. Está haciendo contacto, desde su naturaleza mortal, con el infinito océano de la vida, en donde todo es danza y movimiento. 
 
La materia cambia de forma pero es eterna. A veces es energía, a veces materia sólida, pero es indestructible. Si te conectas con esa fuerza sutil que impregna todo en la naturaleza, a esa vida que está detrás de todo lo creado puedes beber la esencia inmortal y embriagarte con su
 
divino elixir. Compruébalo.  Una vez me conecté con una brillante estrella y sentí que la vida del espacio estaba en mí con tanta fuerza que aquella estrella era la luz de uno de mis átomos.  La miré y dejé que su luz y mi luz se hicieran una. De la misma manera lo puedes hacer con todos los elementos de la naturaleza. Con el sol puedes descubrir el fuego que habita en ti, con el mar sentir las infinitas corrientes de vida que circulan en tu interior, con el viento puedes volar por tus espacios vacíos…  
 
Cuando el ser humano, en su proceso de integración interna, va uniendo sus distintas dimensiones, comienza a desarrollar la capacidad de reconocer los diferentes estados de conciencia que simultáneamente se suceden dentro y fuera de su ser.  Las experiencias vividas en todas las encarnaciones se van uniendo en un todo coherente y comienza a percibir su inmortalidad. Este proceso hace que el cuerpo etérico se desarrolle a su máxima expresión. La inmortalidad física, que es posible para el hombre, radica en este vehículo y no en el cuerpo biológico y animal que no es un principio en la creación. El cuerpo etérico, sustento y molde energético del biológico, es considerado por los Maestros como el verdadero cuerpo físico. Allí se encuentran los chakras o vórtices de energías que son las centrales distribuidoras de energía vital y las ventanas que tenemos hacia los mundos sutiles. 
 
Cuando el hombre apareció en la época Lemuriana, sus chakras Base de la Columna y Sacro (de la sexualidad) comenzaron a activarse ocasionando que las glándulas endocrinas que están conectadas con esos centros, las adrenales y las reproductoras, entraran también en pleno desarrollo. En la Atlántida, el chakra plexo solar se desarrolló a tal punto que los poderes síquicos, que conectan con el plano astral, se manifestaron de una forma masiva. El páncreas, el hígado y el estómago se fueron perfeccionando. En nuestra era, el centro laríngeo comenzó a desarrollarse, allí está el asiento de la inteligencia del hombre, su verbo creador. La glándula correspondiente, la tiroides se activó y ahora controla gran parte de las funciones vitales. La humanidad avanzada va abriendo sus centros superiores (corazón, entrecejo y coronario). Cuando el chakra del entrecejo se desarrolla plenamente, el ser humano se convierte en una personalidad completamente integrada. La glándula pituitaria, exteriorización n física de este chakra, aumenta su influencia. Cuando el chakra del corazón se abra como una flor activándose, la glándula Timo se desarrolla al máximo. El sistema inmunológico se fortalece tanto que se establece la perfecta salud. Muchos creen que allí está la fuente de la juventud. A través de este centro se manifiesta el amor puro del alma. Y cuando el chakra coronario, el centro de la cima de la cabeza, entra en pleno funcionamiento, la energía del espíritu fluye por todo el cuerpo. La glándula pineal comienza a funcionar a plenitud y el ser humano termina la construcción de su cuerpo de gloria, el etérico que ahora es inmortal.
 
Cuando los tres centros mayores, el centro del entrecejo, el coronario y el corazón funcionen coordinadamente y las tres glándulas (pineal, pituitaria y timo) se desenvuelvan plenamente, percibiremos el Propósito Divino, tendremos la visión intuitiva del Plan y la actividad creadora resultante tendrá una dirección espiritual. De la misma manera, cuando las glándulas: pineal, timo y tiroides entren en una estrecha y nueva relación, tendremos un cuerpo más refinado.
 
“Hombre avanzado es aquel que une los dos centros mayores, el coronario y el cardíaco, en un instrumento sintético y cuyo centro laríngeo vibra al mismo ritmo”
 
Maestro D.K.
 
La evolución va esculpiendo en la sustancia del ser humano una figura más perfecta. El cuerpo humano no es un producto acabado, está en pleno desarrollo y sus posibilidades son infinitas. En determinado momento, arrojaremos el cuerpo biológico, como quien se quita una piel que ya no necesita más. El vehículo etérico habrá llegado a tal grado de perfección que expresará la gloria del espíritu, el divino diseño y podrá mantenerse intacto sin necesidad de la forma densa. Entonces podremos decir que somos inmortales aún en el físico. Porque ciertamente, el etérico es físico, tan físico como lo son tus átomos y moléculas, aunque no puedas ver su danza y su movimiento.
 
Una forma de coordinar tu vehículo etérico es a través de la respiración consciente. Te sugerimos que practiques diariamente ejercicios de respiración (inhalas, retienes, exhalas y descansas) Si visualizas el color azul penetrándote con cada inhalación y lo ves recorrer todo tu cuerpo, aumentas el bienestar. Los pensamientos y las emociones son factores determinantes en el estado de tu vehículo etérico. También tu dieta. Que tu alimento sea puro, que tus pensamientos reflejen la luz de tu espíritu y tus emociones, el amor del alma. Y así, un día, en el devenir del tiempo, cuando abandones tu cuerpo en eso que llamamos muerte, el etérico no se desintegrará y si vuelves a nacer recordarás tus vidas y tendrás continuidad de conciencia. Serás un inmortal.
 
Cada vez que sientas temor, recuerda que tu conciencia no conoce la muerte. Que la vida eterna. Eleva los ojos al firmamento y conéctate con esa inmensidad. Es la vida pura que se manifiesta a través de todos los elementos de la creación. Tú eres parte de esa vida que fluye libre por el Universo. Visualiza la gran conexión con esa Madre Cósmica, que es el punto de emanación de tu corriente de vida y en esa conexión, percibe tu eternidad.
 
 
COMPARTIENDO COMPRENSIONES

 
¡Hermanos! Que la gran fraternidad humano-dévica se instale en nuestras vidas y obras.
 
Hoy tenemos un imperativo categórico, un mandato sustancial,  aportar todos para construir juntos, una Cultura de Paz, una cultura de sustentable una cultura en la que esté asegurada la supervivencia de nuestra humanidad y del sagrado espacio que nos contiene: La Tierra.
 
Es bueno que todos podamos recordar que nuestra madre Gaia, el planeta en el que vivimos, es el único espacio del que disponemos para seguir evolucionando. No tenemos otra casa adonde mudarnos. Una cultura sustentable es una cultura donde la violencia y la guerra vayan desapareciendo progresivamente hasta que la cooperación y la buena voluntad sean las notas tonales de las relaciones humanas. Una cultura donde el peligro de una guerra nuclear haya desaparecido, una cultura que proteja todo lo creado, y el desarrollo humano no signifique la destrucción de los recursos. Donde los hombres aprendamos a vivir cada día mas como hermanos. Martin Luther King nos advirtió “Aprendemos a vivir todos juntos como hermanos o moriremos todos juntos como idiotas”
 
¿Qué podemos aportar cada uno de nosotros para que esta Cultura de Paz se manifieste sobre la faz de la Tierra? En cada una de las relaciones con otros seres humanos podemos poner una semilla de buena voluntad, de cooperación. Podemos hacer  un trabajo serio e intenso para comprender las posiciones de los que se me oponen, de los que creen lo opuesto de lo que yo creo. Empatizar con ellos, mostrarles que los escuchamos va a hacer que ellos nos escuchen a nosotros.
 
Cada vez que tengamos una discusión, una controversia, una disputa, un problema con otro humano, debemos saber que la única solución buena, bella y verdadera es aquella en la que ganemos los dos. ¿Es esto posible? La ciencia lo ha demostrado con precisión, la solución, el acuerdo al que lleguen, los debe hacer sentir ganadores a los dos. Se llama negociación colaborativa, y se desarrolló en la Escuela de Derecho de Harvard. Se trata de buscar creativamente mucha soluciones para el problema que tenemos y después elegir juntos, una de esas soluciones que nos beneficie a los dos.
 
Cuando tengas un problema con una persona, debes saber que todos tenemos conflictos en nuestras relaciones porque el conflicto es natural en la relación humana.  Lo que  puedes cambiar es pasar de un manejo violento, agresivo, descalificador de esa persona con la que sostienes el  conflicto, en donde estás poniendo en peligro  hasta la  misma relación,  a un manejo constructivo, transformador donde el acuerdo que alcanzan es positivo y beneficioso para los dos.
 
Aceptando al conflicto como una crisis que genera una oportunidad de hablar hasta entenderse, estarás haciendo un aporte firme y valioso a la construcción de una Cultura de Paz.
 
Si crees que es muy poco lo que puedes aportar, te lo contesto con un cuento: “Había una vez un picaflor, que sobrevolando el bosque en el que vivía, vio un incendio. Inmediatamente fue hasta el lago más cercano y junto en su pico las pocas gotas de agua que le cabían y las dejó caer sobre el incendio. Estaba yendo y viniendo cada vez con sus gotitas de agua para apagar el incendio cuando alguien lo paro y le preguntó: ¿Por ventura crees que esas pocas gotas de agua pueden apagar el incendio? Y el pequeño picaflor contestó: “De ninguna manera. Yo solo estoy haciendo mi parte”.
 
Si cada uno de nosotros hace su parte, como el picaflor, apagamos el incendio y construimos la Cultura de Paz.
 
Desde el corazón:
 
Todas las enseñanzas, de todos los tiempos las podemos vivir internamente. Tener la vivencia es estar en la PRESENCIA. Es el mayor laboratorio que está dentro de nosotros, la manifestación del amor divino.
 
Podemos cerrar la puerta de la corrupción del planeta con la fuerza del amor divino con que se  cierra y se redime todo.
 
Los rituales (servicios) crean campos óptimos para el descenso de grandes energías planetarias, solares y cósmicas. Se crean condiciones para la convergencia y se da el salto cuántico.
 
La suerte está echada. Nada ni nadie nos puede detener.
 
Ningún reino se eleva como la Humanidad
 
Ningún reino se hunde como la Humanidad. No se puede permitir el descenso.
 
Es un gran experimento la conciencia colectiva que es vivir como almas. Se siente un gozo en el corazón que es permanente.
 
Vivimos en dos mundos. Hay que poner la atención en la Presencia. Hacerlo vida. Son las armas invencibles.
 
Observar la importancia del poder invocador del eje Vishudda y Sacro; es el Verbo. De ahí la necesidad del Silencio para elevar a la Madre Kundalini que nos permite volar sobre el dragón de fuego y surcar los espacios. Este era el secreto de los sacerdotes Mayas.  Kundalini nos habla a través del silencio
 
La conciencia colectiva es un estado de vida, es la Presencia.
 
En estos tiempos estamos construyendo el cuerpo perfecto. Tenemos la técnica de la visualización.
 
La Voluntad Divina es dueña del destino.
 
No es lo mismo información – conocimiento – vivencia.
 
Todo se transforma con la mente creativa                                         
 
C .Ferrufino   

 
 
LUNA LLENA DE SAGITARIO
Luna Llena:   lunes 04.12.06 – GWT: 00:26
Luna Nueva: miércoles 20.12.06 – GWT: 14:02
 
“Veo la Meta, alcanzo esa meta y luego veo otra”
Tipo de Energía: autodirigida – Función: llegar a la meta – Elemento: Fuego
Rayos: 4to., 5to. y  6to.
 
Regente Exotérico: Júpiter (2do. Rayo) – Regente Esotérico: La Tierra (3er Rayo) – Regente Jerárquico: Marte (6to. Rayo)
 
La energía de Sagitario inspira y suscita el idealismo. Aporta un sentido de dirección que ayuda a orientar todos los elementos para la consecución de la meta. Nos ayuda a ver la visión y dirigirnos hacia ella mediante la aspiración que se vuelve intuición y nos conduce a la meta mayor. Durante el plenilunio volemos como flechas hacia el sol y retomemos el sendero hacia la conciencia solar. Que la sublime meta que está oculta en el Plan Divino nos impulse siempre adelante para que cada meta alcanzada nos lleve hacia una mayor, hasta lograr la transformación planetaria. 
 

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