YESHUA DORMIDA
Alexiis, Agosto 1, 2006, 3,40 am
Me desperté totalmente agitada, con falta de aire, el corazón a mil, pero la presión estaba bien, así que me vestí y vine a grabar.
Estoy tan alterada todavía y dormida que apreté el botón equivocado en la grabación y se perdió todo lo que me dijo Yeshua. Trataré de reproducir de memoria ya que no era largo.
Me decía que mi agitación se debía a que había estado trabajando con Auralias, pero que con permiso de ella me interrumpieron para pasarme un mensaje. Más adelante dijo que se daba perfecta cuenta de que esto no era posible, ya que mi trabajo con Auralias no había otra persona que lo podía hacer.
También se dio cuenta de que mi cuerpo físico no podía enfrentar situaciones como esta, salvo en casos extremos, ya que no querían poner en riesgo mi salud física, sino al contrario, me ayudaban a que día a día mi estado de fortaleza fuese en aumento y que poco a poco los dolores que tenía en los huesos se iban a ir desapareciendo.
Mencionó que sabía perfectamente que hoy hacía un mes recién que había comenzado mi actividad como telépata y que era mucho lo que me estaba exigiendo, no a mi como Alexiis, sino a la parte mía que sigue siendo Anita. Iban a tratar de cronometrar mejor los tiempos de sus llamadas a fin de evitar que se superpongan con mi trabajo nocturno con Auralias.
Realmente sentí toda la dulzura innata de Yeshua y su preocupación por lo que había pasado. Me dijo que me quede tranquila, tratando de bajar la agitación, que sabía perfectamente que me era imposible irme directamente a la cama, que esté un rato y luego trate de descansar.
Comentó que en cualquier otro momento del día, si fuese necesario, se iba a comunicar nuevamente conmigo.
Me envolvió en su amor y me mandó energía y se despidió, como siempre tu Maestro, Amigo, Yeshua.
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