ME MIRO EN TI
Juan Carlos Peralta
Como en un laberinto el cuerpo y la mente, se separan buscando una salida urgidos por pensamientos de otra mente y este llamado a regreso del invierno nos hace ver esa disociación Si cada uno comienza a desandar el camino recorrido para llegar a su verdadera esencia puro, libre de ataduras, de juicios condenatorios, de sufrimiento, una de las conciencias nos ayuda a diferenciar y la otra a separar. Nuestra mente es diferente a nuestro cuerpo, pero juntas son uno. Cuando la mente comprende y se expande, el cuerpo no se queda atrás y entra en otras vibraciones
Nuestro camino es un regreso, y su recuerdo requiere volver a pasar por el corazón nuestras
conductas Este invierno posibilita ese reflujo imprescindible para armonizarnos con el Universo
Este cruce de ciclos necesita que incorporemos nuestros testimonios de compasión, perdón,
armonía y amor para pasar a otra vibración( como en la cinta de moebius los ciclos tiene niveles y
están encadenados)
En estas horas las vibraciones del miedo, la cólera, los celos, el rencor, o persecuciones nos afloran como enfermedades: es una fuerza vital, es la oportunidad de ver lo que nos resta por resolver para estar centrados y regresar a donde la luz testimonie en colores y fragancias el flujo de la vida en esta próxima primavera
Esta abundancia de estar en dos ciclos no debe confundirnos
Es tiempo de discernir cuestiones que bloquearon alguna vez nuestra oportunidad de amar es la oportunidad de responder a la crisis con perdón y regreso para que ese amor no se pudra dentro de nosotros
Cada uno de nosotros tiene en el otro su espejo para tomar conciencia de la luz divina y también de las oscuridades de nuestras debilidades
El flujo del Universo incluye la coexistencia de valores opuestos. Están dentro esas polaridades No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad
Cada uno es al otro un regalo por desempaquetar, seamos agradecidos con quienes nos permiten ver lo mejor y lo peor de nosotros mismos
Desatemos el regalo de este invierno
Dejemos de buscar y dejémonos encontrar (Recuerdas el placer de ser quien terminaba el juego de la escondida mostrándose conciente, o cuando te dejabas tocar a la mancha para dar fin al juego? )
Empecemos esa tarea de fin de juego para remover los obstáculos de nuestro espíritu regresando a nuestro centro, desde ese lugar veamos la escena de nuestros comportamientos, liberemos el amor guardado que no fue dado en tiempo y forma, es posible ser protagonista y testigos del fluir de todo lo que no percibimos de nuestra vida
Podemos regresar y limpiar o aprender a remover en esta vida esas desarmonías
El regreso permite permanecer en uno, en nuestro lugar de amor, y permitirá al otro liberar los restos de su oscuridad. Dejémonos encontrar para empezar otro juego En este cruce la paz es necesaria para testimoniar armonía, y amor incondicional con nuestros semejantes. Como a Dios le gusta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario