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13 agosto, 2007

Tormenta financiera

Preocupación por las consecuencias de
la crisis sobre la economía mundial


Laure Fillon. Fráncfort, Alemania, 12 ago (AFP) - ¿Cuándo cesará la
tormenta?, se preguntan analistas y expertos mientras la crisis causada
por los préstamos hipotecarios de riesgo en Estados Unidos se propagó ya
al sector bancario mundial y crece el temor de que pueda repercutir
sobre la economía mundial.

Las dificultades del sector hipotecario estadounidense de alto riesgo
('subprime') se propagaron como un reguero de pólvora a otras partes del
Planeta, azotando primero los bancos de Australia y Europa antes de
hundir los mercados financieros y alarmar los de divisas y petróleo.

Para paliar una penuria de liquidez, los bancos centrales europeo y
estadounidense inyectaron más de 272.000 millones de dólares en el
circuito monetario mundial en sólo dos días. La última intervención de ese
estilo se remontaba a los días posteriores al a los atentados del 11 de
septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Sin embargo, el gesto del Banco Central Europeo (BCE) de la Reserva
Federal estadounidense (Fed), seguido del Banco central japonés y de otras
instituciones monetarias no ha logrado devolver la calma a las plazas
bursátiles. Así, los bancos centrales podrían tener que inyectar aún
más dinero. "No es seguro que su misión haya acabado", afirma Philippe
Waechter, economista de la sociedad Natixis.

Con este panorama, los expertos esperan que las tensiones sigan siendo
fuertes en los mercados monetarios mientras que los bancos,
debilitados, dejan de lado su liquidez y no están dispuestos a prestarse dinero
entre ellos. Esta desconfianza podría también afectar duramente a los
grupos de inversiones de capital, que utilizan enormes préstamos para
financiar sus adquisiciones.

La febrilidad también sigue siendo grande en los mercados financieros,
que la semana pasada ya se hundieron porque los inversores abandonaron
las acciones en beneficio de valores refugio como las obligaciones.

El nerviosismo es tan grande que nadie logra evaluar la amplitud de la
crisis y saber a cuantas instituciones afecta y en qué medida. Incluso
si muchas de ellas han asegurado haberse visto poco afectadas, la
desconfianza reina. Y es que está muy fresco el recuerdo del banco francés
BNP Paribas, que se declaró poco expuesto antes de congelar tres fondos
de inversión propios.

"Si persiste esta desconfianza, hay un serio riesgo de crisis
financiera", advierten los analistas de Natixis, para quienes esto tendrá
consecuencias para el crecimiento económico mundial.

En caso de derrumbe de los mercados financieros, los ciudadanos de a
pie verán escapárseles de las manos parte de sus bienes, según Howard
Archer, un economista de Global Insight. Las familias consumirán menos si
se les hace más difícil lograr préstamos, peligro que tiene un especial
peso en Estados Unidos pero también en países europeos como España,
donde el tipo de endeudamiento es elevado. Asimismo, las empresas podrían
también verse afectadas por una reducción de su capacidad de
financiación y esto afectará a su desarrollo.

Sin embargo, el tablero global de la economía mundial sigue siendo
positivo, subrayan los observadores al remarcar un fuerte crecimiento en
numerosos países y empresas cuya salud es floreciente.

La evolución de la situación depende en estos momentos en gran parte de
la actitud de los bancos centrales, según los analistas, que empiezan
a contar con una flexibilidad de las políticas monetarias.

Así, podrían aplazarse esos nuevos aumentos de tasas previstos por la
BCE y el Banco de Inglaterra (BoE) en otoño, según Archer. Mientras
tanto, los analistas empiezan a esperar ardientemente que la Fed baje las
suyas, incluso si aún no dio señales en este sentido.


La prensa mundial se interroga
sobre el alcance de la crisis bursátil

Arielle Verley. París, 11 ago (AFP).- "Viernes negro bursátil", "La
tempestad", "Una máquina desbocada": la prensa mundial no escatimó en
adjetivos este sábado para describir el viento de pánico que atravesó esta
semana los mercados financieros, a causa de la crisis del sector
inmobiliario en Estados Unidos.

"Por el momento, el veredicto (de la crisis) es incierto", advirtió el
Financial Times británico, mientras que el Times destacó "la reacción
sorprendente de los mercados".

Ante la intervención masiva de los principales bancos centrales
mundiales, que inyectaron grandes masas de dinero para evitar una crisis de
liquidez, el Times advirtió que "los inversores se asustaron aún más,
como si temieran que el Banco Central Europeo (BCE) y la (estadounidense)
Reserva Federal (...) supieran algo que el resto de nosotros no sabía".

El Daily Telegraph se preguntó si la caída de las bolsas ha sido "sólo
una tempestad efímera (...) o el inicio de una frenada seria de la
economía, tras la tórrida prosperidad de los últimos cinco años".

El BCE tuvo que inyectar 155.000 millones de euros en dos días, "un
récord histórico" recordó el diario francés Le Figaro, que precisó que
posteriormente le siguió una inyección por parte de la Reserva Federal de
60.000 millones de dólares.

"Una máquina desbocada", tituló el diario Libération, que denunció los
peligros de lo que calificó de montaje financiero "construido sobre
montañas de deudas que fragilizan todo el edificio".

La crisis es "el reverso de la medalla de la mundialización", sostuvo
el diario alemán Die Welt. "En los últimos meses parecía que sólo había
una tendencia bursátil: al alza (...). Ahora se acabó la fiesta y
probablemente durante tiempo", escribió por su lado el Süddeutsche Zeitung,
que juzga la crisis "en parte irracional", ya que los índices "de la
verdadera economía siguen siendo buenos en Europa y en el resto del
mundo".

En un editorial, el Washington Post saludó la "intervención
inteligente" de los bancos centrales en este "pánico financiero". En Japón, el
diario Nikkei (noticias) pidió prudencia y unidad entre las autoridades
monetarias. "Los países deben proseguir su coordinación para calmar a los
mercados financieros", aconsejó.

En España, el diario El Mundo evocó en su portada "el temor de una
crisis económica global", mientras que El País subrayó que "las bolsas se
hundieron a pesar de las medidas de choque de los bancos centrales". El
diario Expansión se mostró más optimista, y consideró que "la economía
mundial está en buena salud y, salvo pánico, no hay ninguna razón de
pensar que pueda estallar una crisis financiera mundial".

En China, donde la situación es "relativamente tranquila", el China
Daily afirmó, citando a un experto, que dos bancos chinos reconocieron
haber perdido vario millones de dólares a causa de la crisis.


Los bancos se tambalean,
y esperan tiempos difíciles

Verónique Dupont. París, 12 ago (AFP).- Los bancos mundiales se han
tambaleado en los últimos días a causa de la crisis de los préstamos
hipotecarios de alto riesgo en Estados Unidos. "Esperamos tiempos
difíciles", advirtió la agencia de calificación Standard and Poor's (SP). Sin
embargo, "la exposición de los bancos europeos a las obligaciones
relacionadas con los préstamos de alto riesgo y la volatilidad actual en los
mercados no deberían deteriorar de manera significativa" la solidez
financiera de los bancos europeos, añadió SP en su nota informativa.

"El sistema no está en crisis", añadió Cyril Regnat, analista del
mercado de obligaciones del banco francés Natixis. Sin embargo, se puede
deducir de la actual crisis que "los bancos en el mundo verán disminuir
sus beneficios este año, mientras que las operaciones de compra de
activos por endeudamiento", que son muy lucrativas para los bancos,
disminuirán, sin contar las pérdidas eventuales en los mercados de crédito
inmobiliario.

Los bancos estadounidense Bear Sterns, alemán IKB, francés Natixis y
australiano Macquarie se han visto afectados por la marejada y el
británico HSBC reconoce que se acerca a un "periodo de incertidumbre", sin
anunciar por el momento pérdidas.

El banco francés BNP Paribas anunció el jueves que suspendía las
operaciones de tres fondos de inversión involucrados en la recompra de
activos relacionados con el mercado inmobiliario estadounidense. Ese anunció
provocó un viento de pánico en los mercados europeos, estadounidense y
en Hong Kong, que se prolongó el viernes.

Sin embargo, los indicadores no muestran una crisis de solvencia de los
principales establecimientos bancarios. "El mercado de créditos
inmobiliarios de alto riesgo ('subprime') sólo representa el 13% de los
créditos a la vivienda actualmente" en Estados Unidos, cuyos bancos disponen
de márgenes de fondos propios "confortables", explica Laurent Quignon,
especialista del sector bancario de BNP Paribas.

Los valores financieros podrían incluso recuperarse rápidamente en
bolsa "si en pocos días nos damos cuenta de que no hay relación entre las
pérdidas en los mercados y la situación de los bancos", considera
Olivier Gasnier, economista de Société Générale.

El problema está en otro lado. Una de las maniobras más habituales de
los bancos para sacar de sus balances los pasivos relacionados con los
créditos de alto riesgo es emitir bonos de deuda de alto riesgo y mucho
rendimiento. Esos bonos son reabsorbidos a su vez por los 'hedge
funds', esos fondos de inversión de alto riesgo. Esos pueden ser en realidad
los próximos "agujeros negros" del sistema, puesto que sus inversiones
pesan considerablemente en los mercados financieros.

Todos estos interrogantes suscitan mucho nerviosismo en los inversores,
que están vendiendo masivamente títulos relacionados con el sector
financiero y se atrincheran con valores seguros como las obligaciones
públicas, mientras que los valores con más riesgo no encuentran comprador.

Eso conlleva rápidamente un aumento de los costos de financiamiento
para los bancos, y es por ello que el Banco Central Europeo y la Reserva
Federal estadounidense lideraron una intervención masiva el jueves y el
viernes, con la inyección de cerca de más de 272.000 millones de
dólares en el sistema monetario.


La crisis hipotecaria saca de su
inmovilismo a la Reserva Federal

Washington, 10 ago (AFP).- La Reserva Federal (Fed) intenta este
viernes tranquilizar a los mercados financieros, prometiendo los fondos
necesarios, en su primera intervención desde el comienzo de la crisis del
sector hipotecario estadounidense, que sacude las plazas bursátiles
mundiales.

"La Reserva Federal suministra a los mercados la liquidez necesaria
para facilitar el funcionamiento armonioso de los mercados financieros" y
"suministrará las reservas necesarias" para permitir que las
transacciones continúen, indicó el banco central estadounidense en un comunicado.


"En las circunstancias actuales, los organismos de crédito pueden
sufrir necesidades de financiamiento superiores a lo habitual debido a
perturbaciones en el mercado crediticio y en el de dinero", añadió.

Poniendo en práctica estas intenciones, la Fed procedió el viernes a
una segunda inyección de recursos, por un monto de 16.000 millones de
dólares tras un primer aporte de 19.000 millones en la mañana.

El comunicado no aludió, no obstante, a una posible baja de las tasas
de interés, cuando son cada vez más numerosos los inversionistas que
esperan una flexibilización monetaria para las próximas semanas.

Por el contrario, el banco central repite que su objetivo de tasa
rectora se mantiene en 5,25%, lo que "apunta sin duda a disipar las
especulaciones sobre una baja inmediata de las tasas", estimó Stephen Gallagher
de la Société Générale.

Los corredores señalaron el viernes que el gendarme de la bolsa
estadounidense (SEC) decidió abrir una investigación en los cinco mayores
bancos estadounidenses a fin de evaluar sus pérdidas potenciales ligadas a
esta crisis de los créditos hipotecarios a riesgo ("subprime"), que
agita a los mercados desde hace unas semanas, según el Wall Street
Journal.

Para calmar la crisis, el banco central ha utilizado ya desde el jueves
el canal clásico de operaciones overnight (de un día para otro), una
técnica de inyección de liquidez bajo la forma de préstamos con garantía
de bonos, que permite actuar a muy corto plazo.

Antes de los 35.000 millones de dólares aportados el viernes a los
marcados, la Fed había inyectado 24.000 millones el jueves. En épocas
normales, estas operaciones giran alrededor de 5.000 a 10.000 millones de
dólares por día.

Pero el comunicado sube una velocidad, al indicar que la Fed puede
ajustar el paso a los demás bancos centrales que intentaron contener la
crisis durante los últimos días.

El viernes, el Banco Central Europeo (BCE) inyectó 61.050 millones de
euros en el circuito monetario de la zona del euro, después de 94.800
millones el jueves. Por su parte, el Banco de Japón destinó el viernes a
ese mismo fin un billón de yenes (6.250 millones de euros) en el
circuito monetario y el Banco de Canadá 1.400 millones de dólares
estadounidenses.

Esta movida de la Fed "puede retirar parte de la presión", estimó
Michael Malone de Cowen and Co.

No obstante, hacia las 14H30 GMT Wall Street seguía deprimida y perdía
1,32%, a 13.096,15 puntos, debido al hecho de que esta intervención de
la Fed puso de manifiesto la dimensión de la crisis.

"La acción combinada de los bancos centrales fue interpretada por los
corredores como una admisión tácita de que la crisis actual del crédito
es más grave de lo que se pensaba, y que amenaza el crecimiento en
Estados Unidos y en Europa", estimó en una nota Frederic Dickson, de D.A.
Davidson.

Es extremadamente raro que la Fed intervenga excepto en reuniones de su
comité de política monetaria.

Ya lo había hecho en 2001, seis días después de los atentados del 11 de
septiembre, para bajar sus tasas de interés. En ese mismo año, con la
explosión de la burbuja de internet, había bajado sus tasas por
sorpresa en dos ocasiones.

En 1998, la Fed había tenido que intervenir para enfrentar las amenazas
de derrumbamiento del fondo Long-Term Capital Management (LTCM).
Temerosa de una crisis sistémica, la Reserva FEderal había reunido con
urgencia a los principales banqueros de Wall Street para obligarlos de
salvar ese fondo especulativo.

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