.

21 enero, 2009

Agresividad versus Bondad

Desgraciadamente, mientras la agresividad se hace más patente en todos los ámbitos de la vida, la bondad ha quedado relegada al olvido, a tal punto que ya nadie habla de ella y por supuesto menos se la practica.

No es necesario hacer una gran descripción de la agresividad porque todos la conocemos y en menor o mayor grado hemos sido víctimas y victimarios de ella. Consideramos agresión el uso de la fuerza física o sicológica, las burlas, los insultos verbales o gesticulares, el sarcasmo, la impaciencia, el ser incapaz de agradecer y sobre todo la indiferencia ante los problemas ajenos, que es la peor de las agresividades porque está encubierta.

La bondad no es una actitud aislada, ella es un método de vida que nace de la persona que en forma natural y no impuesta por ningún precepto, decide hacer el bien, donde quiera que sea, ella fluye como un manantial de la comprensión de las personas y sus necesidades, viendo éstas no con un desequilibrio emocional y transitorio, sino en su justo medio y con conciencia de lo que se hace.

Otra característica de la bondad es que no espera reconocimiento ni recompensa, sabe que lo que da, es porque “la manifestación de Dios permanece con ella” 1453.

Bondad no es sinónimo de bueno, encierra muchísimo más, porque “la verdadera bondad es como el agua, que todo lo bendice y nada daña. Como el agua, la verdadera bondad, busca los lugares más bajos, incluso aquellos niveles que otros evitan y lo hace, porque ella se identifica con el Supremo”1452

A veces las cosas se comprenden mejor cuando se nos muestra lo contrario y lo más lejano a la bondad, es la agresividad tan común y conocida hoy en día y que se refleja en los malos modales, en la manera altisonante y orgullosa de expresarnos, en la indiferencia por lo que ocurre en nuestro derredor, tanto en las personas como en los acontecimientos, la frase tan común “no estoy ni ahí” es el símbolo de nuestra indiferencia y egocentrismo.

La bondad no juzga ni busca las causas, porque es tremendamente empática, se pone en el papel de la otra persona y se esfuerza por comprender y encontrar lo bueno en los demás, siendo solidario y ofreciendo no lástima, sino cariño y posibles soluciones.

La bondad es una inclinación natural, pero a la vez debe ser consciente porque el hacer el bien, precisa de una profunda comprensión de las personas y sus necesidades, requiere ser paciente y tener un ánimo equilibrado, porque sabe que hasta “una virtud, si se la lleva a extremos puede ser perniciosa”1673

La bondad, tiene como aliada a la ternura, ambas se manifiestan con sutilezas, a través de los pequeños gestos y detalles que le permiten desarrollar en cada persona, la disposición para agradar y complacer en la justa medida a todas las personas y en todo momento.

La bondad camina tomada de la mano de la alegría y el optimismo, es de sonrisa fácil y mirada atenta para ayudar a quien lo necesita, no teme decir te quiero… cuenta conmigo…sabe que un abrazo, un gesto de ternura, muchas veces son mucho más estimulantes que un consejo no pedido o una crítica.

Más que una ayuda material, casi siempre brinda más bien una ayuda emocional, que va dirigida con gran tino al corazón de la otra persona, porque sabe que “aun la expresión de un pensamiento bueno, debe ser modulado de acuerdo con el estado intelectual y el desarrollo espiritual del oyente, pues la sinceridad cumple mejor su función en el trabajo del reino, cuando está unida a la discreción” 1961 por eso, la bondad no busca la ostentación ni el reconocimiento, porque tiene la certeza que lo que hace es lo único que tiene que hacer un hijo de Dios que ama a su Padre y a todos los hombres como sus hermanos.

La bondad, es el antídoto de las rencillas y discusiones, porque es cierto que dos no pelean si uno no quiere, pero no se trata de ser débil y el “buenito” que siempre calla y jamás reclama, no, la bondad no es una virtud pasiva El ser bondadoso no equivale a ser blando, condescendiente con la injusticia, o indiferente ante lo que esta bien o esta mal en las actitudes y palabras de quienes nos rodean, por el contrario, porque se puede ser enérgico y exigente, sin dejar de ser comprensivo, amable y bondadoso.

En esto, tiene mucho que ver el tono de nuestra voz, porque las mismas cosas no son recibidas de la misma manera, según sea la inflexión y la forma en que digamos lo que tenemos que decir.

Muchas veces, para ser bondadoso, no necesitamos del dinero, ni siquiera tenemos que hablar, una sonrisa, un abrazo, un dar las gracias de corazón son gestos amables que bastan para crear una atmósfera de armonía que beneficia no sólo a quien lo da, sino que purifica también la atmósfera del planeta que está tan cargada de agresividad y de individualismo.

Como más que hablar de la bondad, lo importante es practicarla en forma continua, tal vez este simple acróstico nos ayude a comprender mejor la necesidad de practicarla ahora más que nunca, porque la gente debido a la crisis y todo lo que de ella se habla, está mucho más sensible y desgraciadamente también más agresiva. A nosotros, los que nos llamamos hijos de Dios, nos corresponde revertir esta situación.

Bienaventurados los que irradian bondad, pues con su sola presencia, mitigan el dolor se sus hermanos” 1452

Otra de las manifestaciones del amor del Padre es “la bondad con que conduce a los hombres al arrepentimiento verdadero y genuino, porque la fe salvadora, no proviene de vosotros, sino que es otro don de Dios” 1610

Nadie puede llamarse espiritual si no practica la virtud de la bondad, porque “conocer a nuestros hermanos, entender sus problemas y aprender a amarlos, es la suprema experiencia de la vida” 1431

Detrás de una acción bondadosa hay siempre un acto de amor que beneficia a quien lo recibe y enriquece al quien lo hace, porque “ninguna acción de bondad se pierde totalmente, puede ser frustrada durante un tiempo, pero no se anula jamás porque es eternamente poderosa en proporción a la divinidad de su motivación.” 552

Antes de juzgar con severidad a nuestro prójimo, recordemos que es más sabio abrir nuestro corazón a la bondad, porque con la misma vara que medimos seremos medidos. “La bondad siempre obliga al respeto y es universalmente atrayente sólo cuando está acompañada de la gracia” 1874

Devolver el mal por el bien, es un acto de bondad que nuestro planeta necesita con urgencia “esta experiencia de amor, no te libera de las dificultades, no crea un mundo nuevo pero con seguridad hace que el viejo mundo resulte nuevo” 1945

Ojalá entre los buenos propósitos para este año que recién comienza, estuviese el ejercer nuestro autodominio para no ser nunca agresivos y nos hiciéramos expertos en transmutar la agresividad de los otros en bondad de nuestra parte, pero siempre teniendo en cuenta que la bondad no puede ser empleada jamás para adular lo indebido, ni tampoco para manipular voluntades. Si la bondad no es un acto sincero, puede convertirse en el peor de los actos y tendremos que dar cuenta por nuestro engaño que muchas veces puede ser un auto engaño de nuestro yo para sentirnos magnánimos y superiores.



Basado en las enseñanzas del Libro de Urantia.

Por Yolanda Silva Solano
http://www.portaldimensional.com/article-609--0-0.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola equipo!!
Soy Kristal, guardiana de la ciudad de La Plata, lista para el primer contacto.
Ya ha sido activada esta ciudad, estoy haciendo lo propio en otras ciudades costeras. Necesit9o que me pongan en contacto con el resto de guardianas de las otras ciudades para intercambio de códigos.
Mi celular es 0221-471-5685
arkris@way.com.ar.
Kristal