
Una vez que su hambre estuvo saciada, miró a su alrededor. Ahora se sentía satisfecho. Otro pensamiento surgió en él: »Si tan sólo pudiera tomar algo!» Y por ahora no hay ninguna prohibición en el paraíso, de modo que de inmediato apareció un vino estupendo.
Mientras bebía este vino tranquilamente y soplaba una suave y fresca brisa bajo la sombra del árbol, comenzó a preguntarse: »¿Qué está pasando? Hay fantasmas que están jugándome una broma» Y aparecieron fantasmas feroces, horribles, nauseabundos. Comenzó a temblar y pensó: «¡Seguro que me matan!»
... Y lo mataron.
Esta es una antigua parábola, de inmensa significación. Tu mente es un árbol dador de deseos: pienses lo que pienses, tarde o temprano se verá cumplido. Cada uno es aquí un mago. Cada uno está hilando y tejiendo un mundo mágico en torno de sí mismo... y luego ¡es atrapado! La araña misma es atrapada en su propia tela. No hay nadie que te torture excepto tú mismo. Y cuando se comprende esto, las cosas comienzan a cambiar. Entonces puedes modificarlo, transformar tu infierno en cielo; sólo se trata de pintarlo con una visión diferente... Toda la responsabilidad es tuya.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario