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21 diciembre, 2006

DE LOS MIEDOS AL AMOR

De: Toni Zenda

La dualidad no contiene en sí misma nada malo. La dualidad es simplemente un juego, hermosísimo además. Es el Juego divino que permite al UNO multiplicarse, y gozar aventuras como abrazarse y amarse a sí mismo a través de quienes parecen “otros”. Es un juego bellísimo.

Los miedos, ésos son el problema. La superación de nuestros miedos es la clave de todo para captar la esencia del Juego y sentirnos de nuevo en Libertad. Todos los miedos están emparentados entre sí, se apoyan unos en otros. Y todos los miedos tienen un único origen: la creencia en la separación (olvidarse de Uno mismo, olvidar nuestra esencia, la Unidad ).

Al creer en la separación, nos dividimos nosotros mismos, el mundo. Y creamos interminables barreras: fronteras entre países, barreras entre las personas, conflictos entre creencias “tuyas” y “mías”.

Todos los miedos pueden ser superados por medio del Amor ( la Verdad es Amor-Unión). Inmersos en la separación, a la mente le cuesta aceptar que todos somos uno, que procedemos de una misma fuente, que no hay barreras absolutas entre una persona y otra, entre un ser y otro. Sin embargo esto es una interpretación poco realista (aunque la llaman realismo), porque es Una misma la Vida que se expresa a través de mí, de tí y de todos los seres.

Todo tiene su motivo de ser, pero al interpretarlo a través de nuestros miedos, provocamos una angustia innecesaria. Por ejemplo, si nos duele o molesta una parte del cuerpo, muchas veces esto tan solo significa que esa parte nos demanda cariño, atenciones, nos pide Amor. Sin embargo, en vez de captar el guiño que esa molestia nos hace y Amar tranquilamente en equilibrio, lo que a menudo hemos hecho es reaccionar con miedo: “¡me voy a morir!, esto pinta mal…”. Esta actitud no es que ayude demasiado que digamos… y además la muerte es solo una interpretación muy particular, ¡nos preocupamos por suposiciones!.

Los miedos, procedentes de la creencia en la separación, crean falta de confianza. Creer que estamos separados de la Fuente de Sabiduría… nos hace sentirnos torpes o poco sabios. Entonces buscamos afuera la sabiduría que creemos que nos falta. Pero buscar afuera de uno mismo, aparte de imposible (porque solo hay UNO (jeje) nos conduce siempre a decepciones, a confusiones, a líos. Por eso es bueno confiar en uno mismo, en las intuiciones que nos vienen del corazón, y buscar en nuestro propio interior la sabiduría, el amor y todo cuanto necesitemos. Así, además, desarrollamos una perspicacia intuitiva que nos permite reconocer la Sabiduría cuando aparentemente llega desde afuera (pero en realidad sigue siendo adentro porque todo procede de un mismo Origen).

Confiar en uno mismo es fundamental; para ello tenemos que comprender y sentir que somos Unidad y estamos en Armonía con el Cosmos. Nada está separado. Estamos interrelacionados con el Todo. Al sentirnos unidos a la Fuente , permitimos que fluya la Sabiduría y el Amor, la Paz y la Belleza , la Energía que necesitemos en la forma que la necesitemos.

Si confiamos en nosotros mismos nadie nos puede perder: somos Uno, somos el Camino y no hay pérdida. Comprendemos que somos divinos (tan divinos o poco divinos como cualquier otro ser del universo). Los Maestros son nuestros iguales, no superiores, y por eso la Sabiduría que brota de nuestro interior la consideramos tan válida como cualquier información llegada a través de Maestros, poco importa que sean Maestros humanos o divinos.

Confiar en nuestra propia Sabiduría nos fortalece, nos afianza; confiar en lo que viene de “fuera” sin amar y usar nuestra propia sabiduría, nos debilita y confunde. Solo captando nuestra propia sabiduría a través del corazón (intuiciones) podemos captar la sabiduría reflejada “externamente” afuera de nosotros.

Hacer juicios sobre los demás también nos debilita inmensamente. Es mejor vivir y dejar vivir. Cuando uno juzga, suele haber miedo implícito. Por ejemplo cuando juzgamos para sentirnos superiores a otras personas, lo que tenemos es miedo a ser inferiores, debido a nuestra falta de confianza (debida a su vez a la creencia en la separación).

Incluso cuando juzgamos a alguien positivamente surge limitación. Por ejemplo, decirle a alguien “eres simpático” puede convertirse en un intento de controlar (limitar) a esa persona. O sea, sería algo así (a nivel inconsciente frecuentemente): “eres simpático mientras te comportes como a mí me gusta, mientras te comportes como te estás comportando ahora (¡por eso te llamo simpático!). Pero si cambias, ¡puede que dejes de serme simpático!” (jejeje). Otro ejemplo, decir “eres muy guapa”, puede significar algo así como: “eres guapa mientras seas así de delgadita y con esta figura de ahora, pero si cambias quizás ya no seas tan guapa…”. Eso no es solo limitador, sino manipulador (sea consciente o no). Y con jueguecitos así, pues ya estamos sumergidos en dietas para mantener la línea, etc etc etc (jejeje).

Eso de los juicios proviene de la falta de confianza y la creencia en la separación. Cuando nos sabemos unidos a la Fuente nos amamos a nosotros mismos y estamos en Paz. Entonces si alguien nos viene con que somos simpáticos, o guapos, o feos, o lo que sea, no nos afecta demasiado porque hay un equilibrio: ¡sabemos lo que valemos, somos Uno con la Vida , somos Cracks! Desde la Unidad , inmersos en el Aquí-Ahora, somos espontáneos. Si decimos: “eres guapo”, eso no se convierte en un juicio, sino en un simple compartir, amando a esa persona y compartiendo lo que sentimos por ella, pero sin juicio porque si esa persona cambia, la amamos igual, vemos también su belleza, puede que sea otro tipo de belleza pero sabemos que cada modalidad de belleza tiene sus encantos. Entonces ahí no hay control ni manipulación, solo espontaneidad y alegría al compartir nuestro Amor con palabras, gestos, sinceridad. Y es bueno que no haya manipulación porque quien manipula, se manipula a sí mismo. Porque para manipular a alguien tienes que creerte separado de él. Y al creerte separado te expones a todo el ciclo de desconfianza en uno mismo, los miedos, etc. ¡La cagamos jajaja!

La vergüenza es también miedo, falta de confianza. Al creernos separados nos creamos fantasmas, nos preocupan las opiniones de los “extraños”, pero no nos damos cuenta entonces que esos extraños somos nosotros mismos. Y nos aman aun sin saberlo externamente.

Pasemos a algo placentero. Al placer, mismamente jejeje. El deseo y el placer son conceptos reverenciados o demonizados, según la ocasión. Todos los deseos y placeres provienen de la Fuente. Los placeres no conducen al infierno (no existe un infierno eterno), pero sí conducen a un Fuego que puede fundir energías bloqueadoras y acercarnos a la Fuente. No obstante, una consciencia con un gran sentimiento de separación, hallará sufrimientos debido a sus miedos. Incluso el placer lo puede convertir en sufrimiento. Por ejemplo, el sentirse separado puede provocar un vacío en muchas personas (inseguridad, miedo, tristeza), vacío que se apresuran a llenar de cualquier manera que encuentren. Y al estar tan distraídos de su propio corazón, huyen de lo que les asusta y se refugian en lo que encuentren: excesos en la bebida o en las drogas, adicción exagerada al sexo o al trabajo o a los juegos (a lo que sea, en cualquier caso se trata de una huida). Huyen de esa sensación de vacío, pero los métodos que usan tampoco les llenan, ¿cómo iban a llenarles? Una parte de nosotros en el fondo sabe que solo el Amor, la Unidad , puede “llenar” ese vacío aparente.

Entonces no importa que algunos llamen placeres a las bebidas, las drogas, incluso el sexo… porque si acceden a ello desde una sensación de separación, se trata tan solo de una huida, y por eso la supuesta satisfacción será muy relativa. Y además temporal.

El deseo y el placer son buenos, los auténticos deseos de nuestro corazón nos conducen a placeres liberadores (no adictivos) y hacia la Verdad de lo que somos. Somos capaces de seguir nuestras intuiciones con Alegría. Y nuestra intuición nos conecta, desde el Momento, el Aquí-Ahora, a la Verdad sobre nosotros mismos, a la Alegría que emana de la Fuente-Unidad .

Para aclarar podríamos decir que hubieran 2 tipos de deseos/placeres: unos están basados en el miedo y huyen de esos miedos, provocando placeres solo aparentes (adicciones por ejemplo). Mientras que los deseos/placeres del corazón se basan en la Alegría , no constituyen una huida sino un avanzar hacia delante, con valor, pues con cada paso nos sentimos más conectados a la Verdad de lo que somos, a cada paso somos más sabios, fuertes y alegres.

Es muy fácil distinguir un tipo de deseos de los otros, es cuestión de práctica con nuestras intuiciones. Los deseos basados en el miedo suelen estar volcados hacia el pasado o el futuro (“me moriré”, “eso que hice ayer estuvo mal”, “me arrepiento de lo que le dije ayer a mi amiga, y ahora estoy tan triste que necesito un buen trago de wisky para olvidar y dejar de sentirme mal conmigo mismo”, “me duele la panza, seguro que si voy al hospital detectan algo malo y me operan”). En cambio los deseos alegres están conectados con el Momento, con el Aquí-Ahora; y entonces uno simplemente se deja guiar por las intuiciones alegres y por la espontaneidad.

Los deseos en sí mismos no son buenos ni malos, pero si los vivimos desde la separación y la ignorancia son muy limitadores. Un par de ejemplos:

El deseo sexual vivido desde la inconsciencia puede convertirse en una adicción, incluso en una manera de “matar el aburrimiento”. Con el tiempo el placer puede disminuir y el sexo mecanizarse. En cambio, vivido desde el Amor, el sexo nos conduce a compartir nuestra belleza, alegría, placer y generosidad con la persona amada. No se mecaniza sino que cada vez es diferente, se profundiza más. Nos acerca a la Verdad acerca de nosotros mismos. Quizás un día esa energía se llega a expresar no solo a través de las caricias y genitalidad, sino desde una simple mirada. Y no hacia una sola persona, sino finalmente se podría transformar en un placer creciente al Amar a toda la Creación. Verdaderamente el Sol (por ejemplo) practica el sexo (Amor) con todos nosotros ¡y a veces ni nos enteramos jajaja!

Otro ejemplo: pongamos que de repente siento un dolor en la panza. Puedo reaccionar con miedo o con Amor. Con miedo sería algo así: “me duele la panza, debe ser porque ayer comí aquello ((¡el pasado!)), voy a tener que ir al hospital porque me preocupa mucho ((¡miedo!)), espero que no me vean nada malo y tengan que operarme ((¡futuro, eso es solo una suposición, no es el Ahora!))”. Desde el Amor podría ser de muchas maneras, por ejemplo así: “me duele la panza, pues entonces me centro en ella; amo y bendigo a mi panza y permito que, con la ayuda que sea necesaria, se reequilibre”. Eso es todo. Si hay que ir al hospital finalmente, fluirá el viaje al hospital, pero sin miedos, desde el Ahora. Cuanto más sintonizados estemos con el Momento (el Ahora), menos miedos hay. Cuantos más miedos, más se sale uno del Ahora. ¡Ama tu panza! (jejeje). Eso te ancla en el Momento. El Amor conecta al Momento. El resto son todo especulaciones que producen miedo.

Y hasta aquí hemos llegado, ¡ahora a celebrarlo con cacao! Jajaja

Lo que surge del corazón, aquello que nos entusiasma y expande nuestra Alegría, es Amor; y nos conecta con el Momento eterno, con el Ahora. Desde ese Equilibrio, fluyamos como fluyamos, vamos bien. Tanto si nos deslizamos hacia un compartir sexual, como hacia un trocito de cacao, como hacia un cine, o nos surge simplemente respirar o sonreír… sea lo que sea, ¡desde el Momento todo es Amor y nos eleva y eleva! Desplegando esas Alas Cósmicas, las Alas de la Alegría y la Libertad , caminaremos en un perpetuo Momento, de gozo en gozo, inmersos en un puro deleite creciente. Y cuando queramos darnos cuenta, estaremos disfrutando del Cielo, de todo aquello que tiempo antes nos habían parecido sueños imposibles.

Todos nuestros sueños, nuestras metas están ya vibrando en nuestro interior. ¡Celebrémoslo! ¡Brindemos con nuestras emociones Ahora! Y así, empezamos a disfrutar Ahora de eso que existe en nosotros. Y empezamos a vivirlo desde este mismo Momento. La Alegría no está en el futuro: está Aquí, susurrándonos en nuestros oídos: ¡Te Amo!



Toni_Zenda

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