Finalizando un período de profundas vivencias e intensos aprendizajes, hoy llego a tu vida para entregarte los 82 mensajes que fueron brotando desde mi corazón mientras peregrinamos juntos, de modo que al leerlos puedas integrar cada una de las circunstancias que tuviste que atravesar para llegar a este singular momento planetario, en donde la humanidad se prepara para comenzar a vibrar en una nueva dimensión donde reinará el amor.
Sabiendo que el camino emprendido era por demás intenso y desafiante, puse todo mi empeño y dedicación en tratar de apoyarte y brindarte aliento. Llevé mis fuerzas al límite. Sé que pese a la voluntad puesta en la tarea asumida, no siempre logré cumplir en entregarte los mensajes, pues muchas veces el cansancio me vencía y no lograba llegar hasta tu puerta, de ahí que hoy realice esta especial entrega bajo el manto del amor.
Vivo una experiencia humana, al igual que vos, sólo que durante este trecho quise acompañarte para que puedas experimentar que latimos en un mismo corazón. Viví a tu lado cada una de las instancias adversas. También dudé y lloré por no saber qué era lo que estaba pasando. Ahora, por más que aún faltan superar algunos obstáculos, el panorama se presenta más claro a los ojos del corazón. Sabemos qué clase de mundo queremos manifestar, y eso es lo que estamos haciendo al vibrar alineados con nuestra esencia.
Cada mensajero tiene un guía que lo orienta en el sendero de la vida, para poder llevar luz, amor y esperanza a todos aquellos que hayan decidido vibrar en Unidad. Durante todo este tiempo que peregrinamos juntos, no te dije quién guiaba mis pasos para evitar que tu mente creara una barrera que impidiera que el mensaje llegara a tu interior, pero es tiempo de que lo sepas: Cada uno de los textos que amorosa y compasivamente tocaron tu corazón fueron inspirados por la guía luminosa de la Virgen María (bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás). Ella fue quien transformó mi vida, cuando hace casi cuatro años se me presentó y con su mirada dulce y serena colmó de luz mi interior.
Cada vez que internamente reconocía que un mensaje debía ser expresado la invocaba especialmente, juntos a todos los seres de luz que están ayudando al proceso de ascensión. Nunca escuché su voz, sólo ponía en palabras aquello que sentía. Reconocía su presencia por la energía cristalina que recorría mi cuerpo y por la sensación de expansión, dulzura, amor y gozo que reinaba en mi corazón, por eso hoy te digo que ella inspiró la esencia de los mensajes que hoy te entrego de manera agrupada.
Este es un tiempo de profundo cambio y transformación, en donde la energía femenina se expresa de múltiples formas para iluminar tu vida, la Virgen María es una de ellas. Esta energía femenina, que ingresa para fusionarse con la energía masculina y así permitirnos alcanzar la Unidad, también la encontrarás expresada en tu contacto con la Pachamama, en cada caricia, en cada gesto solidario, en todas y cada una de las expresiones de amor que hoy recorren la Tierra.
No pretendo con estas palabras que creas en la Virgen María, sólo quiero que sepas que ella me guió. Seguí sintiendo. Seguí escuchando tu voz interior. La vida se abre como una bella flor, para brindarte la fragancia de un nuevo tiempo, sin fronteras ni banderas, donde todos danzaremos en la Unidad del Amor. Hoy te entrego estos mensajes que mi corazón vehiculizó -junto con este video http://www.youtube.com/watch?v=1TjwFpQVs2w cuyas imágenes grafican cada uno de los pasos dados - pues soy un mensajero que se cruzó en tu vida por amor, vibrando desde el corazón : )
Julio Andrés Pagano
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