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28 enero, 2007

POR QUÉ MEDITAR EN LOS PLENILUNIOS.

El principal tema de la Nueva Era , constituirá el reconocimiento de los distintos acercamientos divinos y la continuidad de la revelación que impartió cada uno de ellos-, la tarea que tiene hoy por delante la gente espiritualmente orientada, es preparar a la Humanidad para el inminente y (quizás), más grande de todos los Acercamientos.

El método a seguir consistirá en el empleo inteligente y científico de la ciencia de INVOCACIÓN y EVOCACIÓN y el reconocimiento de su extraordinaria potencia.
"La reaparición de Cristo" Pág. 130-131.

La meditación de plenilunio está en el corazón de la Ciencia de Acercamiento.
El momento de la Luna Llena es, de acuerdo con el consejo de esta antigua ciencia, el período de la respiración de Dios en el cual el contacto entre lo inferior y lo superior está totalmente disponible a los esfuerzos de invocación de lo inferior y las respuestas de evocación de lo superior.

Como los más expertos meditadores entienden, el ciclo que lleva a la luna llena, o sea el período desde la luna nueva hasta la luna llena, es el período invocativo del ciclo.
Dios está inspirando, aspirando el llamado invocativo de la Humanidad hacia Él.
Las meditaciones durante este ciclo son preparatorias y acumulabas, períodos de aproximación espiritual que llevan a la meditación invocativa al final del ciclo que ocurre durante el período de Luna Llena.

Preparándose para este culminante esfuerzo meditativo, meditadores expertos pasan al menos uno y usualmente dos días precedentes a la Luna Llena en silencio.

Este es un Silencio Interior.

Atienden sus tareas, pero se esfuerzan en mantener una profunda concentración, la cual genera una clara comprensión de la necesidad humana y una determinada, implacable voluntad o intento de responder a la necesidad.

El período de Luna Llena en sí mismo es como si fuera, la pausa entre la inspiración y la exhalación. Es el instante durante el cual ocurre el alineamiento. Durante esta pausa, Dios recibe y responde el pedido invocativo de la Humanidad. Un canal es abierto y la magia se hace.

Magia es lo que llamamos hacer algo de la nada, extrayendo ideas que no son nada en la forma.

Para los Trabajadores de Luna Llena, el ciclo entre la luna llena y la próxima luna nueva es el aspecto evocativo del ciclo. Meditadores avanzados toman de uno a dos días completos luego de la luna llena para esperar en silencio la energía recibida en respuesta a su invocación.

Este es un silencio interior, un período de ensimismamiento y santidad. Luego justo como Dios responde a la invocación de la Humanidad , en el momento de luna llena, los trabajadores de plenilunio pasan el resto del ciclo de exhalación cuidadosa y concienzudamente respondiendo a las energías de invocación que ellos registraron durante el periodo de inspiración.

Así, conociendo que sus esfuerzos rítmicos de meditación son realmente etapas de una meditación cuyo punto culminante se produce durante luna llena, hacen su trabajo los meditadores expertos.

El poder de la meditación de plenilunio se genera por la unanimidad y simultaneidad.

Hay, como nosotros sabemos, sólo una Humanidad, y cuando uno mismo se sale de su propia forma y entra verdaderamente en el espíritu de acercamiento, podrá oír nada más que un solo pedido invocativo surgiendo de la humanidad.

Esta Invocación proviene de tres amplios niveles de experiencia y conciencia humana.
Primero tenemos los olvidados, en su mayor parte las excluidas e ignoradas masas de gente pobre en el mundo.

Esta incipiente invocación proveniente de las masas desinformadas de la humanidad, es por asistencia, por misericordia, aún por aquellas rosas como comida, cobijo y seguridad.

Luego tenemos la invocación más poderosa y organizada de los profesionales, sacerdotes, mullahs, ministros, rabinos y todos los miembros de las congregaciones y comunidades religiosas de diferentes orígenes.

Esta invocación proveniente de estos dos grupos es continua y momento a momento alrededor del mundo.

El tercer nivel proviene de los hombres y mujeres quienes, siguiendo el ritmo del ciclo de inspiración, en el momento de la luna llena deliberada y conscientemente elevan la invocación de los otros dos grupos.

Estos hombres y mujeres son, en gran parte, entrenados y conscientes meditadores. Desde todas partes del mundo, estos meditadores entienden la sintética dinámica de crear y están abiertos a la impresión del Plan.

Estos trabajadores de Luna Llena elevan el pedido básico de las masas de misericordia por su sufrimiento y dolor, el cual, aunque incipiente e inculto, es un lamento de gran crudo poder, y también, el lamento invocativo organizado de las religiones de¡ mundo el cual, aunque frecuentemente de adoración y/o auto enfocado y suplicante, es también un lamento de gran poder, incrementado por la organización y rituales de varias religiones.

Ellos toman estas dos vías de energía invocativa, las mezclan, les dan forma y le agregan sus propios pedidos de Luz, Amor y Poder. Esta sintética, poderosa demanda de Luz, Amor y Poder desde la Humanidad , el cuarto reino, está entonces dirigida a través de la Jerarquía , hacia Shamballa, el centro donde la Voluntad de Dios es conocida.

EL MOMENTO EXACTO DE LA MEDITACION

Para algunas personas en diferentes lugares del planeta, el momento exacto del plenilunio frecuentemente ocurre a la medianoche o temprano en la mañana o en mitad de¡ día de trabajo. Por esta razón los meditadores tratan de conservar las meditaciones grupales en algún momento durante las 12 horas precedentes a la hora exacta del Plenilunio.

Entonces, durante estas 12 horas que preceden a la luna llena, los Trabajadores del Plenilunio alrededor del mundo están sosteniendo meditaciones grupales a los efectos de prestar este servicio por el bienestar de la humanidad.

Además de esto, hay grupos de meditadores que han prometido hacer el pedido de invocación a la Jerarquía en el momento exacto de la luna llena, no importa cuando esto ocurra.

Estos Trabajadores están localizados frecuentemente en diferentes partes del mundo y normalmente no se encuentran físicamente unos con otros. Los miembros del grupo sabrán que los otros miembros han de estar y ellos se encuentran subjetivamente a la hora exacta de la luna llena, sin importar en qué parte del mundo están.

Estos meditadores acumulan toda la energía de la invocación de los otros grupos en la oleada de petición altamente consciente y poderosa.

En este momento culminante, cuando el lamento invocativo de la Humanidad circula a través del esfuerzo meditativo de los trabajadores de la luna llena en correspondencia con la Jerarquía , existe un solo meditador y una sola meditación.
Así, a través de la ciencia del acercamiento participamos en el esfuerzo para participar “…en el trabajo de preparación del mundo para el nuevo orden y la jurisdicción del Cristo”.

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