María Magdalena y Sananda
Por Alec Christos Gabbitas – Enero 20, 2007
gabbitas1@aol.com
Traducción: Anita Manasse – estrellam@sion.com
LLEGAMOS A USTEDES UNIDOS a medida que mezclamos y fusionamos nuestras energías con las de ustedes. Llegamos a ustedes como sus iguales, porque no reclamamos el derecho a un lugar de lo que lo hacen usted. Llegamos a ustedes como compañeros de viaje en este camino de pruebas y tribulaciones hacia la ascensión. Llegamos a ustedes con el disfraz de él y ella, de ella y él, de positivo y negativo, como masculino y femenino o femenino y masculino. Pero sí llegamos a ustedes y a medida que nos unimos con cada uno y todos ustedes, con toda certeza llegamos a ustedes como UNO.
Estamos aquí esta noche para compartir aquello que ustedes verdaderamente ya saben, pero sin embargo lo queremos compartir. Yo soy Sananda, Yo soy María Magdalena, nosotros somos como uno y queremos que ustedes sepan que nuestra unificación ha sido aparente desde hace mucho. No es nada nuevo. Simplemente es la cruda realidad de nuestra ‘relación’. Ciertamente estuvimos destinados y benditos desgarrados-unidos en aquellos días, hace unos 2000 años atrás. Fue nuestro destino de ser un grupo desgarrado, por así decirlo, en esos difíciles tiempos de antaño. Fue ordenado divinamente de que nos íbamos a conectar en ese viaje terrestre y fue inevitable que lo hicimos, inevitablemente estaba destinado a ser así.
Nosotros estuvimos en aquellos días tanto en forma humana y espiritual, pero los poderes ‘religiosos’ lo consideraron por demás ventajoso el crear el dogma de la ‘supremacía masculina’ y se abstuvieron de compartir la verdad de mi, nuestra, posición – no restando importancia a la pretendida dominación, supremacía y control masculino que eligieron como forma de ser de las cosas. Ustedes conocen el resto, queridos amigos, ustedes conocen el resto. Porque este es el motivo por el cual ahora están en el amado planeta Tierra, esto es por qué han elegido estar aquí en estos tiempos magníficos de grandiosidad y cambio total. Ustedes están aquí para ayudar a la querida lady Gaia en la purificación de toda esa interpretación errónea y las energías mal utilizadas. Ustedes están aquí para ser los que muestran el camino en estas regiones de cambios monumentales y de la transformación de todo y cada uno en este hermoso planeta y en forma similar del universo local.
Estamos aquí juntos, yo soy María Magdalena, yo soy Jesús, venimos para unirnos a ustedes en tándem para ofrecerles nuestro amor y apoyo total en sus sinceros esfuerzos a medida que ustedes limpian el camino, mientras alumbran con su luz para que todos puedan ver y ser guiados. Ciertamente ustedes son esos faros de luz y seguramente se están convirtiendo en esas luces del mundo. Recuerden aquellas palabras, ‘todo lo que yo pueda hacer, lo hará ustedes y más’. También estamos aquí para ayudar a realinear las energías masculinas y femeninas que tristemente fueron desplazadas por puro dominio masculino y para reafirmar la divina femenina. Para reestablecer el amor incondicional, para abrir esos poderosos corazones de corazones dentro de mujeres/hombres, para abrir las compuertas del reconocimiento y de la aceptación de amor-poder-sabiduría, para atemperar la mal ubicada dominación del mundo masculino que realmente está gritando pidiendo la liberación, sanación, y el amor totalmente incondicional.
Amando como nunca antes, acariciando y aliviando el dolor que han estado sufriendo muchos, incluyendo la María Magdalena , cuyo papel en mi vida como Jesús de Nazareth fue igual al mío y aún más. Ella fue increpada y ridiculizada, rechazada y alineada por aquellos a su alrededor cuya ‘superioridad masculina’ fue desafiada por alguien como ella, por alguien que yo elegí dar a conocer y confiar todas las verdades que me fueron dadas. Ella fue la partidaria incondicional en aquellos días de penurias y ella llevaba la bandera de una santa, y yo fui bien bendito y acariciado por su precioso amor.
Nosotros llegamos a ustedes en el día de hoy, tomados de la mano como fue, para estimular su asombrosa determinación a seguir hacia delante y hacia dentro, escuchando a sus mentes y corazones intuitivos, aceptando la belleza de quienes ustedes realmente son como un ser de luz, amor y sabiduría infinita, divinamente equilibrados. Permítanos saludarlos, y de caminar con ustedes alentando a sus corazones para que perdonen todo y más importante aún que se perdonen a sí mismos. .
Yo soy María Magdalena, Yo soy Sananda, Nosotros somos Uno..
(c) Alec Christos Gabbitas. England UK . 01843-866875
gabbitas1@aol.com Jan. 20. 2007
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