Compartiendo Experiencias

Compartiendo Experiencias, Parte 3
Jascha

Nos cuesta creer que nuestro Ser Superior no tenga planes para nosotros y que no haya una ruta “correcta” hacia un destino previamente establecido, nos cuesta creer que sólo con el estar vivos estamos cumpliendo nuestra misión y que cada paso nuestro es bendito pues nos conduce hacia nuestro destino. Son muchas las rutas, podemos escoger un sin fin de caminos y todos ellos nos conducen a una única y eterna conclusión: sólo el Amor es la respuesta.

No podemos obligarnos a amar, el Amor es una consecuencia. El primer paso: ser capaces de reconocer cuan lejos hemos vivido del verdadero Amor, esto es lo mismo que reconocer que fracasamos en creer que teníamos que hacer “meritos” para demostrar lo amorosos y amables (objetos dignos de ser amados) que somos.

No sabemos Amar y nunca lo aprenderemos pues al igual que la llama no tiene que aprender a iluminar pues esa es su naturaleza, nosotros no tenemos que aprender a Amar sino más bien permitir que nuestra naturaleza se manifieste. En nuestro interior guardamos el tesoro de nuestra esencia incorrupta, lista para manifestarse e iluminar el corazón de quienes nos rodean y nuestra misión es permitir que ello ocurra.

Pídele a tu Ser Superior que te conecte con la más alta de las vibraciones amorosas, cuéntale que hoy optas porque tu esencia amorosa se revele, pídele que ilumine cada acto de tu vida con la energía universal del Amor, te llevarás sorpresas pues mucho de tus juicios respecto a la forma en que se manifiesta el Amor temblarán.

He comprobado que hablar con nuestro Ser Superior justo en el momento en que nos estamos quedando dormidos es muy intenso y efectivo, no necesitas ni tiempo ni tranquilidad seguro muy escasas en un agitada y insensata vida, todos, por ocupados que estemos, a alguna hora nos vamos a la cama y flotamos en el sopor previo a caer dormidos, aprovecha tus noches, lo que decretas justo antes de quedarte dormido viaja a manifestarse sin que la mente contra-manifieste sembrando la duda al instante.

Cuando te conectas con tu Ser Superior sientes su presencia viva, ya sea corporal o emocionalmente, no tendrás dudas de que la conexión ha sido establecida, incluso las personas que estén a tu lado pueden sentirse profundamente conmovidas. Recibido el mensaje, tu mente puede hacerte dudar y puedes llegar a creer que tus respuestas han salido directamente desde ella misma. Cuando he canalizado escribiendo o hablando siento que las palabras brotan de mi interior sin procesamiento previo, no hay intención en ellas, no hay selección de palabras adecuadas, simplemente salen de mi boca o de mis dedos, por el contrario cuando hablo desde mi cabeza, busco las palabras adecuadas, elaboro una idea antes de comunicarla.

En todo caso, más importante que detectar de donde vienen las respuestas, pues con toda seguridad estás siempre pasarán por el filtro de tu mente y es perfecto que así sea, lo importante es lo que esas palabras provocan en ti, todo mensaje proveniente de nuestro Ser Superior nos llenará de amor y esperanza, nos cobijará con un manto protector y aunque es posible (muy posible) que muchas veces sus palabras no nos gusten, sabremos que están dichas con la más profunda de las claridades y elevadísima de las intenciones.