La importancia de los servidores
Es mucho lo que tenemos que decir acerca del camino del retorno. Todos los trabajadores de la luz están en el punto en el que han decidido regresar al Padre por el camino del servicio, el camino de la entrega, el camino de la docilidad a los planes divinos. Hoy, hay que tomar conciencia de que son nuestros instrumentos, han sido elegidos especialmente por la fuerza y por la luz de su ser espiritual. Esta elección además de ser un privilegio es una fuerte responsabilidad porque la tarea que tiene cada quién asignada, solamente él la puede realizar, lo que cada uno de ustedes deje de hacer quedará inconcluso; por lo tanto, tomen la fuerza que tienen, tomen la energía que emana de nosotros para que puedan cumplir hasta los menores detalles de la voluntad del Padre, en esta actualidad que están viviendo.
Bien es cierto que necesitamos colaboradores que tiendan a la perfección, a la perfección en su desarrollo espiritual, a la perfección en su desarrollo intelectual, a la perfección en su desarrollo emocional, a la perfección en su salud, a la perfección en todas sus actividades; sin embargo, a veces se distraen con las cosas que suceden, como que se les olvida que sí pueden hacerlo, que sí tienen la luz, que sí tienen la fuerza.
Los que trabajan en grupos, pueden ayudarse unos con otros. Siéntanse solidarios, siéntanse uno, y actúen en consecuencia. Lo que cada uno piensa, lo que cada uno ejecuta, repercute en los cuerpos superiores del grupo entero, es importante entonces ir limpiando, ir purificando los propios pensamientos y las propias acciones.
La mejor forma de dar servicio.
Deseo volver a insistir en algo verdaderamente fundamental para su desarrollo interno: Se trata de no juzgar. Cada vez que emiten un juicio de alguno de sus hermanos se cargan una piedra sobre sus hombros, que a la larga puede hundirlos, a todos les gusta ser juzgados con benevolencia, a todos les gusta que se minimicen sus errores, que se olviden de sus flaquezas; aprendan, pues, a hacerlo así con los demás, y esa energía de suavidad que van a emanar hacia sus hermanos, es la misma que les va a regresar a ustedes.
Mucho les preocupa la situación internacional, las relaciones entre los pueblos, las injusticias, las actuaciones que van contra los propios derechos del hombre, les duele la miseria, el hambre, la guerra; pues bien, todo eso son situaciones transitorias, desde estas altas esferas, estas contingencias son vistas y toleradas en base a los aprendizajes, en base al camino que está siguiendo la humanidad en su retorno al Padre. ¿Cuánto pueden hacer todos los seres despiertos de la humanidad por estas situaciones tan pesadas y conflictivas? Unan sus oraciones, envíen esa pureza de intención, esa pureza de acción para que esa energía que fluye en ustedes llegue a las mentes de los que dirigiendo a los pueblos puedan ir solucionando e ir mitigando todas las situaciones tristes.
Ser concientes de lo que somos.
Mientras recorren los caminos en sus vidas, cumpliendo con sus obligaciones, yendo a sus ocupaciones, que cada paso sea como incrustar una semilla en la tierra, una semilla de paz, de luz, de suavidad y de amor. Estando ustedes bien conscientes de lo que significa su misión, de lo que significa su vida, cada latido de su corazón sería un golpe de energía hacia toda la creación. Crezcan pues en esta conciencia, penetren cada vez más en lo que significa vivir, en lo que significa alentar, en lo que significa respirar al ritmo mismo de la respiración de las estrellas; tomen conciencia de su maravilloso ser espiritual, enorme y majestuoso, pleno, lleno de amor, lleno de inteligencia y sabiduría, pero envuelto en muchas nubes, en muchas capas de materialidad. Ese ser tiene la fuerza y la energía suficiente para traspasar todas esas barreras que lo rodean y mostrar a toda la creación su propia plenitud, y el único que puede salir y transmutar toda su materia es cada uno dentro de sí mismo. Es un trabajo de adentro hacia afuera, nadie puede hacer ese trabajo por ustedes, incluso nosotros respetamos sus procesos y sus decisiones, así que está en sus manos crecer internamente, rebasar los límites de su materialidad, transmutarla y vivir como lo que realmente son: espíritus superiores, dotados de toda la fuerza y la luz que provienen del Logos Solar.
Mientras recorren los caminos en sus vidas, cumpliendo con sus obligaciones, yendo a sus ocupaciones, que cada paso sea como incrustar una semilla en la tierra, una semilla de paz, de luz, de suavidad y de amor. Estando ustedes bien conscientes de lo que significa su misión, de lo que significa su vida, cada latido de su corazón sería un golpe de energía hacia toda la creación. Crezcan pues en esta conciencia, penetren cada vez más en lo que significa vivir, en lo que significa alentar, en lo que significa respirar al ritmo mismo de la respiración de las estrellas; tomen conciencia de su maravilloso ser espiritual, enorme y majestuoso, pleno, lleno de amor, lleno de inteligencia y sabiduría, pero envuelto en muchas nubes, en muchas capas de materialidad. Ese ser tiene la fuerza y la energía suficiente para traspasar todas esas barreras que lo rodean y mostrar a toda la creación su propia plenitud, y el único que puede salir y transmutar toda su materia es cada uno dentro de sí mismo. Es un trabajo de adentro hacia afuera, nadie puede hacer ese trabajo por ustedes, incluso nosotros respetamos sus procesos y sus decisiones, así que está en sus manos crecer internamente, rebasar los límites de su materialidad, transmutarla y vivir como lo que realmente son: espíritus superiores, dotados de toda la fuerza y la luz que provienen del Logos Solar.
Tomen conciencia de que cada día que pasa es una oportunidad para acelerar ese proceso, ya no vuelvan su mirada hacia atrás, y si alguno de sus días quizás no ha sido tan fecundo en el trabajo de su espiritualización, ya pasó y no hace falta tener remordimientos, no hace falta poner energía en cosas que ya no son, sigan con su mirada hacia adelante, den pasos firmes, sigan ese convencimiento que los tiene aquí. Su decisión de ser las manos de Dios trabajando en la Tierra está dando sus frutos, sigan en ello, continuen con entusiasmo, vean todas las cosas que les suceden, como esas lecciones, como esos apoyos, para caminar más rápido, para regresar con más luz, para que su servicio resulte más y más fecundo.
Son sembradores de luz y los frutos que van a recibir son de luz, porque aquello que se siembra es lo que se cosecha, sería imposible sembrar estiércol y recoger perlas. Nosotros confiamos en ustedes, estamos a su lado, estamos pendientes y como les hemos dicho varias veces basta que mencionen nuestro nombre tres veces, para que inmediatamente acudamos a su necesidad. Revitalicen, pues, su fe, fortifiquen su esperanza, dejen que su ser quede invadido por la caridad, por el amor, y salgan a los caminos de la Tierra expandiendo toda esta fuerza y toda esta luz.
Les envío una bendición muy especial, para que a través de la reflexión de estas palabras vuelvan a tomar aliento, y sigan realizando su propia obra de transmutación y el servicio hacia todos sus hermanos.
Mensaje Nº 12 del "CAMINO DE RETORNO" ST. GERMAIN
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