Por Rodrigo Fuenzalida.Más de alguna persona se habrá hecho, el alguna oportunidad, la pregunta de que acontecería si de un día para otro, emergieran capacidades paranormales concientes.La experiencia ovni está plagada de relatos de personas que después de alguna vivencia de “Encuentros Cercanos”, han desarrollado algunas facultades psíquicas con una carácter extraordinario, más en pocas oportunidades se han conocido manifestaciones continuas de estas habilidades. Hace unos días atrás, en casa de mi amigo Mario Dussuel, nos encontramos con el investigador de Magallanes.
Eugenio Bahamondes, quien investigó entre varios casos, una experiencia extraordinaria de un secuestro continuo en una persona conocida como “Maldonado”, de esta experiencia Bahamondes hizo un libro llamado “Encuentro en Río de Los Ciervos”, y en la primera temporada de la serie “OVNI”, dedicamos un capítulo a dicho relato. Los acontecimientos habrían ocurrido a principio de los ochenta, “Maldonado” habría sido secuestrado en varias instancias por ovnis, y lo relevante fueron las capacidades con las cuales habría llegado después de dichas experiencias. Eugenio Bahamondes presenció personalmente uno de estos incidentes. Una noche, de aquellas altamente crudas de Punta Arenas, donde el frío y la nieve arrecian. Se encontraba un grupo de personas en casa del jefe de “Maldonado”, todos muy abrigados observaron caminar por el pasillo de la casa, en un estado como de trance al polémico testigo. El mismo estaba en camisa de verano y abrió la puerta de calle, para adentrarse a la nevada noche, una persona siguió las huellas de “Maldonado”, las mismas estaban muy marcadas sobre la nieve hasta que en un instante desaparecían al llegar a un cerco. Del otro lado del cerco no había absolutamente nada, ninguna huella. Varios minutos más tarde aparecía “Maldonado”, entrando a la casa, completamente seco y con el cuerpo caliente en estado de trance, caminando hasta su dormitorio para caer sobre su cama completamente dormido. Muchas de las cualidades que quedaron post experiencias permitieron a los que lo rodeaban, llevarlos a puntos límites. En una de las faenas donde trabajaba, sus colegas de labor comenzaron asustarse a la hora de verlo encender la luz o el televisor, simplemente con sólo mirar los artefactos. Esto llevó a que un grupo grande, de colegas coludidos señalase a su jefe que le temían, por lo tanto o se iba “Maldonado” o se iba el resto de los trabajadores. Por lo cual la elección no fue muy difícil para el estanciero, o pierdo un hombre o seis, más vale perder uno. Así “Maldonado”, llegó a otra estancia según Bahamondes, en la cual hubo un robo, el abducido descubrió gracias a sus capacidades al ladrón, y hasta el lugar donde estaba lo robado, el resultado y similar a la vez anterior, sus colegas Tb. se asustaron y pidieron que el hombre de las grandes capacidades se fuera, con el mismo resultado a esperar. Según Eugenio, “Maldonado” comenzó a dormir en un policlínico, ya que no tenía a donde vivir, cuando una amable señora se apiadó de él y lo llevó a vivir a su casa, en una tarde de un día determinado, “Maldonado” arribó a su nuevo hogar y sintió el aroma a chicharrones que se estaban friendo en la cocina, fue hasta la misma y en frente de la dueña de casa metió los dedos al aceite hirviendo para sacar un chicharrón, y señalarle a la dueña de casa que simplemente le faltaban “sal”. La mujer estupefacta no podía creer lo que veían sus ojos, el hombre había metido los dedos al aceite hirviendo y fue como que hubiese metido los dedos al agua, horrorizada pidió al amigo “Maldonado” retirarse del hogar. Fue su sínodo, mucha gente contempló sus habilidades pero el límite también fue un factor de le jugó en contra, en un mundo a veces precisa de lo maravilloso, pero cuando lo tiene en frente simplemente arranca.
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