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24 septiembre, 2009
LA ENERGIA Y LA MATERIA
Yolanda Silva Solano
Pareciera ser que la energía y la materia, poco tienen que ver con la espiritualidad, pero no es así, pues nada espiritual se consigue si no es a través de la materia y de la energía que ella contiene, porque “la supervivencia de las criaturas mortales, se basa enteramente en la evolución de un alma inmortal dentro de la mente mortal. 404.
Es un grave error pensar que la espiritualidad es algo ajeno a la materia, porque cuando lo hacemos, se llega a un misticismo equivocado muy dañino para nuestra evolución, porque nos quedamos solo en lo emocional del momento. “La fe conduce a conocer a Dios, no es solo un sentimiento místico de la presencia divina. La fe no debe estar influida excesivamente por sus consecuencias emotivas.”1142 pues “aislar parte de la vida y llamarla religión es desintegrar la vida y distorsionar la religión.1124 porque el hombre crece conscientemente desde lo material hacia lo espiritual, por energía, poder y persistencia de sus propias decisiones.1282
No es posible separar el espíritu de la materia, porque es a través de nuestra mente material que podemos percibir las realidades del espíritu, porque la mente es la única que puede percibir la presencia de las realidades aparentes, porque es en sí misma real. “La causa fundamental de este universo de energía- masa, mente y espíritu es eterna, existe y radica en la naturaleza y en las reacciones del Padre Universal.1477
“La base del universo es material en el sentido de que la energía es la base de toda existencia y el Padre Universal controla la energía pura. La fuerza de la energía es la única que se erige como monumento eterno que demuestra y prueba la existencia y presencia del Absoluto universal.467 La naturaleza no es Dios, pero es la manifestación viviente de El y en la paz y la belleza de la naturaleza resulta más fácil encontrar y contactarnos con nuestro Dios interno “Quien es capaz de ver a Dios en la naturaleza, es porque ya lo ha encontrado en su corazón.”56
Jesús le dio siempre gran importancia a la materia, partía de ella para hacer la transmutación necesaria de lo no deseado a lo deseado, sus llamados milagros siempre partieron de una base material: necesitó agua para convertirla en vino, algunos panes para alimentar a muchos, barro para sanar a un ciego....y tantos otros ejemplos para demostrarnos que la materia es indispensable para cualquier transmutación, en la antigüedad se decía que los alquimistas necesitaban del plomo para transmutarlo en oro, nada sale de la nada por una ley física. Nosotros mismos, que somos materia, hemos tenido que pasar por muchas etapas previas para ser lo que ahora somos.
De allí, que no debemos separar lo material de lo espiritual, porque de esta separación nacen las inconsecuencias religiosas. La espiritualidad para que sea real debe ser adquirida a través de nuestras experiencias cotidianas y concretas y teniendo muy en cuenta la energía que las mismas provocan, porque “tales niveles de vida eficaz se producen mediante la unificación de los sistemas de energía, los sistemas de ideas y los sistemas del espíritu.43
La energía en sí, es algo mucho más concreto de lo que podemos imaginar y no está afuera en la desintegración del átomo o en la electricidad, sino que está presente dentro de nosotros mismos la vida como tal, constituye la animación de cierto sistema de energía configurado en un modelo original o de otra manera segregado de lo material, mental y espiritual.404
Cuando tomamos conciencia de que todos nuestros sentimientos y pensamientos son una fuerza de energía, que una vez emitidos se integran al cosmos y que más temprano que tarde se materializan, empezamos a cuidar la naturaleza de ellos, pues todos, los buenos y los malos son creadores y pueden contribuir a la contaminación del planeta o a su recuperación. Somos lo que pensamos ¡qué diferente seríamos si nos hiciéramos conscientes de esta verdad!
La mente de las criaturas puede manipular la energía y lo hace en cuanto se hace experta en los secretos de la energía del mundo físico. Cuando el hombre desea modificar la realidad física, sea ésta el mismo o su medio ambiente, lo consigue hasta el punto en que haya descubierto los caminos y maneras de controlar la materia y dirigir la energía. “La mente sin asistencia es impotente de controlar la materia y dirigir la energía. La mente sin asistencia es impotente para influir sobre lo material, salvo sobre su propio mecanismo físico con el cual está ineludiblemente involucrada. 1222
La mente sin un estado de conciencia espiritual, es solo una marioneta movida por los hilos del consumismo y de su medio ambiente, en cierta forma pierde su individualidad, su personalidad y se une a la masa, al inconsciente colectivo. En cambio a través de un uso inteligente del mecanismo del cuerpo, el hombre puede crear otros mecanismos, aun relaciones energéticas y enlaces vivientes, mediante la utilización de los cuales la mente puede controlar cada vez más y aun dominar su nivel físico en el universo.1222
Si tenemos en cuenta todo esto ¿tenemos derecho a quejarnos por lo que nos pasa? Somos en verdad dueños de nuestro destino, Dios ha puesto en nuestras manos todas las herramientas y en nuestra alma reside una partícula de él mismo, ¡tenemos todo lo necesario para la sobre vivencia, todo para ser un digno hijo de Dios! Pero de nada nos sirven todos estos dones, si volitivamente no hacemos uso de ellos, poniendo al servicio de nuestro espíritu tanto la materia como la energía.
Para nosotros “no debiera existir ni la buena ni la mala suerte, ni siquiera la providencia de Dios, porque ella no significa que Dios ha decidido todo para nosotros y por adelantado. Dios nos ama demasiado como para hacer eso, porque eso sería prácticamente tiranía cósmica. 1304 somos nosotros los que en forma individual debemos asumir la responsabilidad de nuestra evolución espiritual, porque “el espíritu es el arquitecto, la mente es el constructor y el cuerpo es el edificio material.484
La expansión del conocimiento material permite una mayor apreciación intelectual del significado de las ideas y de los valores de los ideales. “Un ser humano puede hallar la verdad en su experiencia interior, pero necesita un claro conocimiento de los hechos para aplicar su descubrimiento personal de la verdad a las exigencias prácticas de la vida diaria. 1222
Una vez más, nos enfrentamos a la gran realidad que para el hombre, la fe sin obras y “sin un uso apropiado de la energía y la materia es algo muerto y que el espíritu de la verdad no está en nosotros, y que solo somos ramas inútiles de una vid que pronto será podada.2054 Comprendamos que estar en el Camino, ser espiritual, tiene una connotación que va mucho más allá de la repetición de ritos o tener creencias determinadas. Estar en el Camino y ser espiritual es renacer cada día a una nueva vida, menos contemplativa y de mucha más acción, es corregir nuestros defectos, olvidar nuestros rencores, controlar nuestro orgullo, evitar nuestro individualismo y aprender a amar y comprender a nuestros hermanos porque “conocer a nuestros hermanos, entender sus problemas y aprender a amarlos es la suprema experiencia de la vida. 1431 porque todo esto, es algo real y concreto.
Cuantas veces nos quedamos pegados en tratar de conocer a Dios, como si esto fuese posible para nuestra mente finita y nos olvidamos que Jesús se hizo uno de nosotros, para decirnos que “no podemos buscar a Dios por medio del conocimiento, pero podemos conocerlo en nuestro corazón, por medio de la experiencia personal, porque aunque no podamos ver a Dios, podemos conocerlo, viviendo la voluntad del Padre celestial 1453 porque “no es tan importante que conozcamos el hecho de Dios, como que crezcamos cada vez más, en la habilidad de sentir la presencia de Dios. 1733
Debemos hacer una revisión a lo que llamamos nuestro Camino y nuestra espiritualidad, no sea que nos hagamos acreedores a las palabras de Jesús a los fariseos: ¡Cuan cuidadosamente limpiáis lo de afuera de los vasos y de los platos, mientras que las vasijas del alimento espiritual están sucias e impuras! Os aseguráis de presentar una apariencia piadosa y santa ante el pueblo, pero vuestra alma interior está llena de mojigatería, codicia, extorsión y todo tipo de maldad espiritual. ¿Acaso no comprendéis que el Dios del cielo ve tanto los motivos íntimos del alma al igual que vuestras pretensiones exteriores y vuestras manifestaciones de devoción? 1825
Si en verdad queremos ser espirituales, trabajemos con la energía y no menospreciemos las cosas materiales, porque es a través de ellas que alcanzamos la espiritualidad.
Basado en las enseñanzas del Libro de Urantia.
http://egrupos.net/grupo/uantiachile
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