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01 marzo, 2009

Sabiduría de Todos los Tiempos

La vigilancia eterna es saber que en tanto estés en un cuerpo físico, tienes que hacer esas cosas que mantienen tu equilibrio y elevan tu Espíritu.

Si empiezas a permitir que tu disciplina se relaje, la fortaleza que has construído puede empezar a aflojarse y esos pequeños pensamientos sutiles en contra de alguna persona o situación pueden empezar a apropiarse de tu paz y tu felicidad.

Realmente, no hay descanso en el sendero espiritual.

- John-Roger
de: Sabiduría de Todos los Tiempos

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