Por Rebeka Piña
Hay un impulso interno que nos hace decir: Yo Soy Dios.
-Ernest Holmes
Todo llega, pero sólo si el hombre sabe esperar... un ser humano con un propósito establecido debe cumplirlo, y nada puede resistir una voluntad que ponga en juego la misma existencia con tal de cumplirlo.
- Disraeli
Con el tiempo me he dado cuenta de que puedo confiar en el Espíritu Infinito sólo en el mismo grado en que puedo confiar en mí misma. He podido encontrar evidencia de esto en los efectos de mis dudas, temores, preocupaciones y falsas creencias. Algo que no puedo ocultarle al Testigo Interior.
Con demasiada frecuencia cuando uno está determinado a renunciar a la negatividad, se pasa por una etapa en la que queremos descubrir quién, en nuestra historia personal, fue el o la responsable de nuestra falta de confianza en nosotros mismos; de nuestra baja auto estima. Tendemos a enfocarnos en fuentes exteriores en lugar de enfocar nuestra mirada y pensamiento en la Fuente Interna, la Presencia Misma que nos conoce íntimamente porque nos creó.
En el mismo grado en que seamos capaces de dejar de buscar respuestas, podremos desenmascarar al ego (personalidad) quien piensa que somos seres separados de Dios. Entenderemos que los conceptos de vida personal, inteligencia personal, y amor personal son sólo una ilusión. La verdad es que todo forma parte de Una Sola Vida: la Vida de Dios. Una Sola Inteligencia: la Inteligencia Suprema; y Un Solo Amor: el Amor Infinito, que en todo momento y a cada instante se nos brinda a cada uno incondicionalmente. Cuando nos hagamos conscientes de que somos uno con toda la Vida, con la totalidad de la Inteligencia, y con todo el Amor presente y pasado, la Vida nos corresponderá revelándonos qué y quiénes somos!
Así pues, el propósito de nuestra práctica espiritual diaria, es el de poder percibir el magnifico ser ya que somos. Repitamos día tras día el mantra: SOLO HAY UNA VIDA, LA VIDA DE DIOS, LA VIDA PERFECTA, MI VIDA TAMBIÉN... Eventualmente nos convenceremos de que nuestro verdadero propósito es llegar a ser consciente de nuestra Unidad con Dios, y de que al liberarnos de aquellos patrones de pensamiento que nos hagan sentir separados de Dios, comenzaremos a vivir la vida más plenamente.
AFIRMACION
ACEPTO LA VIDA DE DIOS COMO MI PROPIA VIDA, Y PROYECTO SU NATURALEZA EN CADA IDEA QUE PIENSO, EN CADA PALABRA QUE DIGO, Y EN CADA OBRA QUE REALIZO... ¡Y ASÍ ES!
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