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04 agosto, 2008

Artículo de opinión por Guillermo Herrera

Una olla a presión

Tengo la sensación de que el mundo es ahora una olla a presión que no se sabe por dónde va a reventar en el buen sentido de la palabra, es decir, cambiar de paradigma y de sistema. Esta presión aumenta cada día por el calor de la Luz Divina. Como decía un maestro sufi: "Ustedes tienen que cocerse como los garbanzos para que se pongan tiernitos de corazón". O dicho de otro modo, para romper una cuerda hay que tensarla al máximo. La cuerda es el viejo sistema cainita basado en la explotación caníbal de nuestros hermanos y de la naturaleza.

El signo más evidente de esta presión es la crisis económica. El problema es que castiga más a los débiles que a los poderosos. Otros signos son el aumento de huracanes, terremotos y volcanes en erupción, sin olvidar las temperaturas extremas que padecemos estos días, así como la intensificación de la violencia, la hambruna y las enfermedades, es decir, los cuatro jinetes del Apocalipsis galopando a sus anchas.

No sabemos dónde ni cuándo va a reventar la olla. No lo saben ni los de arriba, aunque tienen prevista una serie de posibles escenarios. Lo que sí sabemos es que la presión es insoportable y todos los signos indican que a esto le queda poco tiempo, un suspiro. Pero el orden de los factores no altera el producto final que es la liberación del planeta.

Cualquier punto de ruptura es como la primera ficha de un dominó que empuja a las demás y que puede desatar la secuencia de acontecimientos programada por el Cielo.

El primer punto de ruptura iba a ser el malogrado anuncio de Nesara que no fue una fantasía, ya que los intentos fueron reales, pero también fueron reales los fracasos y murió mucha gente debido a traiciones internas en los Caballeros Blancos.

El segundo punto de ruptura iba a ser la ignición de Júpiter a finales del año pasado pero decidieron aplazarla hasta el próximo momento de mayor lejanía de la Tierra que será en enero.

El tercer punto de ruptura iba a ser un ataque a Irán, pero fracasó cuando una escuadrilla de aviones cazabombarderos se evaporó en un escudo de plasma, el arma secreta de Irán.

El cuarto punto de ruptura fue el intento de destitución legal del 'Arbusto', pero la operación fracasó por traiciones internas de los militares y hubo muertes entre las Fuerzas de la Luz.

El quinto punto de ruptura hubiera sido un terremoto catastrófico en Los Ángeles pero afortunadamente no se produjo y en su lugar hubo un seísmo sin daños.

El sexto punto de ruptura sería una serie de ataques terroristas en EE.UU. realizados por equipos de operaciones negras de la cábala oscura para declarar la ley marcial o toque de queda e internar a la gente en campos de concentración, lo que hubiera forzado un adelanto de la intervención divina. Pero gracias a Dios no se han atrevido todavía, quizás porque publicamos el complot.

El séptimo punto de ruptura sería el cambio de sistema económico, no por las buenas sino por las malas, es decir, obligados por una crisis que es insoportable incluso para los poderosos. Hay economistas que dicen que a este sistema no le quedan más de dos meses.

Puede que haya olvidado más puntos posibles de ruptura, pero en cualquier caso podemos estar confiados de que esta olla que es nuestro planeta está atendida y cuidada por los mejores cocineros del universo para que salga un buen guiso: las Fuerzas de la Luz, los Aliados Terrestres, los Caballeros Blancos y los Trabajadores de la Luz que somos nosotros. ¡Benditos sean todos ellos!

Esperemos que nuestro Creador abrevie al máximo estos días finales para aliviar el sufrimiento de los justos, y que la pena se torne en alegría porque ESTO NO HAY QUIEN LO AGUANTE.

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